++ Setenta y uno ++

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La celebración de boda se llevaba a cabo durante tres días seguidos. El primer día correspondía a un banquete de bienvenida para recibir a los invitados, tal banquete se llevaba a cabo en la noche, por lo que durante todo el día llegaron varias personas que habían decidido aparecer en el último momento.

Para Chu WanNing fue una sorpresa ver a Feng Shiyao llegar junto al líder de la secta Gu Yue Yu. Tras una leve despedida, la muchacha se dirigió a él y dijo con una reverencia:

— Esta discípula saluda a Shizun.

Chu WanNing le puso una mano en el hombro y sonrió.

— Bienvenida, Shiyao— dijo—. ¿Cómo te trató la secta?

— Bien, bien. No tuve problemas.

— Eso es bueno. 

— ¡Shiyao!

Xue Meng fue el primero en acercarse. Chu WanNing se apartó y Feng Shiyao dio un paso adelante, siendo rodeada por los brazos de Xue Meng apenas estuvieron cerca uno del otro. 

— Te extrañé— dijo el orgulloso hijo del cielo, en voz tan baja que solo la muchacha pudo oírlo.

— También te extrañé— dijo Feng Shiyao, abrazándolo.

Chu WanNing miró a otro lado sintiéndose un intruso frente a sus estudiantes y se dirigió hacia donde se encontraba Xue ZhengYong, que sonreía mirando a su hijo. 

— Parece que Meng-er encontró a alguien sin nuestra ayuda— dijo con una carcajada.

Madame Wang veía a su hijo con una expresión complaciente, y asintió sin decir nada. Finalmente, todos los invitados entraron al lugar y tomaron sus asientos para la celebración.  De acuerdo a las reglas, tres ciervos espirituales habían sido liberados en los terrenos de caza, y el líder de secta escogería a 21 jóvenes hombres y mujeres para que fueran a cazarlos, obteniendo un premio por cada ciervo que atraparan. Una serie de murmullos recorrió el lugar cuando vieron a la comitiva de la montaña Cang Qiong: Yue QingYuan caminaba tranquilamente, Shen QingQiu había llegado acompañado por Luo BingHe y Shang QingHua caminaba del brazo de Mobei-Jun.

— ¡Padre! ¡Papá!— exclamó Mo Ran corriendo hacia ellos. 

El rostro estoico de Mobei-Jun se convirtió en un cálido semblante de bienvenida y recibió a su hijo en un abrazo familiar. Una voz femenina resonó en el salón y los recién llegado miraron hacia su origen.

— Mis señores, me alegra que hubieran aceptado esta pequeña muestra de tregua.

Quien había hablado era la maestra del palacio Huan Hua, que había dado un paso adelante con el objetivo de conseguir una alianza entre el mundo mortal y el Reino Demoníaco. Para ello tendría que lidiar con los tres poderes principales del reino: el señor demonio, la santa demonio y el rey de la tierra del norte. No había rastro de Sha Hualing, pero con la presencia de Luo BingHe y Mobei-Jun podría considerarse una victoria.

— En los últimos años el Reino Demoníaco y la tierra mortal han estado ocupados en sus propios asuntos— dijo Luo BingHe—. No veo porque mantenerse en guerra cuando hay amenazas más importantes que podemos enfrentar en conjunto.

Era obvio para Mo Ran que su tío Luo y su padre sabían algo que el resto no, pero era difícil en ese momento dilucidar qué era. Aunque existía la posibilidad de que solo fueran palabras al viento, quien sabe. NanGong Liu llamó la atención sobre sí mismo, escogiendo a los jóvenes que irían a la cacería en el momento que los novios salían para saludar a los invitados. Grande fue la sorpresa cuando entre los elegidos fueron nombrados los discípulos de Chu WanNing, y como era de esperar ninguno de ellos se negó. Después de todo, Chu WanNing era el cultivador número uno de su generación y sus discípulos no podían ser menores a esa reputación.

— En la caza del ciervo, el fuego artificial es la evidencia— explicó NanGong Liu mientras les entregaba a todos los participantes un fuego artificial—. Cuando se han mandado tres mensajes significa que todas las presas han sido capturadas y la cacería ha terminado. En ese momento les daremos la bienvenida en el patio aullido de luna. El ganador recibirá una recompensa de 10 millones de oro. 

Shang QingHua pensó en intercambiar su lugar con Mo Ran para ir a cazar ciervos, pero en ese momento una notificación del sistema saltó frente a él.

[ Su deber es quedarse en su sitio con tal de dar avance a la trama ]

"¿Es necesario, Sistema-dada?"

[ Efectivamente. Debe estar presente para el plot twist que está por darse a conocer ]

"¿Ah? ¿Un plot twist? Vaya, vaya, vaya"

Como todo escritor que se precie de serlo, a Shang QingHua le encantan los plot twist. Una de las cosas que más disfrutó mientras hacía Camino del Orgulloso Demonio Inmortal era precisamente los plot twist que había en la obra tras el regreso de Luo BingHe luego de ser pateado al Abismo Sin Fin. Por lo tanto, cuando la trama avanzó tanto que fue imposible agregar más plot twist, Avión-juju fue sumamente infeliz… pero esa trama vacía y cliché le estaba dando de comer, mucho no puede quejarse.

Así las cosas, Shang QingHua se conformó con ver marchar a Mo Ran mientras él seguía en su asiento al lado de Mobei-Jun, mirando el bonito espectáculo que daban los futuros novios paseando de aquí para allá…

Hasta que alguien gritó.

— ¡Asesinos!

— ¿Quién fue?

— ¡Cuidado!

El caos dominó el lugar, y en medio de la multitud Zhang SuiYing se acercó a una de las columnas del lugar, que mostraba un gran hueco en cuyo centro había una flecha con un pergamino. Con una mirada oscura tomó el pergamino y leyó el contenido de la carta, su semblante cambió de un momento a otro y arrugó la carta en su mano.

— Rumores sin fundamento— dijo al fin.

NanGong Liu se acercó tomando la hoja arrugada, leyendo, y un segundo después le prendió fuego.

— No pasa nada, sigamos celebrando— dijo el líder.

Pero antes de que pudiera decir nada más hubo otra voz que se hizo escuchar.

— ¿Están seguros de sus palabras?

"Pues… vaya plot twist", pensó Shang QingHua viendo aparecer a un hombre de negro.

Una nueva vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora