𝗟𝗢𝗢𝗞𝗜𝗦𝗠┊𝗢𝗡𝗘 𝗦𝗛𝗢𝗧𝗦 ✔️

𝗝𝗢𝗛𝗔𝗡

Suspiro algo cansada mientras limpio las mesas del lugar donde trabajo, faltaba poco para que cerráramos, solo esperaba que llegara Johan.

Normalmente viene a esta hora para que le diéramos la comida que sobra del día, como agradecimiento él me acompañaba hasta mi casa para cuidarme de los peligros de la calle.

Escucho que suena la campanilla de la puerta avisando que llegó un cliente.

—Hola Johan —saludo agitando mi mano mientras le sonrío—. Te serviré de inmediato, toma asiento.

Voy a la cocina y cuando vuelvo con los platos noto que hay alguien sentado frente a él.

—Lo siento no hay más, estamos por cerrar y...

—No te preocupes no necesito nada —interrumpe el sujeto amablemente cruzándose de piernas—. Solo vengo para hablar con mi amigo.

—¿Johan tienes un amigo? —pregunto asombrada y a la vez contenta, no me gustaba que fuera tan solitario—. Como eres su amigo puedo rebuscar algo en la cocina para ti.

—No es necesario —interviene Johan sin dejar de comer—. Se irá pronto.

—¿Y cómo te llamas? —pregunto hacia el nuevo amigo de Johan.

—Jace —se presenta con una sonrisa deslumbrante—. Y soy detective.

Lo último que menciona me parece algo innecesario, pero supongo que se siente orgulloso de lo que es.

—¿En serio? —me muestro fascinada por su profesión para agradarle.

—Sí, he resuelto muchos casos —me informa algo ególatra.

Por alguna razón siento que quiere impresionarme.

—No sabía que alguien tan joven podía ser detective —comento deslumbrada.

—Se puede —dice con orgullo, además estoy segura de que está emocionado por la fascinación que demuestro mientras me habla.

—Creo que tu jefe te está llamando —me avisa Johan tirando de mi mano para tener mi atención.

—¿De qué hablas? —Jace se burla de Johan—. Nadie la está llamando.

—Tú qué sabes —dice Johan a la defensiva mientras deja la comida a un lado—. No te sabes su nombre.

—Si lo sé —menciona Jace orgulloso señalando mi gafete de trabajo—. Por eso sé que nadie la ha llamado, en realidad no han llamado a nadie, deberías revisarte los oídos.

Observo como aparece un tic nervioso en el ojo de Johan, así que decido calmar un poco la situación.

—Tiene razón, creo que me están llamando.

En realidad, tampoco escuché nada, pero Johan no me mentiría confío mucho en él, además sé que tiene buen oído.

Hago el intento de marcharme, pero Jace me habla.

—Oye si alguna vez ocurre un caso por este lugar puedes contactarme y te ayudaré.

—¿Y cómo te contacto? —me giro para mirarlo y veo que me extiende su teléfono.

—Podrías darme tu núm-

No puede terminar de hablar porque Johan le arroja comida en el rostro.

—¡Johan! —grito mirándolo impactada.

—Es una costumbre de él —explica Jace limpiándose el rostro con tranquilidad—. Como te decía, puedes darme tu-

Johan nuevamente le lanza el resto de comida que le quedaba.

—¡Ya entendí! —grita Jace limpiándose con un pañuelo, ahora se veía algo irritado—. Solo quería molestarte.

—Y ahora nuevamente tendré que limpiar —me quejo cruzándome de brazos y Johan me mira apenado.

—Perdón...

Claramente no lo perdonaré.

Bueno a quien engaño. Solo basta que Johan me ponga ojitos de cachorro para convencerme de cualquier cosa.

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—¿Estás molesta?

—Claro que no —respondo mientras termino de trapear el piso.

—¿Segura?

—Si Johan —contesto sonriéndole para que me crea, pero sigue sin verse muy convencido. —No tenías que desperdiciar la comida de esa manera.

—Y tú no debes tratar tan bien a los desconocidos —se queja quitándome el trapero de las manos—. Nunca hablas tanto con los clientes.

—Pero es tu amigo pensé que debería tratarlo bien y hablar un poco con él.

—Yo no tengo amigos.

—¿Y yo qué? —pregunto llevándome la mano al pecho para dramatizar y fingir que estoy ofendida.

—Tú eres más que una amiga —explica apartando la mirada.

—Aww, gracias por considerarme tu mejor amiga —me aferro a su brazo emocionada, pero me mira raro.

Johan suspira mientras revuelve mi cabello.

—En serio agradezco que seas torpe.