21 de Marzo de 1945
Tenía el corazón latiéndome a más no poder. Desde que había escuchado la noticia del doctor, este no había parado de bombear más de lo normal. Llevé mis manos a mi abdomen y lo acaricié. Traté de contener la sonrisa en el rostro, lo cual era bastante difícil.
No podía creerlo. Era increíble. Me hacía sentir de las mejores sensaciones al mismo tiempo que me preocupaba y me asustaba. Pero siempre terminaría inclinándome por el lado bueno, dejándome llevar por la emoción.
Era aterrador pensar en lo que sucedería, como sobrellevaría esto y cómo, simplemente, lo haría. Pero la noticia en sí me emocionaba tanto que mi cabeza no se dejaba llevar por el temor.
No esperaba esto. Debí hacerlo, debí haberlo previsto, darme cuenta de que podía haber una pequeña posibilidad de que esto ocurriera. En cambio, no lo hice, no lo vi venir.La noticia me había llegado de repente, pero por supuesto, la alegría no era menos por no haberlo esperando, incluso era más.
Iba a ser madre, iba a criar un bebe, una persona me pertenece, una persona será mi hijo o hija. Solté una risa de repente cuando esos pensamientos llenaron mi cabeza.
De repente pensé en Stiles, en cómo estaría al escuchar esto. Lo recuerdo cuando Liam y él jugaban, recuerdo lo mucho que se había encariñado, y lo protectivo que era con él. Será un buen padre, de eso no cabe duda.
Salí a la sala de espera, donde Scott se encontraba sentado en una silla. Sus codos sobre sus piernas, su rostro sobre sus manos. Golpeaba un poco el suelo con sus pies, marcando un ritmo, y se veía bastante impaciente.
Apenas me vio, se paró enseguida y se acercó hasta donde estaba yo. Me tomó por los hombros, examinándome de arriba a abajo.
- ¿Estás bien? ¿Tienes algo? ¿Qué te dijo el doctor? ¿Estás bien?
- Estoy perfecta -le dije, sonriéndole. Él soltó un suspiro, aliviado-. Más que bien.
- ¿Segura de aquello? -entrecerró los ojos, y frunció el ceño. Asentí- ¿Te dijo algo sobre los moretones?
- Eventualmente se me irán y no son nada de que preocuparse -le garanticé. Él asintió, refregándose sus manos por los ojos.
Scott empezó a caminar a mi lado, llevando en sus manos su chaqueta y mi abrigo, me entregó este para que me lo pusiera, en lugar simplemente lo agarré con las manos y seguí mi paso.
- ¿Te dieron medicamentos? -preguntó. Negué de un lado a otro-. ¿No quieres ir a comer a algún lado?
Me detuve a medio paso, girandome a él para mirarlo. Llevé mis manos a la otra para unirlas y jugar con mis dedos.
- Quiero ver a Stiles -respondí. Scott sonrió levemente-. Ve a casa, yo... Volveré a la tarde, ¿si?
Este asintió levemente, dejando escapar una pequeña sonrisa. Llevó sus manos a mis hombros y beso mi cabeza.
- Ve con cuidado -asentí y le regalé una última sonrisa antes de girarme hacía el lado contrario donde él se giraba.
Caminé hasta la colina a paso rápido y sin detenerme: no podía esperar a llegar hasta donde estaba Stiles y contarle la noticia.
Lo conocía. Sabía que se iba a emocionar, sabía que esto iba a ser algo tan lindo para él como para mí. Aún así, estaba segura que se iba a preocupar demasiado.
¿Y quién no lo haría? La situación ameritaba a eso. Mi pareja era una persona que estaba escondida en una colina, quien ni podría ser vista si ni no sería llevada a un campo de concentración.
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Love on a Hill || Stydia
RomanceLas esperanzas de vida de Lydia son pobres. Las de Stiles también lo son. A pesar de que compartan aquello, sus vidas son totalmente diferentes. Cuando sus caminos se crucen, se darán cuenta de que eran exactamente lo que necesitaban para ser feli...