Love on a Hill || Stydia

Capítulo 80

ADVERTENCIA: este capítulo de por sí presenta un contenido más violento en relación a todos los anteriores. Leer bajo responsabilidad.

6 de Enero de 1945

Me senté sobre la cama. Jackson ya estaba acostado, mirando hacia la pared. Solté un suspiro.

Liam ya se encontraba a salvo, escondido en su lugar de siempre. Le había dejado comida por demás, y le había dado más cobijas en caso de que tuviera frío.

Nada podía salir mal... Excepto que sí podía.

Me dispuse a levantarme para apagar la luz, pero antes de que lo hiciera, esta se apagó sola. Y no sólo esa, sino que todas las de la casa. Se había cortado la luz.

Maldije en voz baja. Tardé un par de segundos en pensar mejor sobre la situación en la que me encontraba.

No había luz. Todo era oscuridad. Liam está encerrado en las penumbras. El niño le tiene fobia a estar oscuras.

Jackson se levantó de inmediato, sólo sentándose en la cama, creo que debía haber tomado cuenta de la situación que estábamos viviendo. La luz se había cortado, probablemente en todas las casas que rodeaban el sector.

Fue un silencio que duró minuto y medio, tal vez menos o tal vez más. Pero entonces un grito se escuchó desde abajo, uno acompañado de un sonoro sollozo y de terribles escalofríos en mi espalda, teniendo en cuenta que algo malo estaba por pasar.

Jackson se levantó esta vez de la cama y me miró alerta. Yo cerré los ojos un segundo y caminé hacía él.

- La luz se fue tendremos que dormir de una vez... -traté de decir sonando segura, entonces otro grito sonó, seguí hablando tapándolos-. Jackson, ¿a que crees que se debe el corte de luz...? ¿Crees que bombas pueden llegar, deberíamos ir a revisar afuera de la casa, quizás algo pasó...?

- Calla -me detuvo mirándome algo confundido. Apreté los labios, deseando que ningún grito más se escuchara.

Entonces pasó. Otro gritó sonó, este no solamente sonó con sollozo, sonó gritando mi nombre.

Jackson abrió la boca y me miró con los ojos entrecerrados. Yo me quedé estática, sin saber que decir.

Por favor que sea un sueño. Por favor que Liam no haya gritado mi nombre. Por favor. Por favor.

- Debe... Debe ser alguien de afuera, algún niño del vecindario -comenté, tratando de pasar desapercibida, aunque fuera imposible-. Tú vuelve a la cama, tranquilo... Yo me encargo...

Antes de que siquiera pueda moverme, Jackson puso una mano en mi hombro y lo apretó con fuerza, haciendo que me vuelva a callar. Caminó hasta las escaleras, y yo lo seguí alerta.

Otro sollozo se escuchó, y fue allí cuando él empezó a bajar las escaleras. Lo seguí sin dudarlo.

- Quédate en la habitación -ordenó sin dejar de bajar las escaleras, con fuerza. De ningún modo le hice caso, me moví a más prisa que él.

Cuando llegó abajo giró dando un vistazo a toda la casa, cerré los ojos.

- Jackson, ¿Que estas buscando?, aquí... No hay nada -traté de hablar fuerte cuando otro sollozo se empezó a escuchar.

Jackson negó de un lado a otro y me miró con la mandíbula apretada. Cerré los ojos.

- Calla -habló más firme esta vez.

- Creo que deberías ir a dormir, mañana debes trabajar, yo me quedaré aquí y así... -antes de que pudiera seguir hablando puso su mano en mi boca la apretó fuerte. Cerré los ojos.