𝗟𝗢𝗢𝗞𝗜𝗦𝗠┊𝗢𝗡𝗘 𝗦𝗛𝗢𝗧𝗦 ✔️

𝗩𝗜𝗡

Camino por los pasillos con algo de sueño, agradezco que mis gafas de sol cubran mis horribles ojeras. Debo admitir que avanzo bastante perezosa tal vez por eso alguien me lanza al suelo.

Lo peor de todo no es que este en el suelo, sino que mis gafas están a más de tres metros de mí, no puedo dejar que me vean, no por mis ojeras si no por mi ojo.

—¿Por qué no te levantas estúpida? —esa es la voz de Logan.

No me atrevo a levantar la mirada no quiero que nadie me vea, luché mucho para que dejaran de tratarme como fenómeno cuando era pequeña, no podía pasar por lo mismo ahora.

Logan toma mi pelo y alza mi rostro obligándome a mirarlo—. Mierda —murmura sorprendido —cierro los ojos con fuerza cuando nos empiezan a rodear algunos alumnos—. Eres un fenómeno. ¿Debería sacarte ese ojo?

Me siento alarmada cuando escucho un crujido, debió romper mis gafas. Quiero llorar me siento humillada, una lágrima se desliza por mi mejilla, pero me niego a abrir los ojos.

—Oye Buda, deja de molestar a la gente —esa es la voz de mi compañera de clase—. Nadie puede meterse con mis compañeros.

Mary podía ser muy amenazante así que agradezco que este aquí, pero temo que Logan le haga algo. Sin embargo, no hace nada solo la mira con odio y se marcha al fin soltándome.

Estoy completamente avergonzada, Mary me ayuda a ponerme de pie, pero mantengo la cara agachada.

—¡Y ustedes que miran! —se queja Mary logrando que todos dejen de mirarnos.

Miro el suelo mientras utilizo mi cabello como una cortina que cubre mi rostro.

—Toma —Vin me extiende sus gafas, lo observo un poco y me doy cuenta de que lleva gafas para nadar.

—Gracias —susurro poniéndomelas de inmediato.

—Si no quieres que vean tus ojos siempre debes tener gafas de repuesto —su tono parece el de una madre reprendiendo a su hijo.

—Vendré preparada para la próxima.

—No dejes que haya una próxima —dice con el ceño fruncido.

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A la hora de salida dejo que todos se marchen antes que yo para no tener problemas con nadie.

Cuando el salón queda vacío me pongo de pie, pero Vin aún está en el salón y toma asiento a mi lado.

—¿Qué tienen tus ojos? —pregunta directamente.

—Que te importa —respondo cortante—. ¿Qué tienen los tuyos?

—Yo pregunté primero.

—Eso no importa —me pongo de pie mientras me aferro a mis libros de clases—. No seas tan intruso.

Avanzo uno pasos y caigo al suelo, es como si la escena se repitiera, veo las gafas lejos de mí. Me siento furiosa, no puedo creer que Vin me haga esto, tanta curiosidad tiene que es capaz de hacerme tropezar.

—¡Mierda! —exclama preocupado—. ¿Cómo puedes ser tan torpe?

Me giro molesta, y veo una silla volcada, eso significaba que Vin no provoco mi caída, fue solo mi torpeza.

—No fuiste tú... —susurro mirándolo impactada, cuando lo veo noto como su boca se abre poco a poco—. ¿Qué te pasa?

En ese momento reacciono y me doy cuenta que estoy al descubierto, la adrenalina provoca que me ponga de pie en menos de un segundo, pero el sigue siendo más rápido y me detiene.

—Por favor no me mires —pido apretando mis ojos.

—Es hermoso.

—¿Qué? —pregunto abriendo mis parpados.

—Nunca había visto una persona con heterocromía.

—¿Tu sabes de esto? —estoy tan asombrada de que reaccionara de esta forma.

—Sí, se mucho sobre problemas en los ojos —dice golpeándose la sien.

—Ojalá la demás gente reaccionara así —digo contenta—. Todos los que conozco reaccionan como Logan.

—La gente suele ser estúpida —se encoge de hombros mirando por la ventana.

—¿Y tú...? —no puedo evitar sentirme curiosa, el también parece querer ocultar sus ojos ante los demás.

—¿Yo que?

—Tus ojos...

—Vete a la mierda —susurra sujetándose las gafas para nadar.

—¡Idiota! Solo pensé que al fin conocía a alguien que me entendiera —me quejo viendo su comportamiento arisco.

—Está bien...

Me sorprende que acepte tan rápido pero no me quejo cuando lanza las gafas a un lado, literalmente nunca había visto a una persona con ese problema en el ojo.

—Es horrible...

—¡Es fascinante! —exclamo acercándome un poco—. Tu ojo es... ¡Único!

—¿Qué te pasa? ¿Acaso eres rara?

—¡Si! —confieso contenta—. Por eso me gustan las cosas raras.

—¡Me estás diciendo raro!

—¡Wow! —me acerco para verlo de más cerca—. Incluso te ves más guapo sin tus gafas.

—¿Más guapo? —repite tocándose en mentón.

—¡Oh! —en ese momento reacciono de lo cerca que estoy—. Como sea... Ya tengo que irme.

Tomo las gafas del suelo y salgo corriendo del salón.

—¡Sé muy bien lo que escuche! —grita cuando ya estoy varios metros lejos de el—. ¡No puedes arrepentirte de tus palabras!