15 años.
Estaba tomando una siesta en el almacén para que no me molestaran cuando comienzo a escuchar ruidos, provocando que me despierte.
—¡¿Que?! ¿Lo trajiste de la calle? —oigo gritar a Samuel.
Entre tanto bullicio me levanto del suelo y camino hacia ellos mientras finjo que acabo de llegar desde afuera.
—¿Por qué hay tanto ruido? —pregunto molesta, veo que Samuel discute con Jerry y me distraigo cuando las chicas hacen ruido—. ¿Qué sucede? —cuestiono moviéndome para ver qué es lo que llama su atención.
Me asombro al ver una persona, más bien un chico con un perrito. Quedo sorprendida un momento al igual que él.
—H-hola —me saluda.
—¡Awww que lindo! —digo acercándome al chico que me mira con ojitos de cachorro mientras abraza a su mascota—. ¿Cómo te llamas?
—Jo-Johan —contesta con nerviosismo.
—¡Samuel puedo quedármelo! —pido llamando su atención.
—¿Qué? ¿Tú también? —dice distrayéndose momentáneamente de Jerry.
—Samuel solo míralo —digo apegando mi rostro al del chico mientras hago un puchero para tratar de convencerlo.
—¡Aléjate de él! —me ordena molesto—. Puede tener algo contagioso.
—N-no tengo nada contagioso —me avisa Johan mirándome preocupado.
—No lo escuches —murmuro preocupada de que se ofenda mientras fulmino a Samuel con la mirada—. Él es un tonto.
—Solo diré esto una vez —ordena Samuel—. Échenlo de aquí.
La discusión de Jerry y Samuel parece volverse peor y me doy cuenta de que Johan se aferra a su perrito con miedo.
—¡No te preocupes! ¡así hablan ellos! —le explico notando como comienza a llorar.
Me mira avergonzado tratado de limpiarse las lágrimas mientras toma su perrito y se acerca a Samuel para pedirle que lo deje quedarse. Cada palabra que suelta Johan hace que mi corazón se encoja de tristeza, y Samuel se mantiene firme en la decisión de echarlo.
—Samuel deja que se quede —pido conmovida, en estos momentos solo quería abrazar a Johan y consolarlo, me daba pena su situación.
Para mi suerte las chicas de las tiendas me apoyan también conmovidas.
—¡Deja que se quede y ya!
—¡Dijo que incluso sabe poner lavadoras!
—¡¿No te da pena?!
Lamentablemente nada funciona, Samuel solo le da unos consejos a Johan antes de echarlo.
—Oye... —detengo a Johan cuando está por llegar a la puerta—. Toma —rebusco en mi billetera y saco todos los billetes que tengo—. Espero que te sirva.
—Gra-gracias —dice mirando el dinero con ilusión.
—En el futuro no te olvides de mí —digo revolviéndole el cabello y asiente con la cabeza.
Antes de que se vaya Sinu aparece y hace lo mismo.
—Eres una estúpida —me regaña Samuel—. Le acabas de dar todo tu dinero.
—Puedo ganar más —levanto mis hombros con desinterés.
—¿Y cómo ganarás dinero si sigues tomando siestas a escondidas?
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𝗟𝗢𝗢𝗞𝗜𝗦𝗠┊𝗢𝗡𝗘 𝗦𝗛𝗢𝗧𝗦 ✔️
Fanfiction❝𝗟𝗢𝗢𝗞𝗜𝗦𝗠 + 𝗛𝗜𝗧 𝗩𝗜𝗥𝗔𝗟❞ 𝘗𝘶𝘦𝘥𝘦 𝘤𝘰𝘯𝘵𝘦𝘯𝘦𝘳 𝘴𝘱𝘰𝘪𝘭𝘦𝘳𝘴, 𝘭𝘦𝘯𝘨𝘶𝘢𝘫𝘦 𝘷𝘶𝘭𝘨𝘢𝘳, 𝘷𝘪𝘰𝘭𝘦𝘯𝘤𝘪𝘢, 𝘱𝘦𝘳𝘴𝘰𝘯𝘢𝘫𝘦𝘴 𝘵𝘰́𝘹𝘪𝘤𝘰𝘴, 𝘶𝘵𝘪𝘭𝘪𝘻𝘢𝘳𝘦́ 𝘭𝘰𝘴 𝘯𝘰𝘮𝘣𝘳𝘦𝘴 𝘥𝘦𝘭 𝘞𝘦𝘣𝘵𝘰𝘰𝘯, 𝘱𝘰𝘴𝘪𝘣𝘭...