27 de Diciembre de 1944
Me sobresalté en mi lugar. Estaba limpiando la casa, tratando de dejarla reluciente antes de que llegara Jackson, cuando escuché una sirena. Aquella sirena que sólo podía significar una cosa.
Sin poder evitarlo, mi corazón empezó a latir con fuerza, como si amenazara con salirse de su lugar. Dejé caer la escoba en el suelo y me apoyé contra la pared, tratando de regular mi respiración. El peligro de un ataque o bombardeo era algo inminente en aquel momento.
Apreté mi pecho con algo de presión sobre este imaginandome cómo podría ocurrir una catástrofe en cuestión de minutos.
Empecé a sudar como era común cuando los nervios se apoderaban de mi, mi corazón empezo a latir con fuerza, exprimiéndose en mi pecho. Y entonces el sonido de la sirena empezaba a hacerse persistente. Indicándome que debía salir ahora.
Dejé todo como estaba. Sólo me limité a buscar un abrigo para luego salir corriendo fuera de mi casa, hacia un lugar para esconderme.
Habían habilitado los sótanos de algunas casas para que las personas pudieran esconderse allí en casos de emergencia y bombardeos, tal como aquello parecía. Mi sótano no era lo suficiente profundo cómo para proteger, por lo que era igual que nada.
Al salir, me encontré con mucha gente que buscaba desesperada aquellas casas que tenían una especie de señal pintada en sus paredes, para darnos a saber que esos eran los lugares en donde uno podía esconderse.
Estaba caminando hasta allí, hacia una de las casas más cercanas, cuando paré en seco de repente.
Stiles. Oh, Dios mío. Stiles.
¿Dónde se suponía que Stiles iba a esconderse? ¿Cómo él podría sobrevivir a un bombardeo? ¿Cuántas eran las posibilidades que tenía de vivir a aquella situación?
Mi corazón empezó a latir con fuerza, el miedo empezó a recorrer mi cuerpo y de repente el aire empezó a volverse necesario, porque parecía que no respiraba.
¿Que pasa si Stiles no sabe donde esconderse? Si se trata de un bombardeo, había una posibilidad de que las bombas caigan cerca de él, cerca de su casa. Y si se trataba de un ataque más severo, había posibilidades de que lo atrapen y si es así tenía que hacer lo necesario para ayudarlo.
La gente seguía pasando a mi lado, chocando mi hombro, empujándome. Parecía una locura. No, era una locura, pero lo siguiente que estaba haciendo era moviéndome hacia el lado contrario.
Dirigiéndome a la colina.
Chocaba con la gente que iba hacia el lado contrario. Me empecé a desesperar cuando noté que ya había menos personas en la calle. Necesitaba llegar a tiempo.
Cabía la posibilidad de que algo sucediera, a cualquiera de los dos. Y algo grave. Y si eso tenía que pasar, prefería que me pasara junto a él. Además, el ambiente entre Stiles y yo no andaba tan relajado como siempre. Desde que me había mentido, no estábamos tan pegados como siempre. Obvio que yo no dejaba de subir, y mucho menos de abrazarlo, pero en el aire había algo diferente. Deducía que era porque él pensaba que había perdido mi confianza.
Y claro que en un principio fue así, pero no para tanto. Quiero decir, me había dolido lo que había hecho, pero yo no iba a dejar de confiar en él; no iba a dejar de confiarle mi vida. Y tenía que arreglarlo. Si algo tenía que pasar, yo primero debía arreglar cualquier duda que hubiera entre nosotros.
Me encontraba lejos de la colina. Bastante lejos. Las personas ya habían entrado a sus posibles refugios. Sin embargo, la sirena seguía sonando.vEl sonido parecía estar presente en toda la ciudad y no iba a parar hasta que no hayan personas en las calles.
ESTÁS LEYENDO
Love on a Hill || Stydia
RomanceLas esperanzas de vida de Lydia son pobres. Las de Stiles también lo son. A pesar de que compartan aquello, sus vidas son totalmente diferentes. Cuando sus caminos se crucen, se darán cuenta de que eran exactamente lo que necesitaban para ser feli...