Capítulo 105

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16 de Marzo de 1945

Mis padres se encontraban sentados frente a mí. Tenía mi pierna izquierda sobre la derecha y me sentía nerviosa. No sabía por dónde empezar. Mantuve la mirada en mis pies.

Scott se había encargado de llamarlos, contándoles que había pasado la noche en su casa. Se limitó a ir más en lo general, por más que mi padre hubiese preguntado demasiado. Le agradecí por mantenerse confidencial.

En ese momento, mi amigo se encontraba a mi lado. Apoyó su mano sobre mi hombro y le dio un leve apretón, como tratando de transmitirme confianza. Levanté la vista para mirarlo a la cara. Le sonreí de lado

Scott les había ofrecido te, por lo que por suerte ellos se habían mantenido fuera de cuestionarme cosas, eso hasta que claro dejaron el té de lado.

— Lydia, estamos aquí hace minutos y todavía no has abierto la boca —declaró mi madre con impaciencia—. ¿Podrías decirnos que está pasando?

— No es fácil —Scott salió a la defensiva—. Dejen que se tome su tiempo.

Mi amigo empezó a acariciar mi hombro, y de alguna forma me tranquilicé un poco. Suspiré.

— Bueno, nosotros estamos esperando... —volvió a decir esta luego de un rato—. Queremos saber que ocurrió, ¿Por qué dormiste aquí? ¿Donde esta Jackson?

— Es... Precisamente de Jackson de quien tiene que hablar —volvió a decir Scott.

— Entonces que hable ya —respondió mi mamá elevando los brazos. Cerré los ojos con fuerza.

Bajé la mirada apretando los labios y los puños con fuerza, cómo tratando de darme fuerzas a mi misma.

— Jackson... Él les estuvo mintiendo todo este tiempo —susurré por poco en algo inaudible.

— Lydia, sabes que cuando hablas en murmullos nadie puede entenderte —mamá volvió a decir, algo inquieta.

Parecía estar bastante desesperada porque dijera lo que fuera que tuviera que decir, estaba nerviosa y con razón, sabía que algo pasaba y que demorara tanto la ponía aún más histérica.

— Es difícil... —susurré esta vez más alto que la anterior, aún siendo un susurro algo asustada de lo que se podía venir—. Es... Doloroso.

Mamá iba a decir otra cosa, pero entonces fue papá, quien la detuvo, poniendo su mano en la rodilla de ella y luego dijo:

— Cariño... Puedes confiar en nosotros, ¿lo sabes, no? —dijo él con una sonrisa amigable—. Lo que sea que ocurre... Tiene arreglo, te lo prometemos.

Asentí con la cabeza. Le di una mirada a Scott, quien seguía con su mano sobre mi hombro, y este también hizo un movimiento con la cabeza. Suspiré.

— Sólo les voy a pedir que guarden silencio hasta que termine... —dije. El corazón me latía con fuerza y no podía dejar quietas mis piernas— Por favor, no me interrumpan.

Ellos asintieron, esperando ansiosos e intrigados a que empezara a hablar. Decidí que ya era la hora de hacerlo.

— Jackson me está lastimando.

Aquella primera oración causó distintas reacciones en mis padres. Los ojos de mi papá se abrieron de repente, poniéndose ansioso, mientras que mi mamá me miró confundida. Sin embargo, pude notar por su mandíbula tensa y su mirada en el suelo, evitando la mía, que sabía de lo que yo estaba hablando.

— Lo hace desde que me comprometieron con él. Me abofeteó una vez y a partir de allí no ha parado —apreté mis labios por un segundo. Temí que mi voz se quebrara—. Lo hizo hasta el día de ayer, en el cual sobrepasó el límite.

Love on a Hill || StydiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora