++ Sesenta y uno ++

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En el cuarto año se celebró la Conferencia de la Montaña Espiritual, una reunión dónde los jóvenes aprendices se reunían para probar sus habilidades contra otros aprendices. 

En un principio, Mo Ran había decidido no ir, había muchas cosas de qué ocuparse en la cumbre An Ding, además de que aún seguía rastreando el cetro Xuè Hé y seguía persiguiendo el rastro de Mo Xi con tal de darle sentido a sus sueños extraños. Sin embargo, sus compañeros de la cumbre terminaron por convencerlo para que se uniera al grupo de discípulos del pico SiSheng y asistiera, así que había llegado a último minuto para ser parte de la competencia. 

Chu WanNing reunió a sus discípulos antes del encuentro para prepararlos.

— Mo Ran, Xue Meng, Feng Shiyao, ustedes irán contra el pabellón Tianyin— dijo—. La maestra de la secta envió a sus discípulos principales y un discípulo invitado del palacio Huan Hua. NanGong Si, Ye WangXi, ustedes se enfrentarán a la secta RuFeng. Tengo la posibilidad de cambiar los contrincantes…

— Está bien, Shizun— dijo NanGong Si mirando a Ye WangXi, que asintió mostrándole apoyo—. Tengo curiosidad de conocer a ese hermano mío adoptado por mi padre.

— Bien.

— Oye— dijo Mo Ran dándole un codazo a Xue Meng—. ¿Mo Nian no iba a venir?

Xue Meng resopló, luego escupió en el suelo y dijo:

— Ese perro de mierda se largó.

— ¿Cómo?

Resultó que uno de los ancianos del pico SiSheng había encontrado a Mo Nian espiando en asuntos privados y delicados de la secta. Además habían llegado personas reclamando que el joven había abusado de una muchacha, provocando su muerte, y había inculpado a uno de los sirvientes del sitio del que su madre era dueña, todo eso antes de ser enviado al pico SiSheng. Mo Nian lo había negado todo, por supuesto, pero al final las acusaciones se habían comprobado y Xue ZhengYong lo había echado fuera para que lo arrestaran, pero el joven había escapado.

— Así que a partir de ahora te adopto como mi primo— dijo Xue Meng—. Siéntete honrado por ello.

— Oh, no, no, no puedo soportar ese honor— dijo Mo Ran riendo a carcajadas.

— Cállate, perro tonto— dijo Xue Meng.

— Es su turno— dijo Chu WanNing.

Mo Ran, Xue Meng y Feng Shiyao se dirigieron a la arena de combate, donde se encontraban sus contrincantes. Mo Ran reconoció a Meng XiaoFeng y a Jian Jun Qing, pero solo saludó a éste último; mientras que Xue Meng reconoció al muchacho que estaba al lado de Meng XiaoFeng: era Rong Jiu, el chico que había acusado a Mo Nian por robo. ¿Cómo podía ser este chico un discípulo principal del pabellón Tianyin? Mo Ran se dio cuenta de ello: había una inconfundible aura demoníaca proveniente de él, lo que le hizo fruncir el ceño. Al terminar su enfrentamiento, NanGong Si y Ye WangXi se encontraron con Zhang SuiYing y Song QiuTong.

— Entonces… ¿se supone que eres mi hermano mayor?— preguntó Zhang SuiYing con interés.

— Se supone que sí— dijo NanGong Si—. ¿Cómo está nuestro padre?

— Cómo siempre.

Ye WangXi y Song QiuTong se miraron una a la otra sin intercambiar palabra. La joven ladeó la cabeza y Mo Ran sintió una gran alarma interior: Song QiuTong tenía la misma aura de hielo que él. ¿Cómo podía ser eso posible? 

Al finalizar el encuentro, Mo Ran fue a buscar a Meng XiaoFeng. Los dos se encontraron en un sitio apartado, lejos de miradas curiosas, y el joven le preguntó al demonio sobre Song QiuTong.

— ¿La prometida del joven maestro NanGong? No sé… oh, espere— dijo Meng XiaoFeng—. La vi una vez, cuando fue a ver a la maestra Mu. No es nada especial, excepto que es un Festín de Huesos Mariposa.

— ¿Crees que puedas enviar a alguien a seguirla?— preguntó Mo Ran.

— Me encargaré de ello— le aseguró Meng XiaoFeng.

En cuanto volviera a la montaña Cang Qiong, preguntaría a Qi QingQi por ella.

Una nueva vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora