Capítulo 101

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15 de Marzo de 1945

Bajé de la colina con pasos lentos, no precisamente porque estaba cansada o porque la hora de llegada me daba igual, sino porque pensar en cada momento de la noche pasada me daba cosquillas en la punta de los dedos de mis pies, haciendo que quisiera mantener cada recuerdo en mi mente.

Aún así cuando finalmente me paré frente a la puerta de mi casa, di una bocada de aire antes de abrir esta.

Era temprano, pero no lo suficiente para que Jackson estuviera dormido, por lo que cuando entré por la puerta me topé con su mirada bajando de la escalera.

Cerré la puerta tras de mi y me giré para mirarlo, él ya había bajado las escaleras completamente, y me miraba apretando los labios.

- Buenos días -susurré pasando la lengua por mis labios, mientras llevaba mis manos a la espalda. Jackson levantó las cejas-. Esto... El desayuno, lo prepararé ahora mismo.

La realidad me golpeó como si me acabaran de echar un balde de agua helada. No todo lo bueno podía durar, y ahora tenía que tratar de hacer lo posible para evitar una cantidad mayor de golpes a la que en realidad me merecería, según Jackson.

- ¿Estuvo tan aburrida la fiesta que tuviste que escaparte ni bien apenas había empezado? -acotó en forma de regaño, mirándome con ojos fríos, llenos de desprecio y odio-. Tus padres te arman una fiesta de cumpleaños y así se lo agradeces...

Antes de que Jackson pudiera soltar una palabra más, se escucha el sonido de alguien golpeando la puerta. Se ve sorprendido, pero no tarda en acercarse hasta esta para abrir y fijarse quien es.

Me llené de esperanza por un segundo al ver a Scott parado, con su uniforme. Quizás podría distraer a Jackson hasta que tenga que irse a trabajar.

- Scott -dije primero que él y Jackson. Él me sonrió-. Ven, pasa, pasa. ¿Quieres que te prepare algo? Justo estaba por hacerle el desayuno a Jackson.

Noté como Jackson me echa una mirada, que no es nada más que una de regaño, tragué saliva sonoramente y en un salto llego hasta donde esta Scott para tomar su mano y hacerlo entrar. Jackson demora en cerrar la puerta, y cuando lo hace, le da un golpe algo fuerte. Estaba molesto.

- Scott, la verdad es que no te esperábamos -dijo Jackson llegando hasta donde él, y mirándolo con la mandíbula levemente apretada-. No te esperábamos en absoluto.

- Oh... -dijo Scott girándose a mi, apreté los labios negando de un lado a otro lentamente, intentando decirle que no se marché. Por suerte, lo notó-. Bueno, yo y Lydia estamos volviendo a ser amigos, y quería... Venir a visitarlos, a ambos, claro.

Jackson soltó una risa y llegó a mi lado, agarrándome por el brazo, sin ser brusco pero si apretando más de lo que debería, cerré los ojos.

- Bien... Entonces, Lydia, no demores más y ve a preparar el desayuno de una vez -dijo este. Mirándome con el ceño totalmente fruncido.

Los dejé solos en la sala común y me dirigí a la cocina para preparar algo para comer. Luego de tener todo listo y colocar las tazas en una bandeja, me acerqué con cuidado hasta la mesa en donde ambos estaban charlando de una forma seca pero de todas formas activamente.

Cuando me senté con ellos, noté que estaban hablando sobre su trabajo. Para decir verdad, escuchar sobre aquel tema me ponía demasiado incómoda y me entristecía en el alma, por lo que preferí alejarme.

- Yo... -balbuceé, parándome y haciéndome a un lado-. Mejor voy a limpiar todo lo que quedó de la fiesta...

Ambos se giraron a mi, y Scott me dio una mirada algo apenada, él sabía lo mucho que me molestaba, sonreí hundiendome de hombros.

Love on a Hill || StydiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora