Capítulo 24

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2 de Noviembre de 1944

Durante todo el trayecto hacia mi casa estuve pensando en la sensación que Stiles había dejado en mi estómago. Todas sus palabras daban vuelta por mi cabeza, al igual que aún sentía la sensación de sus dulces labios sobre mis mejillas y mi cuello.

Una tímida sonrisa aparecia por toda mi cora al recordar todo lo que habia logrado en un día. Y nada podria hacer que mi emoción se fuera.

Cerré la puerta tras de mi y un suspiro salió de mis labios, mientras me recargaba en la puerta.

- ¿Donde estabas? -finalmente mire hacia al frente donde Jackson me miraba molesto y con sus brazos cruzados. Mi sonrisa se borró.

Aquella sensación cálida que estaba sintiendo fue reemplazada por un repentino terror que me recorrió de pies a cabeza. Tragué saliva. Su mirada me amenazaba, y temía decir una palabra que fuera merecedora de una buena paliza.

Jackson dio un paso hacia a mí. Mi corazón tembló de miedo.

¿Pero yo no había dicho que era capaz de soportar cualquier golpe con tal de pasar un rato más con Stiles?

No me arrepentía de haberlo dicho, claro que no. Pero no podía evitar sentir un inminente miedo al tener a mi peor enemigo de una forma tan aterradora a unos cuantos pasos de distancia.

- ¿Eh? ¿Dónde estuviste, Lydia? -repitió él. Notaba su ira, y sentía lo que se avecinaba.
- Yo... -traté de inventar algo rápido- Estaba con Malia...

Jackson soltó una gran carcajada que hizo que se me erizara la piel. Mis manos comenzaron a sudar.

- Es gracioso, ¿sabes? -rió, negando con la cabeza-. Hoy he logrado salir un rato antes del trabajo. Llegué esperando que la comida estuviera lista, pero resulta que ni tú estabas. ¿Sabes cuándo fue eso? ¡Hace tres putas horas! -gritó esta vez. Cerré los ojos- Ah, ¿y sabes que es más gracioso aún? Que Malia vino hace tan solo una hora, para verte, supuestamente... No creo que ella haya venido a verte aquí, mientras tú estabas con ella, ¿o no?

Cerré los ojos con algo de temor, finalmente él había logrado darse cuenta de que mentía y de un salto llegó a mi, y me apegó a la puerta con fuerza.

- ¿Donde estabas, Lydia? -preguntó con firmeza y con sus manos apretó mis hombros pegando mi cuerpo a la puerta, gemí.

Apreté mis labios, pero ni con la fuerza que lo hice pude llegar a superar a la fuerza con la que Jackson me presionaba. Acercó su boca hasta mi cuello y paseó sus dientes sobre este.

- Te lo pregunté bien, Lydia. Pero si no hablas por las buenas, será por las malas.
Luego de eso, abrió su boca en mi cuello y me clavó sus dientes, mordiéndome con bestialidad. No pude aguantar el grito que salió de mi boca.

Sus manos se dirigeron a mis caderas y las apretó hasta que dolió, luego de eso me tomo por esta y me lanzó al suelo.

Me di un golpe en la cabeza, por lo que decidí quedarme acostada hasta que el dolor se calme, pero él no me dejó, se lanzó encima mio y con su puño golpeó mi cara, me di cuenta que sin querer me habia mordido por dentro, lo que me hizo sentir un sabor metalico.

Tomó mis manos y las apretó a mis costados, para finalmente quedar inmóvil, se acercó a mi para finalmente besar mis labios, solté un quejido debio al asco y a la sorpresa y él mordió mi labio inferior para que logrará separar los labios y meter su lengua.
Con desesperació moví mis piernas, pero él no terminó, me besó hasta que se cansó y cuando se separó de mi me pegó una bofetada.

Love on a Hill || StydiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora