Capítulo 54

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6 de Diciembre de 1944

Scott parecía haber dejado el tema de mi relación con Stiles de lado, tanto que ya ni siquiera se atrevía a opinar sobre él. Simplemente lo había dado por acabado, y eso de alguna forma me mantenía más calmada. Sabía que aún no lo aprobaba del todo, pero también sabía que no podía luchar contra mí. Podía notar lo mucho que él me quería, y lo mal que le hacía verme mal. Es por eso que dudo que alguna vez más haya querido alejarme de Stiles, sabiendo que él era la principal causa de mi felicidad.

Me encontraba en la modista, junto con Allison y Malia. Con esta última habíamos decidido acompañar a nuestra amiga a su última prueba de vestido. Yo no podía creer que Allison estuviera por casarse en dentro de tan poco tiempo, al igual que tampoco podía creer que se casaría con aquella misma persona con la cual yo jugaba con mis muñecas cuando éramos pequeños; con la misma con las cuales jugábamos a partidos de fútbol, con la misma que siempre fue mi confidente.

Estaba tan feliz que habían logrado encontrarse el uno con el otro. Parecían destinados a estar juntos. Y con tan sólo ver la manera en la que se miraban notaba lo muy felices que estaban y lo cómodos y alegres que se sentían en compañía del otro. Y eso por alguna extraña manera hacía que mi esperanza de que algún día podría pasar la vida junto a la persona que quiero creciera. Ellos, verlos juntos y enamorados, hacían que mi esperanza por pasar la vida junto a Stiles fuera más fuerte.

Allison finalmente abrió la cortina del probador, y empezó a mover la cola de este de un lado a otro. Mi vista se engancho de inmediato en lo lindo que le quedaba ese vestido. Ella pareció notarlo en mi rostro, porque se dio media vuelta hacia el espejo y empezó a arreglar su cabello.

Como forma de ayuda, Malia tomó uno de los velos de muestra para ponérselo sobre la cabeza, levantándoselo al principio, acomodándolo junto a su cabello. Caminé hasta ellas y no pude evitar acariciar los brazos de Allison para demostrarle el orgullo y emoción que me daba al verla así.

- Luces tan hermosa, Allison -le confesé, observando aquel vestido que le quedaba a la perfección.

Allison se llevó las manos a la cara, tapándose los ojos. Soltó un pequeño sollozo de felicidad, y yo la envolví cuidadosamente con mis brazos. Ella me abrazó.

- No puedo creer que estoy por casarme con Scott -nos confesó una vez que se separó de mí-. Recuerdo haberlo visto caminar enfrente de mí como si nada... Mi alma se me cayó a los pies. Quedé embobada. No sabía que podría tener una oportunidad con él... Y mírame ahora, voy a casarme con él.

Malia sonrió algo orgullosa, y acarició su brazo.

- Nos alegramos tanto por ti, Allison -admitió. Mi amiga la miraba a la futura esposa de mi mejor amigo con una expresión de admiración.

Ella se dio otra vuelta sobre sus pies, divisando cada parte del vestido, y agitándolo sin poder evitarlo de un lado a otro, tal como si fuera una niña contenta.

- Dios, me gusta tanto -admitió y lo movió una última vez para mirarnos. Soltó una risa llena de emoción.

- Te queda muy bien -vino la modista a la habitación. Se sorprendió al verme a mí- ¡Oh, Lydia! Hace tanto que no te veía a ti... Hace mucho que no vienes a probarte tu vestido.

Tragué saliva de forma sonora. Antes de conocer a Stiles, antes de tener que vivir sola con Jackson, había ido a aquel lugar a hacerme el vestido. Eso fue ya hace un tiempo, y sólo me lo había probado una sola vez.

La realidad era que quería evitar los eventos. Pensaba que si yo tuviera el vestido ya listo, sería aceptar que la realidad era que me casaría con Jackson. Y realmente eso era lo que yo no quería. Quería quedarme en mi pequeño mundo, junto a Stiles, donde lo único que necesitamos para casarnos es un solo anillo, una corona de flores, y la felicidad que los dos nos brindábamos día a día.

Love on a Hill || StydiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora