𝗟𝗢𝗢𝗞𝗜𝗦𝗠┊𝗢𝗡𝗘 𝗦𝗛𝗢𝗧𝗦 ✔️

𝗝𝗢𝗛𝗔𝗡

El idiota de cabello castaño me mira con indiferencia y a Gun con el ceño fruncido.

—¿Ella es mi competencia? —pregunta con algo de desdén.

—Si —afirmo molesta, definitivamente seriamos contrincantes—. ¿Algún problema?

Gun sonríe encendiendo un cigarrillo y se marcha dejándonos solos.

—No sé qué te vio Gun, pero necesito el dinero —habla el tal Johan acomodándose la sudadera.

—Curioso, yo también lo necesito —digo acercándome unos pasos—. No me subestimes, haré lo posible por ser la sucesora de Gun.

—No creo que tengas el talento necesario.

Me siento molesta por sus palabras y le lanzo una patada baja para que caiga al suelo, en efecto cae, pero se pone de pie con gran rapidez y repite mi movimiento.

—¿Esto fue lo que hiciste? —pregunta, mientras yo pienso que caeré al suelo, pero no es así, me atrapa entre sus brazos quedando a pocos centímetros del suelo y también de su cara—. ¿Qué le sucede a tu rostro?

—¡Nada! —exclamo alejándome—. Estoy roja de furia —miento cruzándome de brazos.

—Si claro.

Me giro al escuchar la voz de Gun, creí que se había marchado, pero volvió.

—Espero que no pase lo que estoy pensando —habla lanzando el cigarrillo al suelo—. No quiero que se repita la historia —murmura hacia mí.

—No volverá a pasar —aseguro.

—Tener mujeres puede ser un peligro —dice acomodándose las gafas para finalmente marcharse.

Johan me mira curioso, supongo que es ajeno a la historia, pero no planeo decirle nada tampoco.

—¿Qué tanto miras? —pregunto cuando no deja de mirarme—. ¿Cómo es que Gun planea tener a un sucesor tan idiota?

—¿Idiota? —repite molesto—. No soy idiota, solo no entendí a que se refería.

—No tienes que saberlo.

—De todas formas, le preguntaré directamente.

—¡No! —grito asustada y me mira con una sonrisa malvada.

—¿Por qué no debería preguntarle?

—Gun no sabe bien lo que paso y puede que exagere algunas cosas.

—Entonces dime tú a que se refería Gun.

—Hace un tiempo me presentó a un candidato a sucesor que tenía —comienzo a explicar y me interrumpe.

—¿Y qué paso?

—Déjame terminar —me quejo irritada—. Bueno lo que paso es que creo que se enamoró de mi...

—¡Ja! Eso es imposible —se ríe señalándome.

—No es imposible —me defiendo—. Cualquiera puede enamorarse de mí.

Lo veo burlarse y lo empujo contra la pared tironeo un poco de su sudadera para acercarlo y dejo un corto beso en sus labios, luego lo suelto y repito mi patada baja para verlo caer.

Lo veo varios minutos en el suelo mientras acaricia sus labios con su mano.

—¿Qué le pasa a tu rostro? —pregunto al verlo sonrojado.

—No lo sé —confiesa mirándome molesto—. ¡Acaso estás loca!

—Un momento... ¿Fue tu primer beso? —su reacción me confirma que estoy en lo cierto por eso me rio exageradamente.

Se levanta del piso aun sonrojado, noto que sus labios tiemblan y repentinamente me empuja, pero con suavidad.

—Olvidaste que puedo imitar todo —murmura inclinando su rostro uniendo nuestros labios.

Cuando se aleja me quedo impactada, no pensé que literalmente imitaría lo que hice, aunque omitió la patada.

Después de esto comienzo a dudar de mis palabras, por mi parte puede que la historia si se repita.