++ Treinta y ocho ++

236 49 6
                                    

Mo Ran bajó volando las escaleras cuando le dijeron que Shang QingHua lo esperaba al pie de la montaña, y al verlo se lanzó directo a él extendiendo los brazos.

— ¡Papá!— exclamó con alegría.

— ¿Cómo está mi solecito?— preguntó Shang QingHua abrazando a su hijo.

— Bien. Y…

Mo Ran parpadeó al ver a Mobei-Jun vestido como un discípulo de An Ding. El joven ladeó la cabeza mirándolo de arriba abajo y finalmente dijo:

— ¿Padre?

¡Era un disfraz genial! La marca de su frente ni siquiera era visible, era más que genial. Mo Ran saltó a los brazos de Mobei-Jun con una sonrisa y el rey de hielo lo cargó con facilidad. Shang QingHua observó a su hijo… o para ser más exactos, vio la ventana que se abrió sobre su cabeza: el nuevo plus que se le había instalado por cortesía de quién sabe qué evento importante era un glosario de personajes que le había resultado muy útil para recordar cosas de su propia novela, además de que había aprendido cosas nuevas de otros lados. Sin embargo, lo que leyó sobre su hijo le hizo soltar un facepalm interno. Lo que la ventana decía era:

"Mo Ran, nombre de cortesía: WeiYu.

Rol original: Gong escoria redimido.

Rol actual: Loto blanco demoníaco"

Debajo de este escueto texto se encontraban las pestañas de: "habilidades", "armas", "relaciones" e "historia", pero no era momento para mirar: hoy había venido solamente para pasar el día con su familia. Con eso en mente recorrieron la ciudad, paseando por ahí, parando en algún puesto para comprar cosas y, en general, pasándola bien. No fue hasta que pararon en un puesto para comer que Mo Ran pudo finalmente decirle a sus padres que iría al Jardín de Flores de Melocotón para cultivar con la tribu emplumada. Mobei-Jun frunció el ceño y dijo con un suspiro resignado:

— ¿Tú también?

— ¿Eh?— inquirió Mo Ran, confundido.

— Las emisarias de la tribu emplumada fueron a la montaña— dijo Shang QingHua—. Y yo estoy entre los seleccionados.

Mo Ran no supo cómo reaccionar. Por un lado, estaba feliz porque al menos uno de sus padres iba a acompañarlo, por el otro… se sentía mal porque su padre iba a quedarse solo.

— Padre… vamos a estar bien— dijo.

— Lo sé— dijo Mobei-Jun poniéndole una mano en la cabeza—. Y me quedo más tranquilo sabiendo que QingHua estará contigo.

Shang QingHua asintió levemente. Al principio se había mostrado reticente a ir, pero luego pensó que sería beneficioso para él, seguro aprendería cosas que le ayudarían con su tarea secundaria de crear una nueva técnica.

Y además, el sistema le había puesto la misión obligatoria de ir. Vaya suerte la suya… pero si valía la pena podía aceptarlo.

Realmente… esperaba que valiera la pena.

— Padre, ¿y si Linguang-Jun aparece de nuevo?— preguntó Mo Ran.

La comida había llegado. Mobei-Jun tomó un baozi y lo comió pausadamente antes de decir:

— Puedo lidiar con él. ¿No ha vuelto a molestarte?

— No.

— Entonces no te preocupes por mi tío.

La comida transcurrió en un silencio agradable. A Mo Ran le gustaba ver como sus padres se intercambiaban la comida alegremente y pensó que sería feliz si pudiera estar a su lado por siempre.

❁❁❁❁❁

Algo cortito pero bonito.

Una nueva vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora