27. Inesperadas Sorpresas

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Octavia Blake no había tenido su mejor mañana aquel día, y tampoco el mejor de los reencuentros con su hermano pero para eso estaba la familia, ¿no? Siempre dispuesta a revolcarte en la más profunda de tus mierdas, como era de esperar.

La verdad es que se había despertado verdaderamente bien e ilusionada por primera vez en mucho tiempo con algo como lo era el poder contar con un nuevo trabajo en el que realmente le apetecía estar pero ese entusiasmo había ido decayendo por momentos y es que Bellamy Blake, su hermano había conseguido poner sus nuevos limites a prueba dejándole un regusto amargo en la boca, y un naciente nudo en el estomago del que ella se había querido deshacer cuanto antes.

Ahora que llevaba casi una hora y media en aquel club, el Nightbloods se sentía distinta. Mucho más centrada, enfocada en su labor y encantada ante la idea de volver a sentirse util y productiva de nuevo.

Sonya Hassler, la dueña del club se la había presentado a casi todo el personal presente en las instalaciones aquel día y les había dejado claro que a partir de ahora si tenían algún tema que les preocupase acerca de algún cliente, algún incidente o algo más, acudiesen a hablar directamente con ella porque Octavia iba a ser la encargada de poner orden allí junto a sus muchachos.

Sonya tenía clara la idea de como quería que funcionase el club y se había estado esforzando mucho entre sus ocupadas obligaciones para conseguirlo.

La gran mayoría del personal era nuevo por lo que aún no se habían formado muchos lazos irrompibles ni se había creado una influencia nefasta que pudiese alterar el orden natural jerárquico del club.

El personal más antiguo se había mostrado muy atento y solicito con Octavia, le habían enseñado todos los rincones secretos del club y además se habían puesto a su disposición de inmediato por si necesitaba su ayuda durante aquellos primeros días.

Las cosas para muchos allí estaban bien como estaban y aunque también había divisado a algún que otro empleado descontento ante su nombramiento por lo general se había sentido bastante bienvenida en el club.

Tampoco es que le crease ningún tipo de conflicto interno el no serlo, la verdad. Bastante mierda había pasado ya como para que un comentario inmaduro y estúpido o alguna mala cara la echasen para atrás. Estaba bastante curtida en todo eso y el haber sido inspectora de policía le suponía casi un extra porque su radar de imbéciles y gilipollas seguía prácticamente intacto.

Sonya le había dicho que la gerente llegaría tarde aquella noche, le habían surgido un par de inconvenientes que tendría que solventar antes de poder presentarse en el club y en los que ya estaba trabajando pero que confiaba en que ella pudiese encargarse de todo cuando ella no estuviese allí como parte de sus nuevas funciones.

Octavia le había dejado claro que no tenía problema con ello y que siempre que necesitase que se hiciese cargo de eso o de alguna otra cosa referente al club estaba más que dispuesta a ello.

También le había dicho que la encargada de instalar el nuevo sistema de seguridad aparecería esa noche para precisar con ella donde quería que instalasen las nuevas cámaras de vigilancia y dejar los menores puntos ciegos posibles a la vista. Sky Technology se encargaría de que todo estuviese al alcance de Octavia colocando en una de las paredes de su oficina y de la sala de seguridad muchos de los monitores que transmitiesen en tiempo real y grabasen lo que sea que estuviese ocurriendo en el club las horas que permaneciese este abierto y aún después, cuando se mantuviese cerrado las horas diurnas.

Sonya no había querido escatimar en gastos y de hecho podía permitírselo pero había preferido rehacer el club a su manera después de la decepcionante gestión que había hecho su hija Dakiva tanto en el hotel como en el club.

La Fugitiva. Nuevos Comienzos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora