Una nueva vida

++ Veintiuno ++

Los gritos de dolor de Mo Ran podían oírse en toda la cumbre Qian Cao.

Mu QingFan había tenido tiempo apenas de preparar una habitación para recibir a Mo Ran cuando Shen QingQiu y Shang QingHua llegaron cargando al muchacho y al poco tiempo Luo BingHe y Mobei-Jun llegaron, encerrándose con él. El maestro médico de la secta solo pudo advertir a sus compañeros con seriedad:

— Pase lo que pase, no entren.

Por lo tanto, Shang QingHua solo pudo sentarse infelizmente y esperar hecho un manojo de nervios, tratando sin éxito de accesar al sistema y maldiciéndolo con cada respuesta negativa. ¿Qué clase de cambio de escenario era ese?

"¡Sistema de pacotilla, responde de una vez!"

Yue QingYuan apareció en la cumbre, acercándose al ver a Shen QingQiu ponerse de pie.

— Zhangmen shixiong— dijo éste poniéndose de pie.

— ¿Cómo está?— preguntó el líder de secta con preocupación, y un poco de culpa. Después de todo había sido idea suya que Mo Ran fuera al pico SiSheng, y fue allí dónde lo atacaron.

Shang QingHua, con cara larga, se levantó para saludar al líder, añadiendo:

— No es su culpa.

A decir verdad, no sabía a ciencia cierta a quién culpar... aparte de ese tal Shi Mei, claro. ¿Debía culpar a Chu WanNing por no prestar atención a sus discípulos? ¿Debía culpar a Xue ZhengYong por dejarse engañar tan fácilmente? ¿O debía culparse a sí mismo por no haber sido un buen padre? El venerable Avión-juju tenía sentimientos divididos: este Shi Mei era un traidor a su secta, como lo había sido el Shang QingHua original, por lo que podía entender que actuara tan impunemente sin levantar sospechas, de ahí que no supiera en quién recaía la culpa.

Eso, sin embargo, no le impidió increpar a Xue ZhengYong con furia cuando lo vio llegar junto a Chu WanNing. Iba a arrepentirse cuando recuperara la compostura, claro, pero en este momento era un padre indignado porque habían lastimado a su retoño.

— ¿Cómo pudo dejar que esto pasara?— soltó al líder, para después centrar su rabia hacia Chu WanNing—. ¿Qué clase de maestro es usted que no se dio cuenta de las intenciones ocultas de su discípulo? ¿Cómo es que nadie se dio cuenta?

Un nuevo grito de dolor se escuchó antes de que nadie dijera nada. Fue un alarido desgarrador de una agonía indecible, que erizó el vello de los presentes, como si la persona estuviera a punto de morir luego de que le infligieron una dolorosa tortura. Después de eso, el lugar se quedó en silencio y Mu QingFan salió llevando los restos de algo negro entre sus manos, el cual mostró a los presentes.

— ¿Alguno de ustedes sabe qué es esto?

Él lo sabía, claro, Luo BingHe se lo había dicho, pero quería ver las reacciones de los demás al verlo. Los ojos de fénix de Chu WanNing destellaron con una mezcla de melancolía y furia y dijo:

— Una flor del odio. Mi antiguo maestro me habló de ella: socava todos los recuerdos agradables de la persona a la que se implanta, se alimenta de ellos y deja solo las malas memorias.

El corazón de Shang QingHua dolió al escuchar eso, sintiendo que había fracasado como padre. Mu QingFan lo palmeó suavemente del hombro y dijo:

— Mo Ran está despierto. Te está esperando dentro.

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La palidez mortuoria de Mo Ran era aterradora, pero su aura de cachorrito regañado era adorable. Shang QingHua se sintió al mismo tiempo conmovido, aliviado y dolido, mientras que Mobei-Jun había tomado su distancia, parado con expresión hosca en una esquina.

— Padre, papá, lo siento.

Mo Ran se puso de pie trabajosamente, apoyándose en el borde de la cama para no caer. Sintió los ojos llorosos mientras caía en cuenta del peso de la decisión que había tomado en aquella ocasión y de las cosas groseras que había dicho y hecho bajo la incipiente influencia de la flor del odio. Iba a tener que pedir disculpas a muchas personas, pero las dos principales estaban aquí, en esta habitación, suplicaría perdón de rodillas si era necesario.

— ¿Por qué?

Con la mente más calmada, Shang QingHua razonó la situación. El que su niño fuera infectado con esa flor estúpida era un evento importante en la historia, tan importante que recibió una gran recompensa por parte del sistema cuando se llevó a cabo; por lo tanto debía haber una razón muy poderosa para que Mo Ran tomará la decisión que tomó y por ende, Shang QingHua trataría de entender.

— Shizun estaba en reclusión y nosotros teníamos que protegerlo— explicó Mo Ran—. Pero cuando llegó el cambio de turno vi a Shi Mei a punto de inplantarle la flor a Shizun. No quería que él sufriera así que tomé su lugar. Además...

Mo Ran se sonrojó, pero mantuvo la vista fija en sus padres y dijo con una leve sonrisa:

— Sabía que padre podría salvarme. A él no se le escapa nada, así que decidí confiar en él. Lo siento, de verdad, no pensé en las consecuencias que esto podría tener, yo solo...

El muchacho no pudo terminar, conmocionado por lo que acababa de suceder: Mobei-Jun, el frío soberano de la tierra del norte, había cruzado la habitación a la velocidad de un rayo y lo rodeaba con sus brazos en un abrazo cálido, mostrando con esa pequeña acción lo aliviado que estaba de recuperar a su hijo luego de la desesperación que lo invadió mientras sacaban la flor de su pecho.

— Niño tonto— dijo el rey de hielo—. Eres igual a tu padre.

Igual a su padre, Shang QingHua, que había cruzado límites estúpidamente mortales para mantenerlo a salvo, el hombre que Mobei-Jun había mantenido a su lado como subordinado para después anunciarlo al mundo como su consorte, su amado humano cuyo espíritu de sacrificio había pasado al hijo que habían criado juntos.

Las lágrimas que Mo Ran había estado aguantando se derramaron en el momento que sintió a Shang QingHua uniéndose al abrazo, sollozando de alegría por saber que todavía era querido por los dos, una impresión que se confirmó con las palabras de Shang QingHua:

— A-Ran, siempre vas a ser nuestro niño amado.

El señor de cumbre estaba tranquilo. Por alguna extraña razón sintió que había dado un paso muy grande para evitar el nacimiento del emperador Taxian-Jun, y aunque no sabía porqué tenía esa sensación la disfrutó ya que eso significaba que su hijo estaba a salvo.

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Estoy llorando brillitos ;w;