** Ciento seis **

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Xu ShuangLin había muerto, pero la matriz que había configurado se expandió rápidamente convirtiéndose en algo completamente diferente. No era una matriz de renacimiento, y tampoco era una matriz de Alma Cadáver; lucía cómo si se hubiera abierto un hoyo negro en el suelo y hebras de Qi maligno se abrían paso en el lugar.

—Tanto nosotros como Xu ShuangLin fuimos engañados —dijo Jiang Xi—. Debemos evitar que se complete la formación.

Chu WanNing se puso en marcha, disparando un ataque al centro de la formación. Al mismo tiempo, una sombra verde oscuro saltó hacía él dispuesto a apuñalarlo para frenar su embestida.

—¡Shizun! —gritaron Xue Meng y Feng Shiyao al mismo tiempo.

Mo Ran, con los constantes reclamos de Mo Xi resonando en su mente, se interpuso entre ambos recibiendo el ataque que iba dirigido a su maestro. La daga empuñada por Hua BiNan se enterró profundamente en su hombro al tiempo en que ambos aterrizaban en el suelo.

—Gran maestro Hua —dijo Mo Ran, apretando los dientes mientras sacaba la daga de su carne—. Pretendías atacar a mi maestro por la espalda. ¿Creíste que estaba muerto?

—¿Desde cuando Mo-zongzhi sospechó de mí? —preguntó Hua BiNan cubriéndose con su túnica azul.

—Yo le advertí —intervino Shang QingHua. Una sonrisa insidiosa se formó en sus labios mientras se abría paso entre las personas, agradeciendo internamente el plus de conveniencia del guión.

Y, sobre todo, saboreó la misión que el sistema le había dado en ese instante. Hua BiNan observó con curiosidad a Shang QingHua y preguntó:

—¿Cómo es que usted, maestro de cumbre Shang, sospechó de mí?

—Ah, no sé —dijo Shang QingHua—. Tal vez desde el momento en que atacaste a mi hijo y huiste del pico SiSheng tras ser descubierto, Shi Mei.

Esta simple declaración bastó para alborotar a toda la gente del pico SiSheng y a la gente de la secta Gue Yue Ye. Incluso Yue QingYuan, que siempre estaba dispuesto a defender a los suyos, observó con sorpresa a Shang QingHua, preguntándose cómo había sabido eso. Con un suspiro decepcionado, Hua BiNan retiró su túnica, revelando su rostro intacto.

—Debe saber entonces que mi verdadero nombre, de hecho, es Hua BiNan. Así que le pido llamarme de ese modo —dijo.

Xue ZhengYong estaba atónito. Por su parte, Xue Meng enfureció y estuvo a punto de ir hacia él siendo sujetado por Feng Shiyao.

—¡Maldito traidor! —gritó—. No solo te atreviste a causar problemas en mi secta, ¡te largaste a refugiarte en otro lado a causar más problemas!

—Joven maestro Meng, no debería ser tan explosivo —dijo Hua BiNan—. Podría traerle consecuencias.

—¿Por qué detuviste a Xu ShuangLin antes? —preguntó Mo Ran.

—Tras el cambio en la formación de la matriz, se habría dado cuenta de que la formación que había puesto con tanto esmero era falsa. ¿No habría sido eso problemático?

Para este punto, y a pesar de la revelación obtenida, Chu WanNing había caído en el centro de la formación y estaba tratando de deshacerla. Shen QingQiu se unió a él y entre los dos comenzaron a desestabilizarla. Jiang Xi se sintió estafado por lo sucedido.

—Tú... —fue todo lo que dijo antes de ser interrumpido.

—Líder de secta, será mejor que no actúe precipitadamente —dijo Hua BiNan—. Le he implantado gusanos drenadores de vida a todos.

Y, como si fuera una forma de probar su punto, provocó la muerte de uno de los cultivadores con solo agitar la mano, acallando las airadas protestas que comenzaban a formarse.

—Aunque los gusanos son pequeños, pueden acabar con la vida de una persona rápidamente. Si no quieren repetir la tragedia de la secta RuFeng, será mejor que mantengan la calma.

—¡Hua BiNan! —exclamó Jiang Xi al límite de su propia paciencia—.¿De verdad tienes una ambición tan salvaje?

—La ambición no está a la altura del lobo —replicó Hua BiNan—. Tengo mis razones, aunque no puedo decirlas.

Hua BiNan disfrutó de la sensación de haber obtenido el control de la situación. Incluso decidió burlarse un poco de los demás.

—Es posible que sepan quién puede tener el gusano y quién no —dijo—. Creo que si son lo suficientemente inteligentes, podrán adivinar si lo tienen o no.

—La brecha del gusano atraerá el fuego —dijo Feng Shiyao de repente—. Con un talismán de fuego pueden adivinar quién lo tiene.

Feng Shiyao había visto uno de esos gusanos siendo transportado por alguien durante su tiempo en Gue Yue Ye, por lo que decidió investigar al respecto encontrando algo de información. Si bien se preguntó qué interés tendría alguien de la secta por tener una criatura de ese tipo, consideró que tal vez se trataría de una de las investigaciones de medicina de la secta y no se entrometió más. Fue cuestión de tiempo para que los demás hicieran lo indicado por la chica, logrando discernir a los que estaban infectados.

Y con una sola manipulación de Hua BiNan, la secta de la Medicina se dividió en dos junto con el grupo de cultivadores que, hasta ese momento, habían estado unidos en un solo propósito. Con tal de evitar la muerte por el gusano, los que tenían a la criatura en su interior se dedicaron a luchar para proteger la matriz malvada que se estaba formando. En medio del caos, Xue Meng volteó hacia Feng Shiyao y preguntó:

—¿Sabes cómo curarlo?

—Sí —dijo Feng Shiyao asintiendo en repetidas ocasiones—. Yo...

La muchacha perdió su temple al ver a Jian Jun Qing acercarse a ella, afectado por el gusano en su interior. Aún así se las arregló para mirarla con una sonrisa.

—Meimei, no te asustes... —dijo, cayendo al suelo entre convulsiones.

—¡Qing-er! —gritó Feng Shiyao corriendo a su lado—. Mírame, puedo curarlo. ¡Mírame!

Feng Shiayo recitó un encantamiento con el que Jian Jun Qing pudo recuperarse, lo que provocó la furia de Hua BiNan.

—Tú... ¡Estás empezando a causarme problemas!

Hua BiNan saltó hacia el trío dispuesto a atacar a Feng Shiyao, pero en ese momento Gu Mang se interpuso haciéndolo retroceder con rapidez.

—Deberías tener cuidado de donde pones eso —dijo, refiriéndose al arma en manos del médico.

Una serie de flechas luminosas salieron disparadas hacia la matriz mientras un poderoso golpe de espada repleto de energía espiritual también era lanzado. Al igual que Gu Mang, NanGong Si y Ye WangXi se habían unido a la pelea. Pero, sorpresivamente, la matriz que habían intentado contener se convirtió en otra cosa completamente diferente.

Todos, incluso Hua BiNan, habían sido engañados.

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El estafador resultó estafado.jpg

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En otras noticias... comenzamos oficialmente con la recta final de esta historia. ¡Que emoción! Y al mismo tiempo, que sad, porque disfruto mucho escribir este fic. Pero, como ya mencioné en otra historia, las cosas no serían tan valiosas si durarán por siempre. ¡Gracias por su apoyo!

Una nueva vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora