Capitulo 48

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25 de Noviembre de 1944

Temblé. Estuve a punto de subir corriendo, pero sabía que él no quería eso, sabía que él me volvería a echar de su casa, por lo que decidí levantarme y seguir bajando.

Con lágrimas en los ojos llegué a abajo y pasé mis manos por la cara intentando despejarme, volví a poner mis manos sobre mis brazos, para darme calor.

- Lydia... -la voz de Scott me detuvo a medio camino hacía mi casa. Paré en seco, sin embargo no me volteé.

- No quiero hablar ahora, Scott -dije para seguir caminando, pero él llego a mi de alguna manera y me volteó tirando de mi brazo.

- ¿Por qué lloras?

Apreté mis labios, tratando de no dejar salir ningún sollozo que me expusiera. Traté de dejar de llorar, pero eso me fue imposible. Tan solo me quedé esperando a que Scott dijera algo. Negué con la cabeza, no contestándole. Mordí mis labios con fuerza, los cuales terminaron sangrando.

- No te hagas daño, Lyds -susurró. Acariciando mis brazos, tratando de consolarme.

Aquello en parte me hizo acordar a Stiles, en la forma que siempre me tranquilizaba y trataba de consolarme. Era totalmente diferente, pero no pude evitar recordarlo. Solté un sollozo y enseguida me tapé la boca.

- Ven aquí -pasó una mano por mi cintura y me guió hasta su casa. Yo iba con la cabeza agachada, con miedo a que alguien me observara de esa manera. Pero nadie se dio cuenta, cada uno iba en su mundo, perdidos en sus miserables pensamientos.

Cuando llegamos a su casa, me obligó a sentarme en el sofá, donde él se sentó frente a mi, entrelazando sus manos.

- ¿Dónde esta Allison? -pregunté intentando romper el silencio, ahora ya que había logrado calmarme sabía que tomaría el tema y no quería eso.

- Salió -respondió secamente. Cerré los ojos y dirigí la vista al reloj.

- ¡Jesús! Jackson debió haber llegado, él se... -me levanté de golpe pero Scott se paró conmigo, tomando mis hombros.

- Hoy se queda hasta más tarde, esta cubriendo un puesto -me dijo firmemente.

- ¿De quien?

- Mío -respondió de nuevo en un tono decidido. Entre cerré los ojos.

- ¿No fuiste a trabajar? Estaba segura de que ibas con el traje hoy por la mañana cuando te vi antes de... -paré de hablar en el minuto que me di cuenta lo que decía-. Ir donde Malia...

Scott suspiró antes de tirarme una confesión con el peso de algo realmente pesado.

- Sé que estás viendo a alguien, Lydia.

Abrí los ojos y separé levemente los labios. Lo miré perpleja, mientras en mi mente buscaba alguna excusa, algo que me ayudara a zafar. Sin embargo, hasta en los lugares más recónditos de mi mente sólo se encontraba la reciente pelea que tuve con Stiles.

- No -tan sólo me limité a negar-. Eso no es verdad.

Mi voz me delataba sola, ya que si de por sí era mala mentirosa, no me encontraba en una situación en la cual pudiera fingir bien.

- También sé que no es solo la persona con la cual engañas a Jackson, sino que es también alguien la cual necesita comida, alguien que se esconde -mi corazón volvió a palpitar con fuerza-. Así que contéstame, Lydia. El chico que estás viendo, ¿es judío?

Sentí mi mandíbula temblando, y bajé la mirada ante su mirada acusadora.

- No sé de que estás hablando -bajé la mirada poniendo un mechón detrás de mi cabello.

Love on a Hill || StydiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora