𝗟𝗢𝗢𝗞𝗜𝗦𝗠┊𝗢𝗡𝗘 𝗦𝗛𝗢𝗧𝗦 ✔️

𝗧𝗔𝗘𝗛𝗢𝗢𝗡

—Perdón por la tardanza —me disculpo poniéndome apresuradamente mi uniforme de taekwondo.

—Son solo dos minutos —dice Taehoon despreocupado, mientras hace un globo con su goma de mascar.

—Me tardé porque hoy Munseong me enseño nuevas técnicas y...

Me detengo cuando veo que Taehoon se atraganta con la goma de mascar comenzando a toser fuertemente mientras se golpea el pecho.

—¿Estás bien? —pregunto acercándome preocupada.

—¡COMO TE ATREVES A LLEGAR TARDE DOS MINUTOS POR ESTAR CON MUNSEONG!

—Solo era un entrenamiento...

—No puedo creer que deshonres el taekwondo de esta manera —murmura sujetándose el puente de la nariz mientras niega con la cabeza—. Ni siquiera me avisaste.

—Solo quería aprender más artes marciales y...

—¡No puedes hacer eso! —me reprocha señalándome—. Debes ser fiel al taekwondo.

—No es eso demasiado exagera-

—Comienza con los estiramientos —me ordena cortando el tema.

Obedezco en silencio. De vez en cuando lo miro y veo que se mantiene en su posición de ofendido con los brazos cruzados.

—¿Y cómo lo hace? —indaga mostrándose más relajado—. El entrenamiento, cómo lo hace.

—Casi igual, primero precalentamos y luego me enseña...

—Me refiero si te enseña así... con algún uniforme o así sin camiseta.

—Para mí mala suerte me enseña con ropa —bromeo con una suave risa.

—¿Acaso eres una pervertida? —inquiere frunciendo el ceño—. Como castigo te quedarás una hora más entrenando.

—No me importa, me gusta practicar taekwondo y pasar tiempo contigo.

—¿Te gusta? Entonces te irás una hora antes.

—¿Qué? ¿por qué? —reclamo deteniendo mis estiramientos.

—Porque yo lo digo —responde cortante.

—Munseong no es tan estricto —susurro para mí misma.

—Por eso no es un buen entrenador —se burla con desdén—. ¿Qué más haces con él en los entrenamientos?

—Pues eso, entrenamos y después me acompaña a casa.

—¿Por qué te acompaña a casa?

—¿Por qué tanta pregunta? —lo interrogo alzando una ceja.

—¿Cuál es su necesidad de acompañarte a casa?

—Supongo que teme que me suceda algo —comento encogiéndome de hombros.

—Puff que mal entrenador no confía en que te puedas defender tu sola.

—Eso importa —digo recordando la amabilidad de Munseong—. Es un gesto bonito.

—Lo debe hacer para impresionarte.

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Cuando salgo del edificio avanzo unos pasos y siento a Taehoon detrás de mí.

—¿Qué haces? —lo observo de pies a cabeza, ya no tiene su uniforme de taekwondo, sino que esta con ropa informal, aunque obviamente sigue viéndose guapo.

—Te acompaño a casa —informa con naturalidad.

—Desde cuando tu... —me interrumpe empujándome con suavidad indicándome que avance.

—No ves que está peligroso —dice señalando la calle con el ceño fruncido.

Me giro para ver el sol en su máximo esplendor mientras escucho el sonido de las aves y las risas de algunos niños.

—Bastante peligroso —murmuro sarcásticamente comenzando a caminar.