Capítulo 61

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15 de Diciembre de 1944

Di vuelta en la cama por una milésima vez. Me resultaba imposible conciliar el sueño, y notaba como Stiles estaba de la misma manera que yo.

Me giré hasta que estaba cara a cara con él. Suspiré, cansada.

- ¿Tú tampoco puedes dormir? -susurré, con todo mi cuerpo, a excepción de mi cabeza, bajo las sábanas.

A través de la luz de la luna, pude ver que él me sonreía de lado. Buscó mis manos por debajo de las frazadas. Entrelazó nuestros dedos.

- No he podido pegar un ojo -admitió él.

- ¿Crees que es porque estamos durmiendo juntos? -pregunté algo aterrada.

Stiles me sonrió, y luego negó. Lo hizo de una forma que yo notaba que buscaba dejarme tranquila.

- Lo que yo creo es que nos quedo algo pendiente -susurró, acercando su rostro muy lentamente al mío.

Levanté una ceja soltando una risa, lo miré con expresión confundida.

- ¿Que insinúas, bombón? -pregunté logrando que gracias a nuestra cercanía, nuestros labios se rozaron cuando hablé. Él lo notó y dejó escapar una tierna sonrisa.

Finalmente rompió el contacto y dejó sus labios chocar con los míos. Fue cuestión de segundos cuando sentí sus manos llegar a mi cintura. Yo en mi lugar empecé a recorrer su mandíbula con mis dedos.

El beso no tardó en volverse de algo totalmente suave a algo más apasionada, a algo más salvaje. Sentía cómo su cuerpo hacía presión contra el mío de manera que este pudiera quedar abajo del suyo y él pudiera tener todo el control de la situación. Lo dejé.

Stiles no demoró en dejar besos por el contorno de toda mi mandíbula, mejilla, ojos, labios y cuello. Eran besos lentos y mojados que me causaban escalofríos.

Llegué a un punto donde me empecé a aferrar de su cabello con fuerza, como si mis dedos se dejaran abrazar a sus cabellos que caían apenas por su nuca.

- Stiles... -susurré sin siquiera tener consciencia completa de lo que decía. Él en respuesta besó más intensamente.

De mi cuello llegó a mi hombro donde empezó a tirar de su camiseta para poder besar este. Cansada de todo esto, fui yo la que en un movimiento me saqué la camiseta, para luego lanzarla a otra punta. Stiles paró en seco y llevó sus dedos a mi rostro, donde acarició de un lado a otro.

- Eres hermosa...

- ¿Aún con todos los moretones y he...? -llevó su dedo a mi labio. Callándome

- Tus cicatrices te hacen aún más hermosa... -respondió.

Él volvió a juntar nuestros labios, y yo en el momento cerré los ojos, aún más cuando llevó sus manos hasta mi espalda totalmente desnuda, si no fuera por la ropa interior.

- Espera -susurré-. ¿Eso significa que te gusta verme herida?

Stiles abrió los ojos, y negó frenéticamente, aterrorizado ante la idea de que yo piense eso.

- No, Lyds. Lo que quiero decir es que muestran lo fuerte que eres por dentro, tu capacidad para soportar tanto, no importa qué. Esa fuerza te hace más linda -me explicó, acariciando con el dorso de su manos mis heridas, con suma delicadeza.

Le sonreí débilmente, y él me sonrió. Se acomodó bien por encima mío. Mis piernas estaban a los costados de las suyas, y su rostro estaba a la altura del mío, un tanto más arriba. Sus manos se perdían en mi espalda, siendo las protagonistas de infinitas caricias que me hacían querer rogarle por más.

Love on a Hill || StydiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora