𝗟𝗢𝗢𝗞𝗜𝗦𝗠┊𝗢𝗡𝗘 𝗦𝗛𝗢𝗧𝗦 ✔️

𝗧𝗔𝗘𝗛𝗢𝗢𝗡

—Saquen sus libros y ábranlos en la página veinte.

Escucho con atención a la profesora, mientras busco mi bolso por todas partes y no lo encuentro. Resignada me giro a ver al único chico molesto que podría tenerlo.

—¿Dónde está?

—¿Dónde está qué? —pregunta Taehoon mirándome con el ceño fruncido.

—Mi bolso.

—No sé —responde girándose hacia la ventana—. Es tu bolso, no el mío.

—Taehoon entrégamelo —pido sintiendo como crece mi furia—. Necesito buscar mi libro.

—Podemos compartir el mío, no hay problema.

—Entrégame mi bolso.

—No sé de qué hablas.

—Los dos jóvenes de atrás guarden silencio —ordena nuestra profesora.

—Taehoon ya basta de bromas —susurro irritada.

—No estoy bromeando —murmura alzando las cejas—. Compartamos mi libro y listo.

—¿Por qué siempre haces eso? Siempre me ocultas las cosas y...

—¡Ustedes dos, están castigados!

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—¿Harás algo? —pregunto mientras limpio las mesas del salón.

—¿Para qué? —pregunta relajado. —Tú lo estás haciendo.

—Eres un idiota.

Me subo en la mesa para despegar algunos papeles con goma de mascar que lanzan al techo los bravucones del salón.

—¿Oye que haces? —pregunta Taehoon acercándose, se ubica a mi lado y me doy cuenta que me echa un vistazo bajo la falda.

—Imbécil, traigo short debajo —aviso notando su cara de decepción.

—Que engreída... solo quería ver el estado de la mesa.

—Como si no pudiera ver tus intenciones —me quejo tratando de despegar la mugre del techo.

La mesa se tambalea, pero no lo suficiente para hacerme caer. Aunque la mesa aún tiene el líquido que utilicé para limpiarla por lo que me hace resbalar, para mi suerte Taehoon está a mi lado y me atrapa entre sus brazos.

—¡Vaya! —lo felicito palmeando su duro pecho. —¡Que buenos reflejos!

Me deja en el suelo con cuidado para arreglarse la ropa.

—Pensé que me dejarías caer al suelo para luego burlarte —bromeo mientras me acomodo el uniforme.

—¿Por qué haría eso? —pregunta ofendido.

—No sé, porque es normal en ti odiarme.

—¿Por qué piensas que te odio?

—¿Y por qué me molestas? —consulto confundida.

—No sé, me gusta ver tu cara cuando te enfadas.

—¿Te gusta mi cara? —pregunto coquetamente con intenciones de molestarlo.

—Solo cuando te enfadas —me corrige poniéndose algo nervioso—. No pienses que me gusta tu cara así cuando estás normal o cuando estás sonriendo...

—Deja de hablar de mi cara —pido rodando los ojos—. Es raro.

—Tú empezaste.

—¿Qué? —inquiero riéndome en su cara—. Tu empezaste al decir que te gustaba mi cara cuando estaba enfadada.

—Mejor me voy, eres una egocéntrica que solo quiere hablar de su rostro.

—¿De qué hablas?... definitivamente eres un idiota —me burlo siguiendo con la limpieza—. Y mejor vete, no eres de mucha ayuda.

—¿No? —inquiere dejando sus cosas en el suelo—. Puedo limpiar esto en menos de diez minutos.

—Hazlo —digo con voz retadora.

El muy imbécil lo toma como un reto y comienza a limpiar el salón rápidamente mientras yo no hago nada.

—Te dije que podía hacerlo —anuncia con un rostro engreído.

Miro el salón con una sonrisa al verlo tan impecable.

—Gracias por limpiar por mí Taehoon —me rio en su cara y finalmente se da cuenta de que hizo todo el trabajo.

—¡Oye...! —frunce el ceño y aprieta la mandíbula.

—Ahora te entiendo —me cubro los labios para calmar mi risa y por alguna razón sus facciones se relajan—. A mí también me gusta ver tu cara cuando estás enfadado.