27 de Diciembre de 1944
Estaba acurrucada contra el pecho de Stiles. Mis brazos lo envolvían y mis manos se unían tras su espalda. Tenía una oreja pegada a su pecho, donde escuchaba débilmente los latidos de su corazón.
Me encontraba sentada sobre su regazo, con mis piernas pegadas. Stiles me envolvía con un brazo, y con la mano del otro acariciaba gentilmente y con mucho cuidado la oreja que no estaba pegada a él.
Dejaba besos sobre mi frente, de alguna manera tratando de tranquilizarme. Aún sentía el estruendo de la bomba explotando a unos metros lejos de mí, y aún tenía el corazón inundado del terror y el miedo.
No había motivos de hablar, no era como si siquiera estuviéramos incomodos con nuestro silencio. Sólo queríamos descansar, o eso fue lo que le dije para quedarme más rato junto a él.
Acariciaba su espalda de vez en cuando y dejaba pequeños besos en su pecho también, de manera que podía trasmitirle calma también.
- ¿Duele? -preguntó dejando su mano sobre mi oreja, la acarició lentamente, moviendo el cabello al lado de mi oreja.
- Siento como un zumbido constante, a veces fuerte, y a veces casi imperceptible -susurré, acomodando bien mi cabeza en su pecho.
Stiles apretó los labios y me miró lamentando. Subió una mano hasta mi cabello y comenzó a acariciarlo, enterrando sus dedos en este. Cerré los ojos ante la sensación, tratando de buscar tranquilidad.
Movió un poco mi cabeza hacia un lado, y llevó sus labios hasta el lóbulo de mi oreja, tan solo acariciandola con ellos. Lo abracé fuerte, apretando su cuerpo contra el mío.
- Tengo miedo... -le comenté, tratando de que no me temblara la voz- Tengo miedo de no poder escuchar nunca más...
- Pero la recuperaste, Lyds -me dijo él. Me separé de su pecho sólo para ver aquellos ojos mieles que tanta paz me transmitían-. No la perderás. Tengo fe en eso.
Me incliné hacia sus labios para besarlo, él respondió suavemente. No era un beso muy apasionado tampoco, sólo quería sentirlo y él no se oponía a esa idea.
- Debería bajar -susurré cuando me separé de sus labios-. No quiero hacerlo, pero... Si me demoro, se preguntarán donde estoy.
Stiles asintió y se acomodó, para ayudarme a levantarse, caminó hasta su ventana y miró hacia afuera. Asintió.
- El humo ya no pega tan fuerte, vamos... Te voy a dejar -me dijo buscando mi mano para dirigirnos hacia donde nos solíamos encontrar.
Llevó sus manos a mis brazos y los acarició de arriba y abajo, llevó sus labios a mi cabellera y dejó un beso entre esta y mi frente, cerré los ojos.
Stiles pasó un brazo por mi cintura y me apegó a él. Juntos, y de forma algo lenta, fuimos caminando hasta la bajada, donde nos tendríamos que despedir. Al llegar allí, solo alejó su brazo de mi cuerpo para tomarme ambas manos. Entrelazó nuestros dedos y me regaló una vaga sonrisa.
- Te quiero, bombón -se acercó más a mí, hasta que mi rostro casi tocó su pecho.
Le sonreí en respuesta y me puse de puntitas de pie para unir nuevamente nuestros labios. Stiles deshizo el agarre de nuestras manos para llevar las suyas a mi nuca, la cual mantuvo firme, evitando que yo me separara de él.
Esta vez el beso si era apasionado, era una despedida, pero por suerte, sólo por un día, porque al día siguiente volvería.
Separé mis labios para intensificar el beso mientras mis manos se iban a sus hombros, impulsando a levantarme más. Él dejó escapar un suspiro en mis labios, para luego desahacer el beso lenta y dolorosamente.
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Love on a Hill || Stydia
RomanceLas esperanzas de vida de Lydia son pobres. Las de Stiles también lo son. A pesar de que compartan aquello, sus vidas son totalmente diferentes. Cuando sus caminos se crucen, se darán cuenta de que eran exactamente lo que necesitaban para ser feli...