𝗟𝗢𝗢𝗞𝗜𝗦𝗠┊𝗢𝗡𝗘 𝗦𝗛𝗢𝗧𝗦 ✔️

𝗚𝗢𝗢

Quería a Goo, lo adoraba, pero era muy hostigador con el cariño que expresaba.

—¡Goo! —grito apartándolo de mi—. ¡Tienes que hacer amigos!

—¿Y eso por qué? —pregunta mirándome confundido.

—Como única amiga tuya te diré que necesitas conocer a más personas.

—No es necesario —dice comenzando a jugar con mi cabello—. Solo te necesito a ti.

—Claro que no, necesitas amigos.

—Pero ya tengo —levanta la mano para comenzar a enumerar—. Te tengo a ti y... eso es todo.

—¿Y Gun? —inquiero al ver que se queda callado.

—No, ese bastardo no cuenta como amigo.

—Entonces iremos a hacer amigos —digo levantando mi puño decidida.

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Mi plan inicial era que fuéramos al parque, pero según Goo ese lugar era muy aburrido así que terminamos en una fiesta algo extraña.

Tomamos asientos mientras miro algunos chicos que puedan ser amigos de Goo.

—¡Me encanta este lugar! —grita pasando un brazo por mi hombro apegándome más a él—. Gran lugar para nuestra cita.

—No es una cita —recalco y hace un puchero—. Recuerda que estamos aquí para que hagas amigos.

Rueda los ojos por lo que digo.

—Volveré en un momento —aviso tratando de separarme de él.

Me alejo para ir al bar a buscar un par de tragos.

—Hola linda —me habla un sujeto son una sonrisa.

—Hola —saludo tratando de parecer amable—. ¿Necesitas algo?

—Tu número telefónico.

—No puedo porque... tengo novio.

—¿En serio? —pregunta dudoso.

—Sí, el tipo rubio de allí —señalo a Goo.

—¿Y quién es la chica de allá?

Miro a Goo y en el lugar que estaba yo ahora hay una chica rara que habla con él, ignoro la punzada de celos y sigo hablando con el sujeto.

—Nuestra relación es así.

—Se ve peligroso —comenta mirándolo de reojo con cierta inseguridad.

—¿Peligroso? —cuestiono y comienzo a reírme falsamente—. No es para nada peligroso, míralo con esas gafas y esa cara, es obvio que es un nerd, de hecho, se la pasa en la biblioteca todo el día.

—¿En serio? —dice con un rostro más relajado.

—Sí, pero es muy divertido, puedes ser su amigo si quie-

Me quedo paralizada cuando siento que algo puntiagudo presionando contra mi abdomen.

—Entrégame todo el dinero que tengas —amenaza el chico presionando aún más su arma contra mí, mientras con la otra mano me empuja lejos del bar.

—Sabes esto es mi culpa —digo captando su atención mientras avanzo—. Yo quise que hiciera amigos, entonces es mi culpa que esto pase —el chico me mira extrañado—. Y en realidad, te mentí, es un tipo bastante peligroso.

—Solo lo dices para que me asuste, pero ya basta de tantas palabras entrégame todo lo que tengas.

—No, es la verdad —confieso hablándole más para distraerlo—. Perdón por mentirte, pero en unos momentos te arrepentirás de amenazarme.

—Eres muy habladora, tal vez te corte la lengua —advierte causándome algo de miedo.

—Estaba tratando de hacer tiempo —murmuro con un rostro inocente apartándome cuando veo a Goo acercarse con un palo.

—¡Te sacaré los dientes! —grita Goo con diversión golpeándolo en la cabeza—. Aunque eso es lo que hace Gun, no es mi estilo —parece dudar un momento—. Mejor te sacaré los ojos.

—¡No! —grito deteniéndolo—. ¡Lo dejarás ciego!

—Bien... solo le sacaré un par de dientes por amenazarte.

Después de romperle algunos dientes, Goo saca un billete y lo introduce en la boca del tipo.

—Eso es para el dentista —le informa mientras se limpia la sangre de la mano—. ¿Este sujeto iba a ser mi nuevo amigo?

—No lo sé —digo evitando su mirada—. Mejor vete con tu nueva amiga

—Tu dijiste que hiciera amigos.

—Pues yo dije amigos —reclamo frunciendo el ceño—. No amigas.

—Aww... —dice con ternura dándome un piquete con el dedo en la mejilla—¿Estás celosa?

—¡Si! —confieso y me arrepiento en el instante—. Porque yo soy tu mejor amiga y no me gusta pensar que puedes tener otra mejor amiga, por eso estoy celosa —sonrió complacida porque pude mentirle sin que se diera cuenta.

—Odio a los mentirosos —susurra en mi oído.

—Qué bueno que yo no miento.

—¿Segura? —pregunta avanzando unos pasos obligándome a retroceder.

—¿Por qué te mentiría?

—No lo sé —dice levantando lo hombros con desinterés.

Se inclina hacia mí e instintivamente cierro los ojos.

—No creas que te besaré.

Abro los ojos triste y avergonzada, no puedo creer lo ilusa que fui.

—No te besaré en este lugar, no en un callejón de mala muerte con un tipo sin dientes.

Me muerdo los labios para no sonreír, no quiero que vea lo feliz que me pone.

—Déjame llevarte a un lugar especial —pide tendiéndome la mano y alzando las cejas juguetonamente.

—No —digo tomando su mano y me mira impactado—. Esta vez, yo elegiré el lugar.