𝗟𝗢𝗢𝗞𝗜𝗦𝗠┊𝗢𝗡𝗘 𝗦𝗛𝗢𝗧𝗦 ✔️

𝗦𝗔𝗠𝗨𝗘𝗟

8 años.

Camino por las feas calles para llegar a casa, me daba miedo caminar por estos lugares, pero mi mamá no se preocupaba de ir por mí a la escuela.

Me detengo cuando veo a tres niños en bicicletas molestando a un chico que está en el suelo.

—Mi padre me compró una bici.

—¡Tú no tienes una porque no tienes papá!

No debería meterme, pero me molesta que se burlen de él solo porque no tiene un papá, yo tenía uno, pero ya está muerto.

Me acerco mientras tomo un ladrillo del suelo.

—¿Qué están haciendo? —pregunto con mis manos detrás de mi espalda mientras pongo un rostro inocente.

—¡Muévete! —dice uno de los niños—. ¡Este idiota no tiene papá!

—¡Yo tampoco tengo! —les grito molesta—. ¡Dejen de molestarlo!

—¡Ahora los molestaremos a los dos! —dice otro niño.

—¡Váyanse! —amenazo sacando el ladrillo que tenía escondido detrás de mí— ¡Se los lanzaré al rostro! ¡Y quedarán más feos!

—V-vámonos —dicen asustados saliendo acelerados en sus bicicletas.

Me giro para ver al niño que estaban molestando y me mira algo asombrado.

—¡Eres un tonto! —le grito molesta—. Tienes que defenderte.

Me sigue mirando, pero en silencio.

—Tal vez debas usar algo para defenderte —digo más amable y desvía la mirada al ladrillo en mis manos—. No esto no —advierto.

Me acerco para ayudarlo a ponerse de pie, aunque en un inicio no quiere aceptar mi ayuda.

—Mi papá utilizaba nudilleras en sus manos —recuerdo y el niño me mira pensativo—. Tal vez deberías conseguirte algo así cuando seas grande.

Se queda mirando el suelo sin decir nada.

—¡Estúpido por qué no me hablas, me haces sentir estúpida! —me quejo irritada.

Odio que las personas me dejen hablando sola, mamá siempre me ignoraba y me hacía sentir como una tonta.

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15 años.

Me quedo de pie cuando veo que se acerca hacia mí la chica popular de mi escuela, no me sorprendo cuando me empuja contra un callejón.

—Desgraciada ¡estabas viendo a mi novio!

—¡Estaba viendo lo feo que es! —le grito lanzándole una bofetada en el rostro.

—¡Estúpida! —dice furiosa sobándose la mejilla.

—No te hagas la tonta, me trajiste aquí para pelear —comento acomodándome los anillos en mis manos.

—¡Si! —confiesa irritada—. Pero no pelearas conmigo, lo harás con mi hermano.

Siento pasos detrás de mí y veo a su hermano, tengo que levantar la mirada porque es un tipo grandote, debo admitir que me causa algo de miedo.

—¡Me harás pelear con este animal! —grito enfurecida lanzándole un puñetazo.

—¡Desgraciada! —grita limpiándose la sangre que empieza a salir de su nariz—. ¡Hermano golpéala! —ordena fulminándome con la mirada.

El tipo no me golpea, pero me toma del cabello y comienza a tironear, yo le lanzo puñetazos al estómago, pero no funcionan, con toda la grasa que tiene ni siquiera los debe sentir.

—¿Por qué hacen tanto ruido? —pregunta una voz desconocida.

Por la posición en la que estoy no puedo ver quien es, pero tampoco me importa.

—Vete de aquí bastardo —dice el grandote sin soltarme.

—Sabes que...

—¡Dije que te fueras! —interrumpe.

El tipo finalmente me suelta y yo me dejo caer en el suelo para sobarme la cabeza, dándome cuenta que el grandote también está en el suelo con la cara algo ensangrentada.

Levanto la mirada para ver al tipo que hablaba y me doy cuenta de que es alguien bastante joven para ser un gánster, lleva un traje rojo manchado con algo de sangre y una nudillera en su mano.

—¡No me interrumpas! —grita el gánster.

—¡Es la unión de Gangseo! —grita la chica arrodillándose para revisar a su hermano y se ponen de pie rápidamente.

¿Unión Gangseo? ¿Qué mierda es eso?, bueno no importa solo debería irme, aunque no puedo evitar notar que el gánster me mira extraño.

—¿Qué miras hijo de puta? —pregunto molesta—. ¿Eres un pervertido o qué?

—¿Ni siquiera sabes defenderte y me provocas? —cuestiona con una mirada de "soy mejor que tú".

—Sí sé defenderme —murmuro sobándome la cabeza, que aún me dolía.

—Me di cuenta —comenta burlón, se retira una de sus nudilleras y me la lanza sin cuidado—. Esto te servirá para defenderte.

—No la necesito —aviso lanzándola de vuelta y lo golpea en la espalda, se gira para verme furioso—. Tengo las de mi padre.

Su mirada se relaja y me mira curioso.

—¿Tu padre tenía nudilleras? —pregunta en un tono extraño.

—¿Estás sordo? Acabo de decir eso.

—Jefe, se supone que tenemos que encontrar a la chica —se entromete un tipo regordete con un corte de cabello ridículo.

—Mejor vete y sigue con tus cosas de gánster —murmuro poniéndome de pie.

Avanzo unos pasos, pero me toma del brazo.

—¿Eres de aquí? ¿Conoces a las chicas de aquí?

—No te diré nada, de seguro quieres secuestrar chicas para venderlas o algo por el estilo.

Se queda callado mirándome raro, sigue sin soltarme, no entiendo a este tipo.

—¿No dirás nada? —digo asombrada—. ¿Descubrí tus planes malvados?

Por alguna razón sigue en silencio irritándome aún más, por qué la gente hacia eso, me enfurecía que se quedaran callados.

—¡Estúpido! —grito furiosa— ¡Por qué no me hablas, me haces sentir estúpida!

No sé si está loco o qué, pero sonríe complacido.

—Te encontré.