20 de Diciembre de 1944
Tomé la comida que le había preparado a Stiles. Me decidí por también comprarle chocolates. Sabía lo mucho que le gustaban.
Una parte de mí se sentía mal por lo ocurrido el día anterior. No quería prohibirle a Stiles bajar, no tenía intenciones de quitarle su libertad. Tan sólo quería mantenerlo vivo.
Cuando estaba por salir de mi casa, al abrir la puerta, me encontré con una sorpresa. Una agradable sorpresa, en realidad.
- ¡Scott! -lo saludé emocionada- ¿Cómo estás?
Él parecía algo en shock, pude notar como estaba a punto de haber tocado la puerta, hasta que yo le abrí. Me sonrió.
- Hey, Lyds -se acercó y besó mi mejilla. Llevó sus manos hasta mis brazos y adoptó una mueca.
- ¿Ocurre algo? -quise saber, ya que noté que estaba actuando de una manera algo extraña.
Scott me miró y bajó la mirada. Suspiro y alejó sus manos de mi cuerpo para llevárselas un momento hasta su cabeza. Luego, las metió en sus bolsillos.
- ¿Puedo pasar? -me pidió y dio un paso hacia adelante de inmediato. Solté una risa.
- De hecho, estaba por subir a ver a Stiles, si quieres me encaminas allá y conversamos acerca de esa cosa, ¿si? -él apretó los labios.
- Es algo más serio que eso, Lyds -me respondió y como un clic en mi cabeza me moví hacia al lado para que pasara.
Scott fue hasta el comedor, donde se sentó en una silla. Me senté al lado de él. Miró en varias direcciones antes de hablar.
- ¿Ya se ha ido Jackson? -preguntó en un tono bajo. Asentí-. Genial.
- Scott... ¿Qué ocurre?
La curiosidad estaba desesperándome, y que mi amigo no hablara me exasperaba cada vez más.
- Nosotros nos contamos todo, ¿verdad? -preguntó mi amigo, con una mueca.
Paré en seco, separando los labios. De repente, mi corazón empezó a latir con prisa, casi como desesperadamente. ¿Había posibilidad de que Allison le había contado mi secreto?
Tuve que agarrarme fuerte del estante que se encontraba a mi lado, para no verme tan vulnerable como debía estar.
- Me refiero a aparte de lo de Stiles, ¿nos lo decimos todo, no? -apreté los labios. Finalmente asentí.
Scott suspiró y bajó la mirada. Algo andaba mal, no era muy difícil de darse cuenta.
- Scott, me estás asustando -dije, cansada de aquella intriga y ansiedad que estaban creciendo más y más en mí.
- ¿Stiles busca su propia comida, o siempre se la llevas tú? -me preguntó esta vez.
Lo miré confundida, y negué con la cabeza. ¿A qué venía esa pregunta?
- Siempre yo.
Él volvió a apretar los labios y luego hizo una mueca. Una pequeña mueca que hizo que notara que quería confesar algo que lo ponía nervioso.
- Bueno... Me encontré con Stiles ayer, Lydia -habló y yo entrecerré los ojos sin comprender. Él volvió a darme una mueca, cosa que me confundió más.
- ¿Subiste? ¿Él... Tú...? -empecé a susurrar, pero creo que él notó lo que empazaba a decir porque negó con velocidad.
- Está bien, él esta bien -respondió y solté ub suspiro-. Digo, no del todo bien, pero a salvo, y no, Lydia. No subí.

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Love on a Hill || Stydia
RomanceLas esperanzas de vida de Lydia son pobres. Las de Stiles también lo son. A pesar de que compartan aquello, sus vidas son totalmente diferentes. Cuando sus caminos se crucen, se darán cuenta de que eran exactamente lo que necesitaban para ser feli...