𝗟𝗢𝗢𝗞𝗜𝗦𝗠┊𝗢𝗡𝗘 𝗦𝗛𝗢𝗧𝗦 ✔️

𝗭𝗢𝗘

—No me agrada Zoe.

—Tengo entendido que le gustan todos los chicos.

—Es una zorr...

Antes de que la chica termine de hablar empujo su rostro contra la pared obligándola a guardar silencio.

—Cállate —ordeno soltándola para ver su rostro golpeado—. Tu voz es irritante.

Mientras avanzo por el pasillo, Zoe se atraviesa en mi camino.

—¿Por qué lo hiciste?

Abro los ojos sorprendida, supongo que vio lo que hice.

Le diré la verdad.

—¿Por qué lo hiciste? —insiste Zoe. —¿Por qué me defendiste?

—Porque no puedo dejar que hablen mal de ti.

Zoe se sonroja por mi respuesta, la hago a un lado para seguir con mi camino hasta que toma mi mano.

—¿Qué haces? —pregunto al verla sonreír emocionada.

—Nada —contesta tranquilamente tomando mi brazo para que caminemos juntas.

—Zoe... te debes sentir agradecida —me suelto de su agarre—. Pero no tienes que hacer esto.

Me gustaba, pero tampoco iba a aceptar que hiciera eso como recompensa.

—No es como agradecimiento —intenta explicar—. Es porque tú....

Me quedo en silencio esperando que termine de hablar, pero como se queda callada paso por su lado.

—Como sea —murmuro desinteresada.

•✦───────────•✧

—¿Qué haces? —consulto al ver que Mary mira hacia todos lados.

—Busco a Vin.

—¿Cómo vas en Judo? —pregunto tratando de sacar conversación.

—Bien —responde analizando los pasillos en busca de su amigo—. ¿Cómo vas en tus entrenamientos?

—Bien —contesto encogiéndome de hombros. —Oye...

Tomo la mano de Mary para señalar un salón donde está Vin discutiendo con los del departamento de moda.

Me deja sola y yo sigo con mi camino.

Zoe se interpone repentinamente.

—¿Qué estabas haciendo con Mary?

—¿Qué? —la observo desconcertada por su repentina aparición—. Solo hablábamos.

—¿Por qué hablaban tanto?

—Solo cruzamos un par de palabras —digo algo divertida por su exageración.

Sinceramente, no sé por qué le estoy dando explicaciones.

—A Mary parece gustarle Jace.

—¿Por qué mencionas eso? —pregunto comenzando a caminar con ella siguiéndome el paso.

—¿Quieres ir a comer algo? —propone tratando de alcanzarme—. Puede ser pollo frito o lo que quieras.

—Zoe, ya te lo dije —detengo el paso para mirarla—. No tienes que agradecerme de esta manera.

—Pero tú eres tan buena conmigo que quiero...

—No es necesario que lo hagas —comento fingiendo indiferencia. —Seguiré callando a cualquiera que hable mal de ti.

Se sonroja con la vista en el suelo, aprovecho eso para dejarla y seguir con lo mío.

—¡Espera!

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Encerrada en un cubículo del baño trato de limpiar el polvo de mi uniforme, antes de salir escucho unas voces conocidas por lo que decido quedarme en mi lugar para escuchar lo que hablan.

—Otra vez me golpeó y me lanzó al suelo.

Es la chica que insultó a Zoe esta mañana. Me rio internamente al ver que lava su rostro lleno de tierra.

—Yo creo que es rara.

—¿Rara? —repite la otra.

—Le debe gustar Zoe.

—Por eso la defiende tanto.

Ruedo los ojos, al menos está hablando mal de mí y no de Zoe.

La puerta principal se abre de golpe sobresaltándome en mi escondite.

—¡No hables mal de ella! —grita Zoe entrando al baño—. ¡Habla mal de mí, no de ella!

—Ella no está aquí para protegerte —amenaza una de ellas. —¿Acaso te gusta la rara?

—¡Así es! ¡Me gusta! ¡Y no dejaré que la trates de rara!

Zoe abre la llave del lavamanos y comienza a lanzarles agua provocando que las chicas salgan del baño.

Me mantengo sonrojada en el cubículo pensando en lo que acaba de decir Zoe. Probablemente, solo lo dijo con intenciones de defenderme.

En silencio espero que Zoe salga del baño, pero se queda mirándose en el espejo con la respiración agitada.

—¡Lo dije en voz alta! —exclama lanzándose agua al rostro para calmar su sonrojo—. ¡Se lo dirán a ella!

Tal vez es la adrenalina o no sé, pero salgo del baño sobresaltándola cuando se da cuenta de mi presencia y de que escuché todo.

—Zoe...

—Es verdad... —admite apartando la mirada apenada.

Sonrío enternecida por su reacción.

—También es verdad —confieso repentinamente.

—¿Qué cosa?

—Soy... —recuerdo las palabras que utilizaron las chicas para referirse a mí—. Soy una rara.

La observo esperando una reacción o que me diga algo. Pero se queda en silencio y...

Presiona sus labios contra los míos y sujeta mi mano.

—Entonces... Somos un par de raras.