Capítulo 26

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6 de Noviembre de 1944

Había sido una semana llena de paz. De una forma sorprendente, Jackson no me había levantado la mano ni una sola vez en la semana. Esperaba que eso fuera un progreso.

Hice lo más rápido que pude. Luego de llegar a mi casa, esperé media hora hasta que llegó Jackson. Por suerte, ese transcurso de tiempo me alcanzó para preparar la comida. Hice una porción más de lo usual para luego alcanzársela a Stiles.

Jackson comió rápidamente y se fue, tal como siempre lo hacía. Después de su partida, llegó la mía. Metí la porción de comida en un paquete para luego meterlo en una bolsa y salir corriendo hacia la colina, donde asumía y sabía que Stiles me estaba esperando.

Subí con cierta prisa, y que mientras más antes llegaba, más rato podría pasar a su lado y a fin de cuentas eso era lo que quería.

Estar a su lado era sin duda alguna todo lo que quería, poder abrazarlo, tocarlo y hasta besarlo. Bueno, besar las partes de su cuerpo que estaban permitidas, porque a medida que pasaban los días nuestros labios nunca lograban unirse, por más que me moría por ese roce.

Parece totalmente prohibido y eso por una parte me frustraba bastante. Me frustraba querer besarlo tanto, querer sentir sus labios sobre los míos. Sobretodo porque necesitaba de ese roce. Y parecía enfermizo, realmente enfermizo que me muriera por besar a ese chico, porque me moría por poder besarlo una y otra vez, de todas las maneras posibles.

Jamás me había sentido de esa manera por un chico, nunca había muerto por un beso como estaba muriendo en aquel momento. Pero se había convertido en una necesidad. Necesitaba besarlo, necesitaba que me bese, necesitaba que nos besaramos.

Seguí caminando hasta la cima de la colina, donde lo encontré sentado contra el árbol, con los ojos cerrados.

Dejé la bolsa de comida a su lado y me posicioné frente a él parar ver si estaba despierto, al ver que no se movía estiré mi dedo para recorrer su nariz, pómulos, mejillas, mandíbula, mentón y finalmente los labios.

Partí por el labio inferior donde lo moví lentamente y cuando separo sus labios sobre mis dedos una sonrísa se me escapó para acariciar su labio superior.

Dejé un pequeño beso sobre las comisuras de sus labios, aprovechando que estaba algo dormido. Deseé haber llegado un poco más lejos que solo las comisuras.

Paseé mi dedo índice sobre sus labios. Mordí mi labio inferior inconscientemente. De repente, las ganas me superaron, lentamente sin dejar de acariciar su labio me fui acercando, la cercanía se podía casi cortar con una tijera, un jadeo salio de mis labios cuando nuestras narices se rozaron.

Estaba a un paso de poder tocar sus labios, y cuando iba a darlo Stiles soltó un pequeño gruñido.

Me lancé hacia atrás y tragué saliva cuando vi que sus ojos se abrían lentamente. Pestañeó un par de veces cuando me vio frente a él y una timida sonrisa apareció por su rostro, yo mientras no quería ni imaginar mi sonrojo.

Una sonrisa iluminó su rostro y me hizo sentirme más tranquila al saber que no se había inmutado de mi acercamiento.

Le sonreí.

— Hey... —me saludó con una sonrisa al mismo estilo que yo—. Me dormí... Lo siento.

— Acabo de llegar —le expliqué y él asintió—. Y te traje comida...

Sus ojos inconscientemente se iluminaron. Sonreí, y no pude evitar acercarme y besar tiernamente su frente. Me levanté y noté como él se levantaba junto a mi, entrelazó su mano con la mía y me guió hasta su casa, como ya era de costumbre.

Love on a Hill || StydiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora