Capítulo 108

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25 de Marzo de 1945

El viento nos chocaba en el rostro con la brisa de la primavera recién llegada. Mi cabeza estaba apoyada sobre el pecho de Stiles, quien acariciaba mi cabello con toda la calma del mundo. Ambos estábamos acostados sobre el césped, a orillas del pequeño lago de la colina. Aquella era definitivamente una de las zonas que más me gustaba de todo el lugar.

- ¿Cómo le fue a Scott en su cita? -preguntó Stiles, tomando un mechón de mi cabello y enredándolo en sus dedos. Tragué saliva.

- Este... No muy bien, podría decirse -admití. Para ser sincera, Scott me había contado muy poco de su cita, pero lo que me dijo y lo que pasó me bastaba para saber que en realidad no había salido como él hubiera esperado.

Stiles movió su brazo un poco para que me girara a mirarlo por unos segundos. Apretó los labios.

- ¿Que tan mal? -preguntó dándome una mueca algo triste. Parecía estar algo apenado por Scott.

Me tensé de repente, y me hundí de hombros para girarme y volver apoyar mi cabeza en su pecho, no quería mirarlo a los ojos, ya que este notaría cualquier expresión como que algo paso. No es que algo haya pasado realmente, pero preocupar a Stiles con sus innecesarios celos era algo que quería evitar.

Sin embargo este volvió a acariciar mi brazo, como insistiendo.

- Vamos, bombón... ¿Él no te contó? -preguntó entonces. Cerré los ojos mientras extendía mi mano por todo su abdomen acariciando su pecho.

- Se... puede decir que si -respondí rapidamente.

- ¿Sí? -preguntó, mirándome desde su posición. Dirigí la vista a mi mano sobre su pecho- ¿Y qué fue lo que pasó?

- Supongo que tomó demasiado y se puso realmente ebrio, porque de esa forma lo encontré -le dije.

- ¿Scott tiene problemas con el alcohol? -se sorprendió Stiles, incorporándose en su lugar. En consecuencia, yo fui a terminar sobre sus piernas. Él me acarició la cabeza.

- No, no... Supongo que se dio la situación y se sobrepasó... -opiné.

- ¿Por qué pareces tan distraída? -me preguntó de repente, observándome. Tragué saliva- Lydia, ¿hay algo que quieras contarme? ¿O que necesite saber?

Abrí los ojos y miré hacía arriba, él tenía sus ojos puestos en míos y estando en sus piernas vio perfectamente mi expresión, levantó las cejas.

- ¿Que? -dije apretando los labios por un minuto-. No, claro que no.

- No puedes mentirme -abrí y cerré la boca al instante-. No sabes mentirme.

- Tienes razón -respondí levantándome de su regazo y uniendo las piernas frente a él. Estabamos frente a frente.

- ¿Qué pasó, Lyds? -insistió, apretando los labios- ¿Scott está bien?

- Él está bien, es sólo que...

- ¿Que qué? -me apuró cuando yo hice un silencio al no saber que decirle.

- Él trató de besarme -le confesé finalmente, sin poder mirarlo a la cara por miedo a su expresión.

Vi como sus manos se tensaban, y levanté la vista para finalmente mirarlo. Mantenía apretados los labios y estaba totalmente quieto. No hablaba ni decía nada. Se notaba que estaba molesto.

- ¡Pero no pasó nada! -le aclaré, antes de que empezara a pensar otras cosas-. Lo hablamos y fue todo porque está confundido, y estaba demasiado ebrio...

Love on a Hill || StydiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora