Cuando Lincoln apagó la luz del baño y volvió a adentrarse en el dormitorio encontró a Luna sentada en el borde de la cama en ropa interior aplicándose crema en el vientre antes de ponerse el camisón. Le encantaba lo mucho que ella se cuidaba, y comprobar después de todo que su bebé seguía siendo toda una prioridad para ella.
Jackson había sido el último en abandonar su casa y no lo había hecho hacía mucho. Lincoln había estado recogiendo la mesa y Luna había decidido subir y darse un baño. Necesitaba despejarse y despejar un poco todas aquellas ideas que pasaban por su cabeza porque se había quedado preocupada por Lexa.
Fuese por el motivo que fuese aquel había sido un día muy dudo para ella, y Luna había sido testigo impotente de ello y no había sabido como ayudarla. Cuanto más lo pensaba, más agotada se sentía tanto física como mentalmente porque le resultaba difícil gestionar la frustración y la impotencia, especialmente últimamente con el embarazo.
Su mente solía jugarle malas pasadas por culpa de las hormonas y se encontraba a si misma de tanto en tanto algo exaltada.
Le hubiese gustado mucho que Lexa se hubiese quedado a pasar allí la noche pero ella había rechazado la invitación y había decidido marcharse con Roan. Luna sabía que no era personal, que era la manera que Lexa tenía de intentar protegerla de la realidad que quebrantaba su vida y por eso, y solo por eso ella había aceptado que se fuese.
Aún así admitía que seguía preocupada por ella.
No tenía ni la más mínima idea de lo que pasaba por su mente ya que Lexa por lo general era excesivamente hermética salvo cuando aquellas barreras infranqueables se veían transgredidas por algún mal recuerdo o por algún inesperado acontecimiento tal y como había sido el caso, y por tanto se veía impotente a la hora de poder intentar consolarla de la manera en la que a su hermana menor le gustaría.
Lincoln que bordeaba la cama mientras se quitaba el reloj disponiéndose a dejarlo en la mesilla se fijo en ella y en lo concentrada que estaba en algún punto del suelo y tan solo intentó distraer su atención con otra cosa.
—He pensado que ahora que vamos a ser tres, tal vez deberíamos empezar a buscar un lugar algo más espacioso —dijo Lincoln mientras se inclinaba soltando el reloj y deslizaba la mano por su muñeca frotándosela un poco antes de colocar una rodilla en la cama dejándose caer a su lado sobre el colchón—. ¿Qué te parece la idea?
Luna que sintió la mano de Lincoln deslizándose por su cintura para acariciarla con amor, volvió la cabeza para mirarle con una sonrisa algo desconcertada.
—Creía que habíamos acordado quedarnos aquí hasta que cumpliese dos o tres años y ya no tuviese que dormir con nosotros.
—Ya bueno pero he pensado que sería buena idea replanteárnoslo de nuevo —le dijo Lincoln acomodándose con la espalda apoyada en el cabezal mientras la atraía suavemente por la mano para que se acomodase junto a él.
Luna que terminó pasándose las manos con el resto de la crema por los muslos se movió torpemente por la cama hasta que su espalda cayó sobre el pecho de Lincoln que la rodeó protectoramente con sus brazos colocando las manos sobre su vientre mientras lo acariciaba con amor.
Cerrando los ojos Luna dejo caer la cabeza sobre su hombro y la volvió besando muy dulcemente el espacio entre su clavícula y su cuello y posó sus manos sobre las de él notando aquella sensación de bienestar y de confort al acogerla de aquella tierna forma.
Lincoln se estremeció al sentir sus labios y poso los suyos sobre su pelo cerrando los ojos al aspirar aquel aroma suyo que le volvía loco.
—Tardamos mucho en ir y venir del hospital y sé que amas esta tranquilidad de las afueras pero tal vez podríamos buscar un sitio parecido en la ciudad donde poder criarle. Deberíamos aprovechar todo el tiempo que el trabajo nos permita para disfrutar de él o de ella.
![](https://img.wattpad.com/cover/351014369-288-k142199.jpg)
ESTÁS LEYENDO
La Fugitiva. Nuevos Comienzos.
FanfictionII Parte de La Fugitiva. Cuando la vida te golpea tanto y tan fuerte ya solo queda una cosa por hacer, una única cosa. Levantarse. Y a veces por muy difícil que te parezca no te queda otra que poder. Sufrimos, reímos, lloramos y sentimos con ellos...