28 de octubre de 1944
Baje las escaleras con prisa, y de un salto baje los últimos dos escalones, reí por mi casi tropezón, pero tanto como mi risa salio recordé que debía darle de desayunar a Jackson. Suspire y camine hacia la cocina Bajé hasta allí y me dispuse a prepararle el desayuno. Tosté rodajas de pan para él y le preparé un té.
Pero mientras terminaba de prepararle el té, pude notar su presencia. No quise ni mirar atrás, pero por el rabillo del ojos pude ver que se encontraba apoyado sobre el marco de la puerta, mirándome de arriba a abajo.
Cerré los ojos cuando sentía sus pasos que me daban a saber que se estaba acercando a mí. Me gire para dejar las cosas en la mesa, para ignorarlo, y cuando las deje, note que gruño y se volteo para poder mirarme. Tenía el ceño fruncido.
- Bueno días -susurré intentando aligerar el ambiente.
Frotó sus ojos y bostezó, mirándome con mala cara. Bajé la mirada, para no encontrarme con la suya.
Me dirigí hacia la cocina, evitando estar con él en un mismo lugar, con la excusa de que tenía que preparar lo que yo iba a comer. Pero él no demoró en seguirme hasta haya, y ubicarse atrás mio. Su cuerpo estaba básicamente pegado al mio, me tensé.
Sus manos se posicionaron con fuerza en mi cintura, y detuve mis movimientos.
- Jackson... Estoy cocinando -dije en un quejido, intentando alejarlo-. Ya serví tu desayuno.
Por desgracia escuche una risa de su parte, y sus dedos hicieron más fuerza en mi cintura. Chille.
- Jackson, por favor -le dije, casi en forma de suplica.
Pero conocía sus intenciones. No iba a rendirse tan fácilmente. Metió sus manos por debajo de mi camisa y apretó mis caderas con fuerza. Mi cuerpo se tensó como instinto. No tardó en acercar su boca hasta mi cuello, tal como había hecho hace unas semanas.
Intenté moverme, pero el me inmovilizó sujetándome con una mano mi cadera, colocando sus piernas a los costados de las mías, y con la otra mano, tomándome del cuello, cerca de la mandíbula, tomando total control de mí.
Chillé en cuanto sus uñas se clavaron en mis caderas, comenzando a herirme, como si intentara quitarme la piel. Y luego de eso mordió mi cuello, tirando de mi piel hacia afuera. Grité de dolor finalmente, él rió. Apego mi cuerpo contra el suyo y me empujo contra el mesón, gemí de dolor cuando esta me golpeo en todo el vientre.
Sus manos subieron por mi vientres recorriendolo completamente, solté un sollozo cuando volvió a morder mi cuello, me moví un poco hacia al lado, pero él presiono mi cuerpo.
- Es mejor para ti que no te muevas -me advirtió y volvió a meterse por mi cuello.
- Por favor, déjame en paz -le rogué, tratando de moverme. Pero él me tenía bien sujetada, y no había nada que podía hacer.
O quizás, sí.
Sin meditarlo más y ante un intento algo desesperado de evitar que las cosas llegaran más lejos, alejé un poco mi cabeza de la de él y terminé golpeándola con esta misma. Un dolor se proporcionó por lo que sería mi cráneo, pero vi cómo Jackson se quejaba y se alejaba un poco de mí. No perdí más tiempo y terminé empujándolo, alejándolo de mí.
Me voltee de inmediato y camine unos pasos hacia atrás. Él se quejaba, mantenía los ojos cerrados, y cuando finalmente se encontraron con los míos, divise su ira. Se empezó a acercar con pasos firmes y molesto, negué sintiendo el miedo recorriendo mi cuerpo.
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Love on a Hill || Stydia
RomanceLas esperanzas de vida de Lydia son pobres. Las de Stiles también lo son. A pesar de que compartan aquello, sus vidas son totalmente diferentes. Cuando sus caminos se crucen, se darán cuenta de que eran exactamente lo que necesitaban para ser feli...