𝗟𝗢𝗢𝗞𝗜𝗦𝗠┊𝗢𝗡𝗘 𝗦𝗛𝗢𝗧𝗦 ✔️

𝗫𝗜𝗔𝗢𝗟𝗨𝗡𝗚

—Son guapos... —susurro inconscientemente viendo como los dos porteros se preparan para pelear contra un alborotador que entró en el club.

—Lo importante son sus habilidades —me recuerda Xiaolung.

—Lo sé.

Observo torpemente la pelea, no podía concentrarme bien ya que hace un rato me había tomado un par de tragos. Pero estaba segura que contrataríamos a ese tal Johan.

Cierro los ojos en un intento de descansar, cuando los abro el alborotador ya no está.

—Jacob Kim será el nuevo portero.

—¡No! —grito de inmediato.

—Le dije que deberíamos fijarnos en las habilidades de...

—¡Contrataremos a los dos! —exijo notando como me mira aprensivo—. No es porque sea guapo...

Me sostengo una mesa para tratar de acercarme a él sin caerme.

—Ese chico Jacob puede solucionar los problemas pacíficamente como lo hizo ahora —argumento tomando su brazo—. Pero Johan pelea bien, no podemos dejarlo ir.

Lo veo suspirar frustrado antes de asentir con la cabeza.

Bajo del balcón con Xiaolung siguiéndome el paso por si tropiezo mientras me acerco a los nuevos porteros para darles la noticia.

—Los contrataremos a los dos —anuncio sorprendiéndolos.

—Muchas gracias señorita... es decir jefa —dice Jacob tomando mi mano y agitándola enérgicamente mareándome un poco.

Xiaolung lo aparta porque sabe que odio el contacto físico.

—Muchas gracias —vuelve a decir haciendo una reverencia rápidamente—. ¡Sinu Han! —estornuda en mi rostro.

Le doy una mirada amenazante que provoca que se marche.

Ya me sentía un poco sobria, así que iría a beber otro par de tragos.

—Vayan a ver cómo está mi hermana —ordeno dándoles un vistazo a los ejecutivos, me irritaba que me siguieran a todos lados.

Tomo asiento en el bar y comienzo a beber sin control.

Vivi tenía problemas con las drogas y yo con el alcohol.

Cuando necesito aire salgo al exterior, la verdad que estar adentro no me gustaba para nada, había tantas personas y la música fuerte, todo eso me estresaba bastante.

Suelto un suspiro en la entrada llamando la atención de los nuevos porteros. Pero en lo único que me enfoco es en un carrito de comida, tal vez comer algo me ayudaría a recomponerme.

Avanzo unos pasos hasta que mi cuerpo se siente pesado y me voy de espaldas. Noto que los nuevos porteros tienen intenciones de atraparme, pero Xiaolung aparece atrapándome antes de que caiga.

—Acá estabas —murmura alzándome en sus brazos—. Pensé que estabas en el bar... tu hermana está bien con sus invitados.

—Quiero... descansar —pido con torpeza tirando de sus trenzas.

—La llevaré a su habitación.

A pesar de estar algo ebria, aprovecho momentos como este para tener algo de contacto físico con él. Sé que la única forma de estar cerca con Xiaolung es cuando me carga y son casi los únicos momentos donde soy un poco feliz.

La felicidad acaba cuando llegamos a mi habitación.

—¿Siempre será así? —pregunto llamando su atención—. Solo seremos una jefa y su empleado.

Se queda en silencio, pero no ignorándome, sé que no se atreve a responderme.

—Ni siquiera puedes mirarme —digo con una falsa risa—. Siempre has sabido que te quiero, pero no haces nada.

Suspira pesadamente antes de hablar.

—Me atrevo a responderle porque sé que probablemente mañana olvidará esto —menciona esquivando mi mirada. —Pero eres más de lo que yo merezco... no debí poner mis ojos en ti.

—No es así... Mi padre cumple mis caprichos —balbuceo torpemente—. Si le digo que nos queremos, él puede...

—Únicamente soy un fiel seguidor que cumple sus órdenes —me interrumpe con la vista en el suelo.

—¿Órdenes? —repito algo triste.

Lo veo con intenciones de marcharse y tomo su mano para detenerlo.

—Entonces bésame... Te ordeno que me beses.

Más que una orden era como una súplica.

Suelta mi mano para empujarme con cuidado, dejándome recostada y luego me cubre con una manta.

—Te di una orden —gimoteo—. Cúmplela.

Sin querer suelto un sollozo llamando su atención.

—Como dijiste... Probablemente, no recuerde nada de esto mañana, así que...

Limpia mis lágrimas y se inclina para dejar un casto beso en la comisura de mis labios.

—Xiaolung...

—Siempre cumpliré sus órdenes.