La Voz: parte 2

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Narra Vanesa

-¡¿Vuestro qué?! -

Me giré y vi que tenía a Malú mirándome entre escandalizada y descolocada. Yo no entendía nada.

- Malú... -

- Chicos, volved a vuestras posiciones. ¡Tres minuto y entramos! -

Era el realizador que nos indicaba que volvíamos al directo. Y lo agradecí, no me apetecía en absoluto tener esa conversación con Malú, que se giró y se fue hacia su sillón sin decir nada más.

Alejandro, Manuel y Eva me dieron un abrazo enorme cada uno, la noticia les había hecho muy felices.

- Madre mía, Vane, qué alegría más grande - me susurró Eva al oído - cuando acabemos me lo tienes que contar todo todo todo, ¿vale? -

- Por supuesto, amiga - le di un beso en la mejilla mientras le sonreía y me dirigí hacia mi sillón.

El realizador anunció que faltaba un minuto para reiniciar y en ese momento vi como Malú se acercaba a mí.

- ¿Podemos hablar luego un momento? - me dijo casi en un susurro.

- Eh, sí, claro - respondí un poco confusa. ¿De qué teníamos que hablar?

Me senté de nuevo y cogí mi teléfono un segundo antes de que volviéramos a grabar. Como era de esperar tenía cientos de mensajes que leería más tarde, pero me intrigaba leer el de una persona en concreto.

"¿En qué momento me enamoraría yo de una bocachancla? Los códigos vanesos quedan suspendidos hasta nuevo aviso".

Solté una carcajada y guardé de nuevo el teléfono móvil. Me acomodé y Eva dio paso de nuevo al programa.

Después de varias actuaciones, le tocó el turno a un concursante del equipo de Alejandro. Normalmente había cantado canciones melódicas y esta vez se decidió por el flamenco. No fue una buena decisión y así se lo hizo saber su coach.

- Es difícil abordar un estilo que no es el tuyo - nos dijo Alejandro después de despedir al chico.

- Eso es verdad, siempre es mejor quedarte en tu terreno, en aquello que sabes hacer bien - añadió Manuel.

- Totalmente. Y cuando quieres meterte en el terreno de otros, yo lo veo como una especie de fraude - dijo Malú mirando a Alejandro. Se giró de forma casi imperceptible y me dirigió ahora la mirada de forma sutil - como cuando una modelo se mete a actriz o una presentadora de la tele escribe un libro -

Se giró y sonrió de forma triunfal, el comentario claramente iba a dirigido a Mónica. Me hirvió la sangre, pero intenté controlarme, lo mejor era no entrar al trapo y no decir nada...

¿A quién quería engañar? por supuesto que iba a entrar.

- Pues fijaos, yo discrepo. Y es precisamente por eso por lo que siempre repito que no me gustan las etiquetas - con esto capté la atención de todos.

- No somos una sola cosa - continué - tenemos muchas capas... y para mí lo importante es conseguir llegar a saber qué somos o qué queremos ser, como está haciendo ahora mismo este chico... Lo malo es cuando lo sabes pero no quieres aceptarlo - miré sutilmente a Malú - ya sabéis, por el qué dirán -

Hice una pequeña pausa y miré de nuevo a Malú, ahora ya sin sutilezas - Pero no sé, esa es mi manera de verlo, no tiene por qué ser la correcta... ya sabéis que "yo no sé de sombras ni sabré" - dije esto último cantado, ganándome un "ole" de Alejandro y Manuel, y una mirada asesina de mi compañera.

Jaque mate.

Narra Mónica

- ¿Te habrás quedado a gusto y tranquila? - le dije a Vanesa en cuanto le abrí la puerta de casa.

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