Capítulo 52

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5 de Diciembre de 1944

Estábamos básicamente estirados sobre la cama de Stiles. Mis piernas caían de forma diagonal y él estaba recostado sobre estás. Acariciaba su cabello mientras al mismo tiempo le contaba lo recién ocurrido. Él me escuchaba concentrado al igual que siempre, y de costumbre preguntaba cosas de las cuales dudaba.

De lo que me había dado cuenta es que luego de que paso nuestro último incidente, la puerta de la habitación del padre de Stiles estaba cerrada, antes siempre estaba abierta, dando a conocer el frívolo exterior de esta, pero ahora se mantenía cerrada siempre. Jamás quise comentar acerca de eso ya que era la manera en la que Stiles se tomaba las cosas, y estaba bien para mi.

Nunca se lo cuestioné. Sabía que si él quisiera, me contaría. Luego de el último incidente, preferí evitar hablar sobre su padre.

- No puedo creer que Scott pronto se casará... -comenté, con mi vista al techo, sin dejar de jugar con los cabellos de Stiles.

- Dime que no es con la novia tan escalofriante como yo sentí que fue conmigo -bromeó él. Solté una risa.

- No, claro que no. El la trata como si... Como si fuera un tesoro -susurré.

- Oh, no. Estoy seguro de que no la trata de la manera en la que yo te trato a ti -repuso él. Yo finalmente lo miré.

- ¿Ah, sí? ¿Me consideras tu tesoro? -lo desafié.

- Te considero la más bella mujer que pisó este mundo, y me atrevería a decir que también el universo -dijo él y yo reí-. Es verdad, bombón.

- Eres tan extremadamente tierno... -susurré y vi como sus mejillas empezaban a ruborizarse por lo que se volvió a voltear soltando una tierna risa.

- Es porque estoy enamorado de ti -me dijo y sonreí.

Metí los dedos más entre su cabello permitiéndome empezar a desordenarlo, a él parecía gustarle así que no me detuve.

- Tienes mucho cabello... -susurré. Él se levantó de golpe mirándome con los ojos abiertos, sus labios se separón un poco.

- ¿N-no te gusta? -preguntó y yo sonreí lentamente llevando mi mano a su cabello una vez más.

- Me encanta, tonto... Lo decía porque me llama la atención -le respondí casi obligándolo a volver a recostarse sobre mis muslos.

- Quizás debería cortarlo... -repuso él, encogiéndose de hombros-. Además, quiero te que guste....

- ¡Pero me gusta! -me quejé.

Stiles resopló, desordenando su cabello con las manos. Gruñó.

- Lydia... ¿Puedo pedirte un favor? -me preguntó, de una forma muy tímida. Busqué su mano, incorporándome en su cama, expectante a lo que podría decirme.

- Claro.

- Podrías... ¿Podrías cortarme tu... el cabello? -me pidió.

Sonreí hacia él y me acerqué de modo que nuestras caras estaban bastante cercas, le sonreí él me imitó.

- ¿Como... ahora? -susurré sin entender lo que él quería. Él rió.

- No, no... Mañana, cuando puedas, digo, no tengo tijeras... -me dijo y yo asentí lentamente.

- Pero, Stiles, en serio, no creo que...

- Quiero hacerlo -me interrumpió y llevo su mano encima de la mía-. Realmente quiero hacerlo. Quiero gustarte.

- Stiles, me gustas y lo sabes... -empecé a decir, pero no terminé la frase ya que él unió sus labios con los míos.

Me sorprendí y todavía estaba la posibilidad de detenerlo para seguir debatiendo, pero el sabor de sus labios me tenía enganchada a un nivel que hasta me olvidaba de lo que pensaba antes de que me besara.

Love on a Hill || StydiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora