El corazón de Octavia Blake latía tan fuertemente dentro de su apretado pecho que lo único que deseaba realmente era poder actuar tal y como le apetecía hacerlo y poder arrancarle la cabeza a Ilian, así sin más.
Con su pecho aún subiendo y bajando por la fuerte presión a la que había estado sometida allá arriba en lo alto del club hasta ese momento tan solo cerro sus ojos y se movió como un animal enjaulado presa de la angustia y la irritación.
Ilian la sacaba de sus casillas.
Conseguía que perdiese los nervios como nunca nadie antes había conseguido hacerlo y le exasperaba su sola presencia.
Sabía que en algún momento las cosas rebasarían sus límites y que muy probablemente él consiguiese que Octavia cayese en su juego, pero aquello era algo tremendamente inevitable porque Ilian de algún modo sabía como provocarla de la peor manera y ella como la tonta se había dejado arrastrar por su juego. Y menudo juego.
No se arrepentía para nada de lo que había hecho pero si del espectáculo que habían dado frente al resto del club, como si las cosas no estuviesen lo suficientemente jodidas ya para ella tratando de salir del profundo agujero en el que se había metido ella solita a la fuerza.
Pero si había algo que a Octavia le había venido grande era que Ilian hubiese descubierto de un modo u otro que Raven le interesaba. No tenía ni idea como pero sabía que una alimaña como él utilizaría esa clase de información para beneficiarse y aprovecharse de ella y eso era algo con lo que no podía simplemente lidiar en aquellos momentos.
Todo eso estaba perjudicándole.
Y Octavia era consciente que a su salud le venía inconvenientemente mal todo aquello.
Cerrando los ojos se concentro en respirar mientras se llevaba una de sus temblorosas manos a los ojos cubriéndoselos ligeramente mientras concentraba toda su atención en mantenerse entera y no desquebrajarse al recordar la repudiable relación que les unía porque de hacerlo estaba más que segura ahora mismo que se desmoronaría.
Escuchó un sonido cerca de la puerta y cuando se volvió inmediatamente apartando su mano preparada para esa segunda tanda con Ilian no fue a él a quien encontró allí.
Fue a Raven.
Sus ojos la contemplaban con inquietud, inseguridad y desazón desde el umbral de la puerta donde permanecía tímidamente de pie con los brazos cruzados sobre el pecho abrazándose a si misma con desasosiego y preocupación por lo que había visto allí arriba,
Le inquietaba la manera en la que había visto a actuar a Octavia con aquel tipo el cual ya de por si intuía peligroso, y del que ella misma le había advertido hacía no tanto tiempo justamente allí.
Genial.
¿Alguna cosa más que pudiese mejorar aún mucho más aquella mierda de noche?, se preguntó Octavia con un punzante dolor en el medio de la frente.
Raven que vio a Octavia apartar la mirada de ella como si su sola presencia le molestase y con una expresión tan diáfana como si alguien se hubiese cagado en mitad de su alfombra no reculó. No se marchó de allí, ni se alejó. En lugar de eso dio un ligero paso hacia dentro del cerrado espacio fijándose bien en ella.
—Octavia...
Había cautela en su voz, cierto temor que hizo que a Octavia el estomago se le encogiera temblando aún de la rabia por la comprometida situación.
—¿Qué haces tú aquí? —quiso saber ella fríamente de lo más cortante apeteciéndole más bien poco el verla.
Raven que mantenía su atención concentrada en algún punto cerca de su mano ignoró ese tono descortes y de reproche que teñia su voz y aún así hizo el esfuerzo consciente de hablarle aunque la relación con ella fuese tan terriblemente implacable.
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La Fugitiva. Nuevos Comienzos.
FanfictionII Parte de La Fugitiva. Cuando la vida te golpea tanto y tan fuerte ya solo queda una cosa por hacer, una única cosa. Levantarse. Y a veces por muy difícil que te parezca no te queda otra que poder. Sufrimos, reímos, lloramos y sentimos con ellos...