++ Veintinueve ++

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Mo Ran se estaba desangrando.

Las ramas que lo habían atravesado se convirtieron en enredaderas que lo encerraron en una jaula de madera. Había usado la magia de hielo para congelar las heridas y evitar que la sangre fluyera más rápido, pero ya llevaba horas ahí y la sangre no dejaba de gotear. Estaba tan inmovilizado que no era capaz ni siquiera de invocar a JianGui, era una desgracia.

Así que solo le quedaba concentrarse para no perder la consciencia, obligándose a pensar en lo que había pasado hasta ahora. Alguien aprendió a usar la técnica de Ajedrez Zhenlong y vino aquí para esclavizar a todos los que vivían en el lago para tomar sus almas y esclavizar sus cuerpos, pero… ¿Quién sería? ¿Con qué propósito? ¿Y qué es eso de una cuarta técnica prohibida? No pudo evitar pensar si Shi Mei había tenido algo que ver con eso, después de todo no se sabía nada de él desde su huída. Los pensamientos de Mo Ran descarrilaron al ver a alguien acercarse a dónde estaba. Su corazón latió de alegría al ver que alguien venía a su rescate, pero al ver quien era se sintió momentáneamente aturdido.

Quien venía a su rescate era NanGong Si.

A la mente de Mo Ran vinieron todas las veces que había actuado de forma indiferente hacia él y sintió una tremenda culpa. Su resentimiento por la secta RuFeng lo había cegado en contra de él y de Ye WangXi y a pesar de que convivía con ellos pacíficamente no quería acercarse a ellos más allá de lo necesario, no había podido evitarlo. Ahora no podía dejar que eso pasara de nuevo. Nunca más. Por lo tanto, apenas el joven se acercó dijo:

— Lo siento.

— ¿Por qué te disculpas?— replicó NanGong Si secamente mientras retiraba una a una las ramas que lo aprisionaban.

— Por la forma en que me porté contigo y con la señorita Ye— dijo Mo Ran—. No fui arrogante como Mo Nian, pero aún así fui grosero con ustedes.

— No digas más.

— No, tengo que hacerlo. ¿Sabes? La gente de la secta RuFeng fue mala conmigo cuando era niño, y yo los odié a todos. De no ser por papá, habría crecido solo para matarlos a todos.

Claro que, el que se encontraba en el cuerpo de NanGong Si era Chu WanNing. La técnica de ataque que ZhaiXin Liu había usado intercambió las almas de todos, por lo que cuando el maestro despertó se encontraba en el cuerpo de su discípulo. Sintió una punzada de dolor al escuchar a Mo Ran hablar de ese modo y siguió en su trabajo de apartar las ramas, notando como aquellas incrustadas en el cuerpo del joven se encontraban totalmente congeladas pero no dijo nada.

— Mi madre acababa de morir, y nadie quiso ayudarme más que papá— dijo Mo Ran con una sonrisa mientras las lágrimas caían por sus mejillas—. A él no le importó que fuera un niño de la calle, me recogió y me llevó con él a la montaña Cang Qiong.

A Shang QingHua no le importó que fuera un huérfano callejero y a Mobei-Jun no le importó que fuera un niño humano: ambos lo acogieron y lo protegieron. Mo Ran les debía la vida, y por eso iba a hacer todo lo que estuviera a su alcance para no morir. Había prometido no preocuparlos más y lo iba a cumplir.

Finalmente, todas las ramas de sauce fueron arrancadas y Mo Ran cayó en los brazos de NanGong Si, perdiendo la consciencia.

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El aroma de la sangre despertó a Mo Ran, quien se puso de pie con un respingo llevando las manos a su cuerpo, palpando con desesperación para darse cuenta de que no tenía ni una sola herida. 

— Que ilusión de mierda— se quejó Xue Meng al despertar. 

— ¿Shizun no ha despertado?— preguntó Mo Ran.

Ye WangXi estaba al lado de Chu WanNing y negó con la cabeza.

— Está herido— dijo.

Al mirar más de cerca, ambos vieron una fea herida en el hombro de Chu WanNing. Mo Ran recordó que esa herida se había hecho cuando él aún tenía la flor del odio y Chu WanNing lo había protegido de la novia fantasma de la ciudad de Cai Die. Seguramente la herida se había abierto en algún momento mientras luchaba con el dragón esquelético o en algún momento que el sauce les hubiera atacado mientras no miraba. Después de unos minutos el mayor despertó y su primera preocupación fue revisar que sus alumnos estuvieran bien.

— ¡Shizun!— exclamaron al unísono.

— Estoy bien— dijo Chu WanNing poniéndose de pie.

El hombre estaba confundido. ZhaiXin Liu había logrado hablarle a través de TianWen, explicando las técnicas que disponía para la batalla de las cuales dos ya habían sido utilizadas. También le dijo que había logrado liberar a Qilin, Pixiu y Shang Yang y que éstos iban en su ayuda. El grupo pudo tener un momento de paz, un segundo después el árbol se irguió en toda su altura con una espada en la mano, su ser fusionándose con el que se había presentado como GouChen-shanggong convirtiéndose en una abominación llena de locura.

— ¿Se van tan pronto?— dijo con una voz horrísona, llena de agonía—. ¡Pero si acabamos de empezar!

— ¡Corran!— gritó Chu WanNing al ver los ríos de fuego que se dirigían hacia ellos.

El grupo salió huyendo. Mo Ran se detuvo, asegurándose de que nadie lo veía, y creó una gran barrera de hielo que les daría un poco más de tiempo para huir. 

En ese momento escuchó una voz en su cabeza.

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Amá, el trabajo no me suelta, jajajajajajaja, pero al menos tuve tiempo para actualizar, yaaaaay /._./

Ahora, la cuestión. Lectores hermosos, ¿quieren que Xia SiNi haga acto de aparición?

Una nueva vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora