𝗟𝗢𝗢𝗞𝗜𝗦𝗠┊𝗢𝗡𝗘 𝗦𝗛𝗢𝗧𝗦 ✔️

𝗚𝗢𝗢

—¿Qué le pasó?

Esa es la voz de Goo, no puedo creer que Gun lo llamara.

—No es obvio —suspira Gun—. Bebió demasiado.

—¿Y por qué no la detuviste? —pregunta Goo algo exaltado.

—Porque no soy su papá y ya no es una niña —explica Gun.

Quiero reírme por lo que dice, pero se supone que estoy tratando de quedarme dormida por eso me mantengo con los ojos cerrados.

—¿Y por qué me llamaste a mí? —cuestiona Goo.

Gun suelta una risa extraña.

—Pensé que te importaría considerando que te gusta.

—¿Ella? ¿Gustarme? —inquirió riéndose escandalosamente—. Estás loco.

—Solo llévatela de aquí antes de que cause más desastres —pide Gun entregándole las llaves de mi habitación.

Siento pasos acercándose, maldita se justo cuando me estoy quedando dormida.

—Vamos princesa ponte de pie —dice Goo dándome golpecitos en la mejilla.

—Si soy una princesa deberían llevarme en brazos —digo inconscientemente con los ojos cerrados.

—¡Bueno! ¡Bueno! —grita divertido—. Creo que la princesa tiene razón.

Pensé que me llevaría como una princesa, pero no. Literalmente me carga en su hombro como si fuera un saco de papas.

—¿Por qué me dices princesa? —le cuestiono cuando entramos a la habitación.

—¿No lo eres? —dice con diversión mientras avanza hacia la cama.

—¿Y dónde está mi príncipe? —pregunto algo decaída.

—No lo sé —responde dejándome con cuidado sobre la cama quedando inclinado sobre mí—. Tal vez está cerca.

—¡Quiero un príncipe! —chillo como niña pequeña hasta que veo el rostro divertido de Goo—. Oye... tú cumples con los requisitos de un príncipe.

—¿Requisitos? ¿Y cuáles son esos?

—Ya sabes eres rubio... y guapo —explico cerrando los ojos, pero trato de no dormirme—. No eres tan galán como desearía, pero bueno, que se le puede hacer.

—¡No te duermas! —grita en mi cara provocando que me sostenga el pecho del susto—. Esta conversación se puso interesante.

Me dejo caer nuevamente en la cama y Goo remueve algunos cabellos que hay en mi rostro.

—Sé que estás ebria, pero me aprovecharé de tu estado —dice con una sonrisa psicópata.

—¿De qué hablas?

—Dicen que los borrachos dicen la verdad —murmura tocándose el mentón.

—¡Eso es mentira! —exclamo negando con la cabeza y luego comienzo a reírme—. Tienes razón, es verdad.

—Ya veo —murmura algo serio—. Podrías decirme el nombre de la persona que te gusta.

—¿La persona que me gusta?

—Si.

—No me gusta nadie.

—¿Qué? —pregunta algo preocupado y palmea mi rostro cuando ve que nuevamente cierro los ojos—. ¡Imposible! ¿Cómo no te va a gustar alguien?

—Déjame dormir —pido con el ceño fruncido.

—Pero primero respóndeme.

—Me gusta un tipo que es... —me quedo mirándole el rostro antes de continuar—. Un tipo guapo, es rubio y es muy bueno peleando.

—Esa es una bonita declaración —murmura Goo con una sonrisa.

—¿De qué hablas? —pregunto haciéndome la desentendida—. Me refería al Big Daddy de Eli.

—¡Que! —grita impactado con una mano en el pecho.

No puedo evitar reírme como loca por su reacción.

—Por como reaccionas supongo que te importo un poco —musito dándole un golpecito en la nariz.

—¿Así que te gusta bromear? —inquiere con el ceño fruncido mientras yo cierro los ojos con cansancio.

Siento que me acomoda en la cama, incluso arregla mi almohada y finalmente me cubre con muchas mantas. Por sus pasos siento que se retira de la habitación, pero cuando apaga la luz se queda de pie en la puerta, aprovechando que no me puede ver en la oscuridad vuelvo abrir los ojos.

—No me importas un poco —lo oigo susurrar—. Me importas mucho.