𝗟𝗢𝗢𝗞𝗜𝗦𝗠┊𝗢𝗡𝗘 𝗦𝗛𝗢𝗧𝗦 ✔️

𝗘𝗟𝗜

Me gustaba estar en el parque y mirar a los padres con los niños. Yo también deseaba tener algo así algún día, pero sería imposible. Estaba harta de estar sola por las calles.

Dejo de lado mis pensamientos cuando veo a una pequeña niña caminar lejos del parque acercándose a la calle, me apresuro hacia ella para tomarla en brazos y alejarla del peligro.

—Gracias... —dicen a mis espaldas.

Me giro y veo a un chico rubio que parece haber corrido un maratón.

—¡Cuida mejor a tu hermana! —le grito entregándole la niña.

—¿Hermana? —inquiere frunciendo el ceño y después suelta una risa—. Es mi hija.

—¿Hija? ¡Imposible! ¡¿Cómo pudiste tenerla tan joven?!

Por alguna extraña razón me mira bastante molesto. Ignoro la fulminante mirada y me acerco más, él podría ayudarme con lo que deseo.

—Oye ayúdame —pido tratando de verme amable.

—¿Por qué te ayudaría después de lo que dijiste? —pregunta revisando a su hija.

—Ayúdame, yo también quiero tener un bebé, quiero saber cómo lo hiciste.

Parece analizarme en silencio, me observa con cuidado y retrocede unos pasos.

—¿Es una broma? —cuestiona mirando alrededor.

—No, cuando era pequeña mi papá me dijo que solo podía tener un bebé cuando tuviera cincuenta años.

—¿Qué? —su rostro se ve confuso, pero también parece querer reírse.

—¿Tú tienes cincuenta años? —le pregunto asombrada.

—Claro que no —responde de inmediato con el ceño fruncido.

—Entonces ayúdame, ¿cómo hiciste para tener a esa niña? ¿Tenemos que ir a una empresa a buscarlos o algo así?

—Tu inocencia me recuerda a...

—¿A quién? —interrumpo curiosa.

—A nadie —murmura en voz baja dándole un vistazo a su hija—. No creo que quieras tener un bebé, te ves algo inestable y rara... sin ofender.

—No me ofende —digo encogiéndome de hombros—. Pero ayúdame.

—Si claro, camina por esa calle y de seguro encontrarás una persona que te ayude —dice rodando los ojos señalando una calle.

Lo veo marcharse y le hago caso, voy por la dirección que señaló esperando encontrar alguna persona que me ayude, aunque cuando trato de acercarme a las personas me miran como si me odiaran.

Me detengo en un callejón cuando veo a un grupo de chicos que se ríen mientras fuman algo, por la forma en que se ríen sospecho que son buenas personas que le ven el lado positivo a la vida, supongo que pueden ayudarme.

—¡Hola! ¿me pueden ayudar con algo? —exclamo llamando la atención y los diez hombres del callejón me miran con unas sonrisas.

—Claro linda, ¿qué quieres? —pregunta uno de ellos lanzando el cigarrillo al suelo.

—Quiero tener un bebé y necesito que me ayuden a...

—No se diga más —dice uno de ellos quitándose la chaqueta, supongo que le dio calor al pobre hombre.

Me miran de pies a cabeza y se ven emocionados, supongo que me ayudarán.

—Yo te ayudo con eso —habla uno tomándome del brazo y comienza a guiarme por un lugar raro.