Capítulo 63

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18 de Diciembre de 1944

- Fue mágico. Fue hermoso -comentó Allison con sus manos en la cabeza. Parecía estar reviviendo los momentos de su luna de miel con cierta emoción y nostalgia-. Dios, fue tan perfecto.

Estábamos reunidas con Allison y Malia en mi casa, sentadas en la mesa, tomando el té. La recién casaba no podía dejar de hablar de lo especial que había sido su luna de miel, incluso cuando fueron tan sólo tres días.

- Veo que Scott se ha portado bien, eh -sonreí, bromeando un poco. Allison soltó un suspiro mezclado con una risa.

- Como todo un caballero, Lyds. Ni te imaginas -sonrió, con un aire de enamorada que provocó que sonriera también-. Nunca lo había visto a Scott de esta manera. Tan... feliz. Tan tierno. Imaginen que ya de por sí es todo eso, pero ese fin de semana, Jesús, fue... todo mágico.

Sonreí y levanté ambas cejas apoyando mi mentón sobre mi mano, Allison enrojeció y tomó un sorbo de su taza de té, acto que me hizo reír.

Estaba contenta, al parecer la luna de miel había resultado de maravilla y tanto Scott como Allison estaban llenos de una felicidad innegable, que hasta lograban contagiarme.

Allison se había quedado conmigo y parecía estar muy emocionada por contarme hasta el mínimo detalle de sus pequeñas vacaciones. No me oponía, estaba feliz de poder escucharla.

Malia había aparecido de sorpresa con la excusa de que estaba aburrida, pero de sobra sabía que lo único que quería era pasar tiempo de calidad con sus mejores amigas, cosa que no admitiría.

- Entonces conocimos una cantidad de lugares, no te das una idea... Fue todo tan perfecto, ya hasta compramos ropa para el bebe y también disfrutamos entre nosotros. Como ya les dije, fue mágico -prosiguió esta. Malia rió.

- Mucho romanticismo, creo yo -detuvo esta riendo, Allison rió con ella-. Me alegra que hayan disfrutado, pero, ¿un recuerdo para una de las damas de honor era tanta molestia...?

- ¡Malia! -grité yo y ella levantó las manos en forma de disculpa. Allison reía.

- De hecho, si hay algo para ustedes -comentó esta, haciendo que nos voltearamos para verla. Sonreí y me levanté de la silla.

Se paró para ir a buscar algo en el bolso que había traído. Este estaba en el sillón, por lo que Allison tuvo que caminar un poco hasta alcanzarlo. A mi me inundó terror de que se esforzara de más, por lo que corrí enseguida a ayudarla. Ella rió.

- Lydia, son sólo tres metros que tengo que caminar -se burló por poco ella. Puso su mano sobre mi hombro.

- Es que... No lo sé, quizás estás cansada... Por el bebé...

- Eres tan parecida a Scott que a veces me asusta -volvió a reír, esta vez llegando hasta el sillón y sentándose en él.

- Me alegra saber que no soy la única que piensa lo mismo -concordó Malia. Solté un suspiro y negué con la cabeza.

Allison llevó un par de bolsas sobre la mesa de nuevo y con mi ayuda logró volver a sentarse donde estaba al principio.

- Es algo pequeño, entre los pocos días y la cantidad de cosas que hicimos sólo nos quedó poco tiempo para comprarles algo pequeño, pero que sabemos que les encanta -explicó. Malia y yo asentimos-. Mal, sabemos lo mucho que querías perlas blancas y bueno habían unas de ellas en una de las paradas, no son auténticas, claro está, pero...

- ¡Me compraron perlas! -gritó esta dando un paso hacía adelante-. ¡Jesús, Jesús, Jesús!

Malia se las quitó de las manos y corrió hasta frente del espejo para probárselas. Chilló de emoción, y yo no pude evitar reír. Se giró luego para dirigirse hacia donde Allison estaba y por poco no se le tira encima.

Love on a Hill || StydiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora