—Tú te quedarás aquí.
—Eugene yo quiero ir —alego corriendo detrás de él para alcanzarlo.
—No puedes —avisa entrando en su oficina.
—¿Por qué no puedo ir? —pregunto entrando después de él para ponerle seguro a la puerta sin que se dé cuenta.
—Sabes que lo hago para protegerte.
—¿Por qué te gusta protegerme? —consulto con la cara más inocente que tengo.
—Ya lo sabes —palmea mi cabeza suavemente—. Eres especial para mí.
—¿Especial? ¿En qué sentido? —me hago la desentendida.
—¿A qué te refieres?
—¿Soy especial como lo sería una hermana? —indago tomándome el mentón.
—Especial como lo sería una novia —me corrige.
Eugene no siente nada por mí, pero si quiere jugar conmigo yo también podía jugar con él.
—¿En serio sientes eso por mí? —pregunto y él asiente—. Entonces demuéstramelo.
—¿Quieres tener una cita? —propone mirándome con una sonrisa.
—No.
Me observa confundido esperando que hable.
—Quiero que me demuestres que me quieres —pido con una sonrisa—. Demuéstramelo aquí o... En tu habitación.
Eugene jadea sorprendido.
—¿Eso es lo que quieres? —cuestiona bajando la mirada hacia mí.
—De esa forma sabré si eres sincero o no —argumento jugando con mi cabello.
—Me engañaste —suspira fascinado—. No eres la tonta que yo pensaba.
—No sé si debería ofenderme o sentirme halagada —bromeo dejando de lado el papel de chica ingenua.
—Claramente, es un halago viniendo de mí.
—Viniendo de ti, me puedo esperar cualquier cosa —comento con diversión.
Nos quedamos mirando un momento hasta que yo decido hablar.
—No sientes nada por mí, ¿verdad?
—En realidad, me gustaba que fueras inocente —confiesa sentándose en su silla—. Podía manipularte fácilmente, aunque creo que eras consciente de eso.
Admito que esperaba esa respuesta, pero igual me duele, porque en el fondo soy consciente de que me gusta.
—Pero ciertamente, descubrir que me has engañado ha sido más grato de lo que imaginaba.
Ruedo los ojos por sus palabras.
—Esta faceta tuya, me gusta.
—¿Intentas manipularme? —inquiero alzando la ceja.
—Perdón, me descubriste.
Suspiro nerviosa tratando de armarme de valor.
—¿Por qué revelar tu verdadera personalidad ahora?
—Ya no soporto estar aquí —miento—. Déjame ir.
La verdad quería alejarme de él porque estaba harta de que jugara conmigo y a pesar de saber que solo me utilizaba, no pude evitar enamorarme.
—¿Qué harás si te dejo ir?
—Tener una vida normal —contesto evitando su mirada.
—Aquí tienes una vida normal.
—Una vida normal como tu juguete —contradigo.
—Era así porque pensé que eras una tonta.
—¿No lo soy? —consulto riéndome falsamente.
—Si lograste engañarme debes ser inteligente —admite—. No como yo, pero inteligente.
Muerdo mi labio dudosa.
—Dime la verdad y puede que considere dejarte en libertad.
—La verdad es que... —me retracto en último momento. —No puedo decirlo.
—Estás enamorada de mí, ¿verdad?
Me quedo en silencio.
—Fue cruel de mi parte utilizarte sin pensar en tus sentimientos.
—No importa, supongo que después de todo, sigo siendo una tonta —digo no muy convencida.
—No te dejaré ir —advierte—. Pero puedo intentar corresponderte.
—No puedes hacer eso —niego con la cabeza—. Te estarías forzando a quererme.
—Después del tiempo que has estado a mi lado —hace una pausa—. Hay algo de afecto.
—¿Afecto? —repito notando como se acerca un poco.
Me sujeta del mentón obligándome a mirarlo.
—No creo que sea afecto romántico —me burlo nerviosa.
—Puedo intentar que así sea.
ESTÁS LEYENDO
𝗟𝗢𝗢𝗞𝗜𝗦𝗠┊𝗢𝗡𝗘 𝗦𝗛𝗢𝗧𝗦 ✔️
Fanfiction❝𝗟𝗢𝗢𝗞𝗜𝗦𝗠 + 𝗛𝗜𝗧 𝗩𝗜𝗥𝗔𝗟❞ 𝘗𝘶𝘦𝘥𝘦 𝘤𝘰𝘯𝘵𝘦𝘯𝘦𝘳 𝘴𝘱𝘰𝘪𝘭𝘦𝘳𝘴, 𝘭𝘦𝘯𝘨𝘶𝘢𝘫𝘦 𝘷𝘶𝘭𝘨𝘢𝘳, 𝘷𝘪𝘰𝘭𝘦𝘯𝘤𝘪𝘢, 𝘱𝘦𝘳𝘴𝘰𝘯𝘢𝘫𝘦𝘴 𝘵𝘰́𝘹𝘪𝘤𝘰𝘴, 𝘶𝘵𝘪𝘭𝘪𝘻𝘢𝘳𝘦́ 𝘭𝘰𝘴 𝘯𝘰𝘮𝘣𝘳𝘦𝘴 𝘥𝘦𝘭 𝘞𝘦𝘣𝘵𝘰𝘰𝘯, 𝘤𝘰𝘯𝘵𝘦𝘯...
