𝗟𝗢𝗢𝗞𝗜𝗦𝗠┊𝗢𝗡𝗘 𝗦𝗛𝗢𝗧𝗦 ✔️

𝗧𝗔𝗘𝗛𝗢𝗢𝗡

Me preocupaba demasiado el examen de la siguiente clase por lo que decidí quedarme a estudiar en el receso, lamentablemente no me puedo concentrar porque cierto compañero molesto no deja de molestar e intimidar al resto de estudiantes.

—Te cambio mis zapatos.

—Podrías callarte —pido volteándome irritada. —Estoy tratando de estudiar.

—Si tanto te molesta que hable, cállame tú —propone con una sonrisa arrogante.

Me rio de su propuesta mientras me pongo de pie y retrocedo lentamente, definitivamente no debió decirme eso.

—¿Qué haces? —pregunta cuando nota que dejé de retroceder.

Avanzo un poco antes de dar un salto seguido de un giro para luego patearlo en el rostro.

—Cuando diga que te calles, será mejor que lo hagas por las buenas —advierto molesta.

Espero que me responda con algo grosero o humillante, sin embargo, se toma la barbilla y me mira fascinado.

—¿Qué fue eso?

—¿No deberías saberlo? —inquiero inclinándome un poco con las manos en las caderas. —¿Acaso no sabes taekwondo?

—Esa fue una patada de 1440 grados.

—¿Y eso que? —digo con indiferencia.

Se queda callado y me mira de pies a cabeza como analizándome.

—¿Oye donde aprendiste a hacer esa patada? —pregunta animado.

—En note.

—¿Note? —repite.

—No te importa.

Le enseño mi dedo de en medio antes de marcharme para continuar con mis estudios lejos de él.

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Resuelvo los problemas de la clase de matemáticas cuando siento un peso en mi espalda.

—¿Qué estás haciendo? —consulta Taehoon recargándose sobre mí.

—La tarea, ¿acaso no es obvio?

—Ayúdame con mi tarea —pide extendiéndome su cuaderno.

—Nunca te han importado las calificaciones —menciono tratando de ignorarlo—. ¿Y por qué ahora te sientas a mi lado?

Se encoge de hombros con desinterés.

—¿Por qué no vas a molestar a otras personas? —sugiero aborrecida.

Hace caso omiso de lo que dije y se recarga en mi hombro mientras observa lo que anoto.

—¡Dios! ¡Por qué eres tan pegajoso! —me quejo apartándolo—. se supone que después de esa patada deberías mantenerte alejado de mí.

—¿Qué? —parece estar en shock—. Pensé que lo hiciste para tener mi atención.

—¿Por qué querría tener tu atención? —digo con una risa sarcástica. —Eres fastidioso y te gusta utilizar el taekwondo para intimidar a las personas.

—¿Qué tiene eso de malo?

—Ni siquiera puedes ver lo que haces mal —me cubro el rostro algo molesta—. Qué bueno que eres guapo porque dudo que tu cerebro sirva de algo.

—Eso no es verdad.

Lo ignoro para seguir con lo mío cuando escucho que le grita a una persona.

—¡Oye tú! —grita Taehoon tomando a un compañero de clases por el cuello del uniforme—. ¿Crees que soy molesto?

—No... Taehoon, eres amable —responde el chico con miedo.

—¿Ves? —se gira hacia mí con superioridad. —Mi amigo dice que no soy molesto.

—Tú no tienes amigos —recalco dejándolo asombrado—. Solo te hacen caso porque temen que les hagas algo.

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Al siguiente día finalizo la tarea con rapidez cuando noto que Taehoon se para frente a mi escritorio.

—Ya lo sabes ¿verdad?

—¿Qué cosa se supone que sé? —cuestiono levantando la mirada.

—Ese chico Hobin, me venció.

—No lo sabía —confieso dejando de escribir para mostrarme más amable—. Lamento que perdieras.

—Pues... perdí por tu culpa.

—¡¿Mi culpa?! —reclamo confundida dejando la amabilidad de hace segundos a un lado.

—Eso que dijiste me dejó confundido y no me pude concentrar durante la pelea —explica señalándome con resentimiento.

—Hazte cargo de tus derrotas y no me culpes a mí.

Se queda en silencio observándome mientras yo lo ignoro y termino con mis apuntes del día.

—¿Necesitas algo más? —consulto con sarcasmo.

—Enséñame esa patada —pide en un tono demandante.

—¿No te la puede enseñar tu padre? —pregunto tomando mis cosas para irme.

—Vamos, haz algo de taekwondo para mí.

—¿Por qué haría taekwondo por ti? —digo al aire con una risa.

—Porque te lo estoy pidiendo de buena manera.

—Mejor cállate —exijo comenzando a caminar lejos de él.

—Ya te lo dije —dice con arrogancia—. Si tanto te molesta que hable, cállame tú.

Retrocedo unos pasos preparándome para darle una patada en el rostro, pero luego me arrepiento. Eso es lo que él quiere, quiere que haga taekwondo, así que no lo voy a complacer en eso.

Avanzo los pasos que retrocedí y alzo mi mano en el aire para hacerle creer que lo voy a abofetear y luego dejo caer mi mano con delicadeza en su mejilla.

—Taehoon cállate, ¿sí? —pido dejando un corto beso en sus labios dejándolo atónito.

Después de eso, Taehoon permanece a mi lado cada día hablando más que nunca.