Capítulo 96

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10 de Marzo de 1945

Stiles apoyó sus labios sobre mi cuello expuesto hacia él, mientras que sus manos estaban ubicadas sobre mis brazos. Sentí como los ojos se me iban hacia atrás ante la sensación de placer que él me estaba provocando.

Desde que él me dijo que me ayudaría a olvidar todo el daño que Jackson me hizo estuvimos haciendo este tipo de cosas. Roce de nuestros cuerpos, besos en lugares que no siempre estan expuestos y gemidos que no podían ser controlados.

En ese momento me encontraba solamente en ropa interior, mientras que a él solo le faltaba su camiseta. Stiles movió su mano lentamente por mi brazo hasta encontrarse con mi mano, luego de entrelazarla la movió lentamente hacía arriba para agarrarla bien mientras sus labios se deslizaban en mis clavículas esta vez.

Estaba ubicado de rodillas sobre la abertura de mis piernas estiradas y se recargaba con un brazo para no hacer tanta fuerza, por supuesto no parecía estar incómodo en lo absoluto.

Era la segunda sesión de besos y caricias donde no me quejaba o sentía un malestar, era sólo placer tras placer, tras placer. Y aquello me daba una satisfacción tremenda.

Aún así no me creía lista para avanzar a más que aquellas caricias y besos, en parte por miedo, pero en su mayoría por que quería estar lista completamente cuando me entregue a Stiles.

- Stiles, tócame... -suspiré en su oído, sin embargo, dejándome llevar por cierto roce que me había llevado por poco más allá de la línea. Él soltó un gruñido que me provocó morderme mi labio inferior.

El calor dentro de mi estómago aumentaba y aumentaba cada vez más. Sus manos bajaron desde mi busto hasta mis muslos, los cuales acarició con ternura y delicadeza, de una manera que me mandaba a un nivel en el que yo ya no era consciente de lo que estaba pasando.

Acaricié su pecho con mis uñas, y él soltó un gemido, rápidamente subió hasta mi altura para besarme. Nuestros labios empezaron a pelear una vez más.

Llevé mis manos a su nuca para mantenerlo cerca y evitar que separé sus labios de los míos, él bajó las manos para recorrer mi vientre. Stiles se tragaba mis gemidos, mientras yo hacía movimientos con mis píes en su pierna, subiendo y bajando.

- ¿Está todo bien? -soltó entre suspiros. Mordió su labio inferior en el momento en el que fui yo la que besó su cuello.

- Está todo perfecto... -susurré contra su oído.

Dejé mis labios sobre su oreja. Las manos de Stiles volvieron a bajar hasta mis muslos y los apretó, acercándolos más hasta su cuerpo. Solté un grito agudo en el momento en el que sentí su erección escondida bajo su pantalón rozando mi ropa interior.

Probablemente tendría que tirar mis bragas. Parecía como si hubiesen pasado por agua.

- Stiles... -gemí su nombre. Mis ojos estaban cerrados, y mi respiración cada vez se agitaba más y más.

Mis piernas recibían sus caricias y mimos de forma ansiosa, y yo en respuesta sólo me dejaba tocar. Sabía que él me estaba ayudando y sabía que nadie me trataría como él lo hace. Su tacto era suave como la seda y tranquilo, aunque no dejaba ser ser algo, al menos un poco, desesperado.

Enredé mis piernas en la cintura de Stiles. Nuestros ojos se encontraron y no pudimos dejar de mirarnos. Él subió una mano hasta mi mejilla y acarició con sus dedos mis labios. Yo tomé su mano y empecé a besarla lentamente.

Stiles gimió y quitó la mano para cortar la distancia entre sus rostros y besar mis labios. Recorrió el contorno de mi boca con su lengua, y luego la metió dentro de la mía en el momento en el que yo la abrí. Esta fue bien recibida por la mía.

Love on a Hill || StydiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora