++ Noventa y uno ++

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Había gente esperando al pie del pico SiSheng para cuando la gente de la secta bajó. Eran los discípulos del salón Jiangdong que buscaban venganza con la única gente de la secta RuFeng que quedaba.

— Han pasado demasiado tiempo en el pico SiSheng— dijo el líder de la comitiva, Huang XiaoYue—. Realmente han hecho esperar a este anciano.

NanGong Si frunció el ceño con molestia, pero Chu WanNing intervino antes de que dijera algo. 

— Te recuerdo que NanGong Si y Ye WangXi son mis discípulos y son parte del pico SiSheng— dijo—. ¿Quieres discutir tus rencores con este maestro o prefieres hacerlo con el gran señor?

— Nosotros intentamos advertirle a su hermano del peligro que corría— dijo Ye WangXi con delicadeza.

— Nadie pidió tu opinión, niñita— dijo Huang XiaoYue—. ¿Crees que por saber guíar una batalla puedes meterte en las conversaciones de los hombres? Eres una mujer, tu lugar está en la cocina y no…

El hombre lanzó un grito llevándose una mano a la cara: Chu WanNing le había dado un golpe con TianWen, y con un gesto amenazante dijo:

— No te permito ofender a mi alumna.

— Xu ShuangLin dio señales de aparecer en la montaña Fénix— dijo Xue ZhengYong—. Si lo atrapamos podrás arreglártelas con él por la muerte de tu hermano. 

El rostro de Huang XiaoYue se volvió ceniciento, pero montó su espada y lideró a la secta hacia la montaña Fénix. Shang QingHua se acercó a Xue ZhengYong y dijo:

— Gran señor, acabo de recibir un mensaje de la montaña Cang Qiong. Dos de mis compañeros lideran un grupo junto al templo Zhao Hua, nos encontraremos con ellos allá.

— Bien, bien.

Tras este intercambio de palabras el grupo partió encontrándose a mitad de camino con el Palacio Khunlun, el templo Zhao Hua y la montaña Cang Qiong. Jian Jun Qing miró a su alrededor con confusión y preguntó:

— ¿Y el palacio Huan Hua? Creí que estarían ansiosos por limpiar su nombre yendo a enfrentar a Xu ShuangLin.

— A lo mejor ya están allá— dijo Shang QingHua con indiferencia.

Y en ese momento Liu QingGe y Shen QingQiu se acercaron a él.

— ¡No se te ocurrió ni siquiera mandar un estúpido mensaje!— se quejó Liu QingGe.

— La idea era pasar desaparcibidos, Liu-shidi— dijo Shang QingHua dando un paso atrás.

—. ¡Liu-shishu!— exclamó Mo Ran saltando sobre él.

La expresión agria de Liu QingGe se evaporó al ver a Mo Ran disolviéndose en una sonrisa mientras palmeaba su cabeza.

— Todavía te gusta actuar como un niño mimado, ¿eh?— dijo.

— ¿Cómo están las cosas en la montaña?

— Bien, no pasó nada grave— intervino Shen QingQiu—. Pateamos fuera a los demonios de hielo y no causaron estragos. Después nos dedicamos a ayudar a la gente que era invadida por fantasmas errantes hasta que recibimos la noticia de la montaña Fénix.

— ¿Fantasmas errantes?— inquirió Shang QingHua—. Eso es raro.

— Lo más raro es que los pueblos atacados son los que se encuentran alrededor de la grieta que indica dónde se abrió el Abismo Sin Fin la última vez, por lo que se redobló la vigilancia.

Habían partido por la tarde, por lo que cuando llegaron al pie de la montaña era de noche. Para cuando llegaron ya había muchos otros en sus respectivas tiendas de campaña por lo que los recién llegados decidieron acampar también. Shang QingHua estaba preparándose para acampar cuando una notificación del sistema llegó a arruinar su noche…

[ La conveniencia del guión ha sido activada ]

… O tal vez no. Shang QingHua se abrió paso entre tiendas y merodeadores hasta encontrar a Mo Ran. El joven estaba de pie, con los brazos cruzados y la espalda recargada en un árbol, su cabello estaba suelto y tenía la cabeza ladeada, por lo que no podía verse si tenía o no los ojos abiertos.

— ¿A-Ran?— llamó Shang QingHua.

No hubo respuesta, aún así Shang QingHua no se desanimó sino que hizo otro intento, llamando a otra persona.

— ¿Xihe-Jun?

— Estoy ocupando el cuerpo de su hijo ahora mismo, maestro de An Ding— dijo Mo Xi volteando hacia él—. Puede dejar de lado las formalidades.

Ese era un excelente punto, pero Shang QingHua no lo expresó y en su lugar dijo:

— La montaña Fénix es una trampa. Es probable que una formación de ajedrez Zhenlong nos esté esperando.

Los ojos del hombre se ampliaron al escuchar las últimas palabras y apretó los puños.

— ¿Cuál es su objetivo?— preguntó Mo Xi con sospecha, entrecerrando los ojos. 

El cómo Shang QingHua podía asegurar eso podía esperar, si de verdad era una trampa tenía que saber exactamente a qué se enfrentaría una vez pusiera el pie ahí.

— Existe una cuarta técnica prohibida, y me temo que Xu ShuangLin querrá la energía de la montaña para usarla— dijo el señor de cumbre—. Bueno, no Xu ShuangLin sino la persona detrás de él. Sospecho que hay dos objetivos y el primero sería conseguir la mayor cantidad de cultivadores como fuerza vital para alimentar la técnica.

— ¿Y el segundo?

— Dirigir a las personas a la montaña Jiao de la secta RuFeng. Debe tener cuidado con las piezas de ajedrez, fueron modificadas para contener un gusano devorador de almas en su interior para controlar a los cadáveres.

Un gesto de alarma pasó por el rostro del joven.

— Eso es algo demasiado malvado— dijo Mo Xi.

Había visto cosas malvadas, claro, pero esto superaba sus expectativas. Shang QingHua asintió lentamente y dijo:

— Me temo que tendremos que actuar con cautela en nuestra subida. 

— Comprendo. ¿Cómo sabe todo esto?

"Soy el jodido titiritero en esta historia", pensó Avión-juju con gesto ufano. Shang QingHua hizo un gesto teatral y dijo:

— Soy una sombra, general Mo, y las sombras lo sabemos todo.

Tras decir esto, dio media vuelta y se fue como todo un final boss.

Una nueva vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora