Capítulo 28

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7 de Noviembre de 1944

Con prisa metí la comida en la bolsa luego de que Jackson se fue, como hoy tenía que supuestamente asistir a la BDM, Jackson creía que pasaría el día en ella por lo cual era una ventaja para mi y desventaja pensando en que Stiles no quiere besarme.

Cerré los ojos y me dije a mi misma no pensar en eso, seguí metiendo unas frutas y agregué algunas cosas que había comprado para Stiles, un pequeño cuaderno con hojas blancas para que dibuje, en la tapa escribí lentamente un "Para, Stiles". Sonreí.

Pasé toda la noche elaborando teorías. Aún no entendía como era que Stiles se había esmerado en contarme todo lo que sentía por mí, se había hasta emocionado, y ni siquiera fue capaz de responderme el beso. Fue por eso que me di cuenta que quizás no me quería como alguna especie de amante, o novia.

Fue entonces que se me ocurrió lo que realmente podría haber pasado: Stiles me veía como una madre. Si sonaba estúpido, pero si armo bien el rompecabezas, todo apunta a eso.

No lo culpaba. Quiero decir, él mismo me había dicho que su madre había sido la persona más importante en su vida, y ahora yo lo era. Además, yo siempre le llevaba comida, lo abrazaba y lo cuidaba como podía. Quizás por eso no me respondió. Quizás se confundió. ¿Cómo quedaría si su madre lo besara en los labios? Aunque bueno, Stiles me besaba el cuello, y no creo que le besara el cuello a su madre.

Mi cabeza quedó dando un montón de vueltas sobre el tema, pero por más que buscara otras alternativas, aquella teoría en la que Stiles me veía como una mamá era la más acertada.

Terminé de meter todas las cosas en la bolsa y finalmente emprendí mi camino hacia la colina. Aún no sabía cómo iba a mirarlo a la cara sin sentirme humillada. ¿Cómo si quiera iba a hablarle? Definitivamente, trataría de no hacer las torpezas que hago usualmente, al menos para no avergonzarme aún más de lo que ya estaba.

Subí emocionada, como de costumbre, pero con algo de pudor y miedo también al pensar en la vergüenza. Cuando llegue allí di un respingado, inhale y exhale antes de finalmente subir completamente y verlo sentado como siempre, esperándome. Se levantó de inmediato en el momento que me vio, se puso de pie y camino hacia mi, iba a entrelazar su mano con la mía, pero yo seguí de largo.

- Creo que debes... Apurarte, te traje algunas cosas -susurre caminando más, dejándolo atrás. Stiles me empezó a seguir a paso rápido. Sin embargo, yo siempre caminaba unos cuantos pasos más adelante de él.

- Lydia, tenemos que hablar sobre lo que pasó... -me dijo él.

Hice caso omiso y seguí caminando, cerrando los ojos tratando de olvidar lo ocurrido. Definitivamente, no quería hablar de aquello.

- Lydia, por favor... -volvió a decir. Caminé a pasos más rápidos hasta finalmente llegar a su casa.

Abrí la puerta y me dirigí hasta la mesa, dejando las cosas sobre la mesa. Stiles de colocó unos pocos pasos atrás de mí.

- Lydia...

- Te traje comida -le dije, dándome vuelta y por fin mirándolo a los ojos. Me miró apretando los labios. La expresión de sus ojos, que hasta parecían demostrar algo de arrepentimiento, me provocaron ganas de lanzarme a sus brazos y abrazarlo. Sin embargo, me contuve.

- Yo... -empezó hablar él finalmente. Apreté los labios y me volteé sacando algunas cosas de la bolsa.

- ¿Quieres que te preparé algo? -lo interrumpí dirigiéndome hacia su cocina. Él soltó una risa a mis espaldas, pero finalmente camine hacia la cocina, intente prenderla pero esta no funciono.

Love on a Hill || StydiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora