Love on a Hill || Stydia

Capítulo 23

2 de noviembre de 1944

Estaba tan emocionada y con aquella sensación de alegría que parecía ser nueva para mi, con algo de temor di un pequeño salto para poder rodearlo en un abrazo. Él se sorprendió y cayo de espaldas conmigo encima, sonreí y lo sentí quejarse. Me levanté solo un poco para poder verlo a los ojos.

- ¿Yo te... Lastime? -pregunté llevando mi mano a su mejilla y acariciándola lentamente, vi como torcía una pequeña sonrisa y se intentaba levantar incorporar, me moví a un lado para que pudiera hacerlo.

Soltó un pequeño gemido y yo acaricia su lastimado rostro con algo de miedo.

- Es que tengo algunos cortes profundos... -susurró y luego me regaló una sonrisa, llevo su mano hasta mi mejilla y me sonrió-. Pero estoy bien.

- ¿Puedo verlos? -le pregunté algo curiosa y con mis dedos moviendolos por su mandíbula.

- Preferiría que no...

- Vamos, Stiles -insistí y él negó algo lentamente-. ¿Donde es que los tienes?

Él cortó el contacto visual. Acaricié su rostro nuevamente con ternura y besé cada una de las heridas que tenía en su rostro.

- Me has dejado sin palabras, Stiles -le susurré-. Yo... Con todo lo que me dijiste...

No pude llegar a formular una oración completa, ya que aún estaba asombrada por todo lo que me había dicho.

- Quiero sanar tus heridas -le dije, acariciando sus mejillas. Él mantuvo sus ojos cerrados-. Por favor... Déjame ayudarte.

Stiles abrió los ojos y pude divisar que estaba algo incomodo y asustado.

- Es que... Lydia, mis heridas están por aquí... -me apuntó a su vientre por arriba de la camiseta-. Y yo...

Sonreí y acaricie sus mejillas, finalmente entendiendo su miedo.

- No creo que deberías preocuparte por eso, además tú ya viste mi vientre...

- Es diferente, Lyds, por favor déjalo -me pidió y vi como un sonrojo crecía en sus mejillas.

Me reincorporé y luego lo tomé de las manos para que vuelva a sentarse. Me volví a subir sobre su regazo.

- Sólo quiero hacerte sentir mejor -repliqué, encogiéndome de hombros, mirándolo con una mueca.

- Sabes que haría lo que sea para complacerte, pero esto no es necesario. Por favor, no me obligues -me miró casi suplicándome que no le insista más.

Mi corazón se derritió por ante su sensibilidad. Acaricié sus mejillas, pasando suavemente los dedos por las heridas que tenía en el rostro.

- No te obligaría a hacer algo que no quieres -bajé la mirada-. Es sólo que quiero hacerte sentir bien.

Él sonrió a medias, y acarició mis caderas.

- Y realmente lo aprecio, Lyds -me aseguró-. Es sólo que prefiero que no veas mi vientre... Al menos no ahora.

Asentí y dejé un sonoro beso sobre su frente. Se hizo un corto silencio entre nosotros, hasta que Stiles volvió a hablar.

- ¿Tú sientes... lo que yo por ti? -preguntó, algo inseguro.

- ¿Quieres que te diga lo que siento por ti? -lo miré levantando las cejas y dándole una sonrisa torcida.

- Si, si, si, por favor -asintió un par de veces con aquella emoción que nacía de repente en él y me hacia querer satisfacerlo en todas las maneras posibles.