Capítulo 97

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14 de Marzo de 1945

Cumplía un año más, y me sentía totalmente igual. No había nada diferente que no hubiese sentido cualquier otro día de mi vida.

Era mi decimonoveno cumpleaños y lo único que quería hacer era pasarlo con Stiles. Y lamentablemente, sólo iba a poder hacerlo muy poco, ya que mi madre seguía llamándome y hablando sobre la gran fiesta que tenía a la noche.

Agh. Una maldita fiesta con gente mayor amiga de mis padres, con personas del ejército y muchas personas más que no podría interesarme menos. La única persona que me interesaba que fuera era Malia. Sin ella, realmente no sabría qué hacer.

Aquel día por la mañana no fue nada diferente a los demás. Jackson actuó cómo si fuera cualquier otro día en la mañana, agradecí que no hiciera algo para arruinar aquel día. Mamá no vino por la mañana tampoco, por lo que definitivamente estaba sola.

Y cómo lo que más deseaba era correr hacía los brazos de Stiles y pasar mi cumpleaños junto a él, no me demoré más y luego de ponerme mi abrigo partí caminando hacía la colina. Era más temprano que de costumbra y en parte aquello me alegraba más, ya que significaba más tiempo junto a Stiles.

Esperaba a Stiles estar sentado donde siempre esta, sin embargo no lo estaba. No me estaba esperando en aquel árbol el cual siempre esta.

Antes de desanimarme o algo así, tuve una pisca de preocupación y los nervios por imaginar que tal vez si bajó causaron que me doliera el pecho, aún así al llegar más arriba recuperé la calma al ver el suelo.

Una emoción recorrió todo mi estómago cuando leí que con flores había escrito una frase: "Feliz cumpleaños, bombón". Eran de todos los colores y las había ordenado para causar un patrón con ellas. Solté una risa y antes de siquiera seguir pensando me eché a correr colina más arriba para poder llegar a la casa.

Sentía euforia al pensar en el tiempo que Stiles habría tardado en hacer eso. La cantidad de flores que tuvo que recoger y acomodar. Se las había manejado para hacer un regalo perfecto con los mecanismos que podía.

Llegué corriendo a su casa, y empujé con fuerza la puerta para entrar en el momento en el que se me había ido el aire de lo apurada y agitada que había estado. Me preocupé al ver que él no se encontraba en su casa.

- ¿Stiles? -pregunté, observando la cabaña, para ver si se encontraba en algún lado.

Antes de decir otra palabra, sentí como unos brazos me rodeaban y me apretaban contra su cuerpo. Solté una risa.

- Feliz cumpleaños, cariño... -susurró mi novio. Ensanché la sonrisa en el momento en el que depositó un largo beso sonoro sobre mi mejilla.

Me giré en un movimiento veloz para quedar frente a él, plante un beso en sus labios, uno que él respondió, de ese vino a otro y de ese otro, rápidamente empezó a dejar besos en la comisura de mis labios, mi mejilla y el resto de mi cara.

- No, puedo... creer... Que ya... Tienes 19 -dijo entre besos que dejaba por todo mi rostro.

- Lo dices cómo si hubieras estado toda una vida a mi lado -reí. Stiles se separó y me sonrió.

- Es que así se siente, bombón -bajó sus manos a mi cintura, al igual que yo decidí agarrarme de su cuello.

Stiles me movió a pasos torpes hacía atrás hasta que chocaramos con la mesa, donde no demoré en dar un salto y dejar una abertura entre mis piernas para que se situara allí. La sesión de besos se prolongó por un largo tiempo hasta que finalmente Stiles se alejó de mi para apoyar nuestras frentes.

Love on a Hill || StydiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora