Raven Reyes estaba tan concentrada en lo que estaba viendo en la pantalla de su ordenador que ni siquiera vio a Octavia Blake pasar frente a ella hasta que bordeo su mesa y se sentó sobre esta junto a su portátil con una chocolatina abierta entre las manos arrancando un pedacito de chocolate.
—¿Se puede saber qué miras tanto? —preguntó Octavia curiosa mientras se llevaba el pequeño pedacito a la boca y se asomaba un poco para ver lo que captaba tanto su atención—. ¡Ay va!
Raven que se ruborizó al escuchar a Octavia puso una cara mientras pulsaba una de las teclas que saltaba de una grabación a otra.
—No es lo que crees.
Octavia que contuvo una sonrisa mientras arrancaba otro pedacito de chocolate la miro dudosa.
—Lo que tú digas aunque ahora que lo pienso no sé si yo podría poner la pierna tan alta —le vaciló ella por un instante consiguiendo que Raven se escandalizase y le diese un empujoncito con la mano dejando escapar una cómplice risa.
—Pero que idiota.
Octavia que dejo escapar una carcajada ante su rubor se inclinó para besarla muy dulcemente volviendo la cabeza ahora hacia el monitor.
—Esa planta del Nightbloods es una locura —le recordó Octavia sabiendo que estaba repasando las ultimas grabaciones de la noche anterior en el club donde se había celebrado una fiesta para gente lo bastante excéntrica e influyente como para que todo se desmadrase.
—No me digas, no me había percatado de ello —ironizó Raven en broma para buscarle las cosquillas con complicidad mientras se pasaba la lengua por los labios para saborear algo del caramelo y el chocolate que los labios de Octavia le habían dejado.
Octavia que sonrió un poco mientras arrancaba un pedacito más y se lo acercaba a los labios para que probase de la chocolatina hizo un gesto.
—Será porque nunca subes arriba pero yo que tengo que estar constantemente allí ya te digo que lo es. El otro día tuve que sacar a un tío del lavabo vestido de pato, con una especie de pañal de plumas y todo, y un arnés super raro.
Raven puso una cara al oírla mientras apoyaba las manos de las rodillas de Octavia.
—A Sonya le habría dado un infarto con solo verlo.
—Y a mi también —dejo en claro Raven poniendo una cara de fingido disgusto antes de esbozar una sonrisa—. Aunque tampoco sería lo peor que he visto por las cámaras del club.
—Mejor no me lo cuentes, soy impresionable —bromeo Octavia cubriéndose la cara con la mano a modo de broma.
—Lo que eres, es impresionante —murmuró Raven arrugando la naricita con una sonrisa cómplice viendo a Octavia inclinarse nuevamente para besarla esta vez algo más dulcemente.
—Y si, lo soy —dijo Octavia al separarse con una sonrisita triunfante encantándole el poder picarla un poco—. Aunque ya sabes que no me gusta presumir de ello.
—Ya, ya, seguro que no —bromeo Raven antes de darle un par de toquecitos con la mano en el muslo para apartarla un poco y poder ver mejor la grabación antes de clasificarla—. Anda, aparta y déjame trabajar un poco.
Octavia que se aparto de la mesa algo divertida se contoneó a propósito para llamar su atención.
—Como quieras pero yo y mi chocolate nos vamos tristes a otra parte.
—No os vais tristes, no fastidies —protestó Raven al oírla, escuchándola reír después mientras se alejaba hacia el salón para dejarse caer en el sofá y poner la televisión.
Últimamente pasaba tanto tiempo en casa de Raven que ya apenas pisaba la suya salvo para coger ropa o para ducharse algunas veces.
Su relación iba viento en popa y a pesar de que habían sido unas semanas muy duras y difíciles, pasarlas junto a ella había hecho que todo fuese un poquito más tolerable y llevadero.
Estaban más unidas que nunca, y aquello resultaba estupendo.
Ojala les durase mucho, muchísimo tiempo.
Continuara...
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La Fugitiva. Nuevos Comienzos.
FanfictionII Parte de La Fugitiva. Cuando la vida te golpea tanto y tan fuerte ya solo queda una cosa por hacer, una única cosa. Levantarse. Y a veces por muy difícil que te parezca no te queda otra que poder. Sufrimos, reímos, lloramos y sentimos con ellos...