Narra Mónica
Mi hermano acababa de tener un accidente de tráfico y yo no podía parar de llorar. Vanesa me abrazó y así evité caerme al suelo.
- Mónica, háblame, ¿qué ha pasado? - oía que Vanesa me preguntaba de forma muy suave mientras me tenía sujeta por la cintura con un brazo y con la otra mano me acariciaba la cabeza con mucho cariño.
No podía hablar, solo llorar. Y así estuve un buen rato, refugiándome en sus brazos y apoyada en su pecho.
Pasaron unos minutos, ella no insistía con preguntas, solo me consolaba con su abrazo. Yo poco a poco me fui calmando, y cuando por fin pude dejar de llorar, levanté la cabeza para mirarla.
- No ha podido darme más información - le dije aún con lágrimas en los ojos - Era su mujer, está camino del hospital Gregorio Marañón. Iba por la M-30 y un conductor borracho ha golpeado su coche por detrás, haciendo que diera varias vueltas de campana. Dice que me llamará en cuanto sepa algo -
No pude evitarlo y me rompí de nuevo, volviéndome a refugiar en el pecho de Vane.
- Mónica, cariño, va, coge tus cosas y nos vamos a Madrid -
Levanté mi cabeza de nuevo - ¿Qué? ¿Cómo? - no, ella tenía que quedarse aquí - No, no, Vane, tú tienes que quedarte aquí. Mañana tienes ensayo, no puedes volver a faltar -
Me solté de sus brazos y me puse a andar por el salón, sin rumbo fijo, simplemente caminaba.
- ¿Me dejas tu coche? si no puedo intentar alquilar un coche, es tarde pero seguro que hay algún servicio de emergencia - estaba muy confundida y fui a la mesa para coger el móvil.
- Ey, ven aquí - noté como Vane me cogía la mano y me frenaba.
- Estás loca si crees que voy a dejar que te vayas sola a Madrid. Y aún más loca si crees que voy a dejar que conduzcas en estas condiciones - me dijo mirándome a los ojos y esbozando una pequeña sonrisa - así que sube a buscar tus cosas y yo mientras hablo con Ana para arreglarlo todo -
En ese momento no podía ni pensar, estaba aterrorizada por lo que le pudiera pasar a mi hermano. Pero Vanesa me calmaba, con su voz y con el hecho de que quisiera acompañarme. Así que subí a buscar mi maleta.
Cuando regresé al salón, Vanesa justo colgó el teléfono y vi como recogía varias cosas y las metía en una bolsa de viaje.
- Ya estoy lista - le dije intentando sonreír pero fracasando estrepitosamente.
Vanesa dejó lo que estaba haciendo y se acercó a mí. Volvió a abrazarme por la cintura.
- Todo va a salir bien, ¿vale? Tu hermano es joven y fuerte, seguro que sale de ésta -
Vane no tenía forma de saber que lo que estaba diciendo fuera cierto, pero sus palabras me daban tranquilidad. Ese cariño que me mostraba era lo único que necesitaba en ese momento.
Le sonreí, esta vez de verdad. Y la besé. Un beso que nada tenía que ver con el que nos habíamos dado hace apenas unos minutos. Esta vez lo único que quería era consuelo y cariño. Y demostrarle también lo mucho que le agradecía que estuviera conmigo.
Cogimos la maleta y bolsa y salimos de casa. Rumbo a Madrid.
Narra Vanesa
Subimos al coche e iniciamos el viaje hacia Madrid. Nos esperaban varias horas de camino.
- Mónica, ¿por qué no intentas descansar un rato? - le dije acariciándole la pierna.
- Estás loca si crees que voy a dejar que conduzcas sola y en silencio - me dijo repitiendo mi frase y mirándome sonriendo.
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Menuda historia la nuestra
FanfictionLa historia de Vanesa y Mónica... bueno, MI historia Vanica