7 de Enero de 1945
Malia lentamente me puso la blusa, luego dejó esta caer por mi cuerpo. Se movió hasta quedar frente a mi, apretó los labios.
- ¿Duele mucho? -preguntó algo asustada. Negué de un lado a otro hundiéndome de hombros.
- Duele... Pero no mucho, ya sabes -asintió con prisa y me regaló una sonrisa.
Se levantó y estiró su mano para ayudar a levantarme, movió mi cabello ordenándolo y poniendo este detrás de mi oreja.
- Nada de lo que esta pasando debería pasarte a ti, ¿lo sabes, no? -preguntó ella acariciando mi mejilla esta vez. Me hundí de hombros y baje la mirada, sin saber que decir u opinar al respecto
Malia me tomó del brazo y me encaminó hacía afuera de la casa, a pasos lentos caminamos hasta la colina. No dijimos mucho, pero tampoco temíamos mucho que decir. Íbamos caminando a pasos lentos, ya que las dos temíamos que cualquier paso en falso pudiera hacerme caer. Para mi fue una eternidad en el infierno, ya que tenía el tiempo de sobra para pensar en cómo le diría a Stiles sobre Liam.
Antes de llegar a la cima, mi rostro ya estaba cubierto de lágrimas nuevamente. Me imaginaba la expresión rota de Stiles y eso me estaba destruyendo. Malia me hizo parar. Bajé la mirada, desviándola para que ella no me vea. Ella apretó los labios, pero llevó sus manos a mis mejillas. Con sus pulgares, secó algunas de las lágrimas que caían.
- Stiles entenderá, Lyds -me sonrió de lado, casi como si me hubiera leído la mente-. No puedes culparte por esto.
- Voy a romperle el corazón -sollocé y apoyé mi cabeza en el hombro de mi amiga. Ella puso sus manos en mi cintura, con cuidado. Normalmente las hubiera puesto alrededor mío, uniéndolas en mi espalda, pero sabía que aquello sólo empeoraría todo.
Malia dejo apoyarme en su hombro para luego acariciar parte de mi cabello.
- Tú corazón esta roto también... -susurró ella besando mi cabeza-. Y tanto él... Cómo tú, se necesitan al otro para arreglar su dolor.
Solloce una última vez antes de que ella me alejará de su hombro y limpiará mis lágrimas.
- Eres fuerte, Lydia Martin... Sólo necesitas a alguien que te le recuerde -dijo ella besando mi frente levemente. Tomó de mi brazo y seguimos avanzando.
Como en un principio mi corazón seguía apretándose con fuerza y con dolor. Tenía miedo de que Stiles no vuelva a ser el mismo luego de esto, especialmente por que tenía miedo de yo no volver a ser la misma luego de esto.
Cuando lo vi parado en la cima, sus manos estaban en su cabeza, prácticamente desesperado y asustado, ya que Malia había venido por mi y yo no estaba aquí. Levantó la vista y dejó escapar un suspiro, que duró dos, tres, tal vez cuatro segundos. Ya que luego de eso, sus ojos se encontraron con el resto de mi lastimado cuerpo, y luego buscó a mi alrededor para verificar que Liam no estaba junto a mi. Su rostro cambio por completo.
Abrí la boca para decir algo, pero lo único que salió de ella fue un sollozo que, por más que me esforcé por no soltarlo, no lo pude contener. Apreté los labios, y dejé que mis ojos se llenaran de lágrimas por milésima vez. Malia apretó y acarició mi mano.
Los ojos de Stiles comenzaron a aguarse. Noté sus labios temblar levemente, y mi corazón se partió en mil pedazos. Se llevó las manos a la cabeza y se la frotó un par de veces. Me desesperé al escuchar el primer sollozo de la tarde. Di un paso para adelante, aún sin separar mi mano de la de mi amiga. Sin embargo, Stiles dio uno para atrás. Y fue dando varios pasos hacia atrás, hasta que su espalda chocó con un árbol. Se sentó en este y llevó sus rodillas a su pecho. Escondió su cabeza entre ellas.
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Love on a Hill || Stydia
RomanceLas esperanzas de vida de Lydia son pobres. Las de Stiles también lo son. A pesar de que compartan aquello, sus vidas son totalmente diferentes. Cuando sus caminos se crucen, se darán cuenta de que eran exactamente lo que necesitaban para ser feli...