— El lago JinCheng es un sitio frío, así que deben ir abrigados correctamente.
Los cuatro discípulos estaban anonadados. Chu WanNing, su estimado maestro conocido por su mal genio y su temperamento distante, estaba ocupado cubriendo apropiadamente a cada uno de sus estudiantes. Al terminar, con un gesto de la mano colocó una flor haitang sobre cada uno y emprendieron el camino hacia la cima del pico XuYing.
— Shizun, ¿cómo fue la primera vez que viniste a buscar un arma sagrada?— preguntó Xue Meng, acurrucándose en su túnica púrpura a causa del frío.
— Sencillo— replicó Chu WanNing—. Solo tuve que ir por un bollo. Sin embargo, no deben confiarse, las pruebas son distintas para cada persona porque las armas a obtener son distintas para cada quien.
— ¿Alguna vez han pedido algo de un demonio celestial?— preguntó Mo Ran.
— Las bestias divinas y los demonios celestiales no se molestan unos a los otros.Mo Ran suspiró con disimulado alivio, y el grupo llegó a la cima del pico, donde se encontraba el lago. Los cuatro jóvenes miraron su reflejo en la superficie helada con una mezcla de temor y excitación, esperando obtener un arma poderosa pero que pudieran controlar sin problemas. Chu WanNing les indicó que se alejaran de la superficie y dijo:
— Xue Meng, ve primero.
Con un respingo de sorpresa, Xue Meng se acercó rebosante de confianza. El joven se arrodilló en la orilla del lago y puso las manos en la superficie del mismo inyectando un poco de su poder espiritual, al poco tiempo el hielo se resquebrajó y el agua comenzó a fluir. Xue Meng se alejó apresuradamente al ver como una criatura emergía. Su aspecto fusionaba al mismo tiempo la apariencia de un león, un ciervo y un pez, con un aura temible e intimidante que hizo sentir al joven un poco de temor pese a que había reconocido a la criatura: era un Qilin, una de las muchas bestias mitológicas del lago.
Con la mirada fija en Xue Meng, Qilin llevó una de sus patas al pelaje alrededor de su cuello sacando una delgada cimitarra con una joya de dragón en la empuñadura para cultivar su poder.
— Tienes un gran poder espiritual— dijo Qilin—, y puedo ver que tu corazón es puro y sincero. Para obtener mi arma deberás mostrarme una herida que hayas obtenido al combatir una injusticia.
Casualmente, Xue Meng tenía una así. El joven dejó al descubierto su brazo, donde una aparatosa herida de serpiente podía notarse.
— Esto lo hizo mi shidi traicionero cuando intentaba escapar— dijo—. Él actuó injustamente contra mi segundo shidi y había intentado atacar a mi Shizun.
Mo Ran tragó saliva al ver la herida provocada por Shi Mei y bajó la cabeza, avergonzado. Sorpresivamente, Chu WanNing le puso una mano en el hombro y la retiró rápidamente al escuchar a la bestia divina.
— El arma es tuya. Úsala con justicia.
— Así lo haré— dijo Xue Meng tomando la cimitarra.Qilin asintió levemente y se sumergió en el agua, la cual volvió a congelarse. Xue Meng jugó un poco con la cimitarra, complacido con lo que había obtenido y se apartó de la orilla.
— Ye WangXi, tu turno.
La muchacha asintió hacia Chu WanNing y se acercó a la orilla, poniendo las manos en la superficie pulida, la cual se rompió de inmediato. Una magnífica ave de color azul apareció, tenía un gran tamaño, una sola pata y un pico delgado. En su pata sostenía una espada de hoja azul y vistoso mango rojo. Ye WangXi se puso de pie haciendo un saludo respetuoso.
— Esta discípula saluda a Shang Yang— dijo.
— Tu gentileza me agrada— dijo el ave—. Estoy tentado a ofrecerte libremente mi arma, pero debo probar que no la usarás para el mal.
— Todo lo que deseo es poder proteger a quienes me ofrecieron su protección— dijo Ye WangXi recordando a su padre adoptivo—. No haré nada que defraude a mi maestro ni a mis hermanos.
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Una nueva vida
FanfictionShang QingHua no entendía qué quería decir el nuevo mensaje del sistema, hasta que una visita a una nueva secta le da la respuesta, y una responsabilidad que no esperaba tener pero que estaba dispuesto a afrontar. Fanfic inspirado en el one-shot "Se...