++ Once ++

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La voz de Google traductor resonó con inusitada e insulsa alegría sacando a Shang QingHua de su concentración.

[¡Felicidades! ¡Felicidades! ¡Felicidades! Se ha producido un evento importante, con lo que se ha desbloqueado un escenario de plus gratuitamente. ¿Desea activarlo? ]

Shang QingHua recordaba vagamente ese plus de realidades alternas. Justo cuando empezaba a creer que no podría activarlo nunca le salta esta notificación de la nada. No cree que nada pueda salir mal, así que acepta activar el plus.

Lo que ve le hiela la sangre: la secta RuFeng ha sido totalmente destruida, cientos de cadáveres se apilan por montones a dónde quiera que dirigiera la mirada, y un hombre vestido de negro se encuentra frente a un mujer arrodillada.

— ¿Vas a unirte a mi o morirás?— preguntó el hombre.
— Me niego a servir a un asesino como usted, Taxian-Jun— dijo la mujer.

Además de la mención al hombre, lo que hace a Shang QingHua respingar son las últimas palabras de la mujer antes de morir:

— No hay ni un solo hombre en las 72 ciudades de la secta RuFeng.

Hasta allí había llegado el escenario del plus. Fue en ese momento que Shang QingHua salió corriendo y ahora estaba en la casa de bambú de la cumbre Qing Jing bebiendo té con el hermano Pepino.

— Recuerdo vagamente haber leído un poco de esa obra— dijo Shang QingHua—. Algunos fans me la habían recomendado y la guardé en mi lista de pendientes para leer cuando terminara con Camino del Orgulloso Demonio Inmortal, algo que obviamente no pudo ser.
— Dame un momento— dijo Shen QingQiu pensando detenidamente.

Shen Yuan, el buen hermano Pepino, llevaba tanto tiempo siendo Shen QingQiu que había olvidado gran parte de las memorias de su vida anterior. Le tomó un tiempo, pero finalmente pudo recordar The Husky and his white cat Shizun, lo cual le hizo arrugar la nariz.

— La recuerdo— dijo—. Buena trama, giros argumentales coherentes, demasiado drama y papapa realmente aterrador. El protagonista comenzó siendo un villano escoria que después arregló sus metidas de pata… oh no.
— ¿Qué?— preguntó Shang QingHua con ansiedad.

Oh, no, oh no, oh no. Shen QingQiu ahora recordaba claramente de qué iba esa novela. No había podido leerla completa, pero lo que recordaba bastó para ponerle los nervios de punta y atravesarle el corazón con desasosiego. Poniendo las manos en los hombros de Shang QingHua, dijo solemnemente:

— Hermano Avión, debo decirte algo pero prométeme que tratarás de tomarlo con calma.
— ¿Qué es?
— Acabo de recordar el nombre del protagonista.
— ¿El emperador Taxian-Jun? ¿No es ese su nombre?
— No, ese es su título. Escucha, su nombre…— Shen QingQiu respiró hondo y lo soltó de golpe—. Su nombre es Mo Ran.

Hubo un breve silencio, y después Shang QingHua empezó a reír con nerviosismo producto del shock que acababa de recibir.

— Hermano Pepino, tú estás jugando conmigo, ¿verdad? No… no puede ser mi hijo, no puede ser mi Mo Ran. ¡No mi A-Ran! Es una coincidencia…

Shang QingHua estaba entrando en crisis. Shen QingQiu suspiró, negó con la cabeza y le pegó una cachetada.

— ¡Shang QingHua, mantén la compostura!— exclamó—. No sabemos si sea el mismo Mo Ran, tal vez sea una coincidencia bizarra, pero de ser así podemos evitar que A-Ran se convierta en el temible Taxian-Jun. Solo dame unos días para recordar las partes que leí y averiguar si tienen algo útil que pueda ayudarnos, ¿bien?
— Bien.

Pero Shang QingHua no estaba bien.

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Mo Ran se echó a reír con los constantes abrazos de Shang QingHua. Su risa cristalina era un bálsamo para el alma atormentada del buen Avión-juju, que no deseaba soltarlo nunca más.

— Papá, está bien— dijo el joven—. ¿Qué te pasa hoy?
— Solo soy un padre extrañando a su retoño— dijo Shang QingHua—. ¿Acaso no se me permite mimar lo que crié?
— Claro, claro. Me gusta cuando papá me mima.

Una nueva carcajada de Mo Ran hizo que Shang QingHua se sintiera mejor, y se prometió a sí mismo que haría todo lo que estuviera a su alcance para mantenerlo a salvo. Después de todo, solo había visto una realidad alterna. No era 100% seguro que esa sería su realidad ni tampoco que su hijo amado se convertirá en el homicida Taxian-Jun. Nada le aseguraba que seguirían la trama retorcida de esa novela dónde el niño de sus ojos sería ese personaje terrible.

Daría su vida si era necesario para que eso no sucediera.

Una nueva vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora